martes, 21 de julio de 2009

LA RUTA DEL ESCLAVO


Hildebrando Chaviano Montes
El Vedado

Todo está bien, se acabó el racismo en Cuba, el estigma de la esclavitud hace que prevalezcan aún prejuicios y estereotipos, pero hoy todos nos sentimos miembros de una raza, todo no fue más que un falso dilema negro-blanco puesto en claro por algunos de nuestros próceres y otros, y resuelto definitivamente por la revolución cubana.
Esto es simplismo y lo demás bobería, la realidad supera todo lo imaginado. Como en la novela de George Orwell Rebelión en la Granja, ¨todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros.¨
El fenómeno del racismo en Cuba no se puede achacar sólo al hecho inobjetable de la esclavitud impuesta por los colonizadores europeos en América y por los españoles en nuestro país en particular, al igual que no se puede decir que los hechos delictivos que se producen a diario en nuestro país se deben a ¨lacras del pasado.¨
Las condiciones socio-económicas son diferentes, todo ha evolucionado o se ha revolucionado según sea el caso, pero no se puede culpar a la sociedad esclavista imperante hasta el siglo XIX, cuando el negro constituía una minoría iletrada, de que en la Cuba del siglo XXI con un 60% de negros y mestizos, estos sólo constituyan el 5% de la fuerza laboral vinculada al turismo internacional y otras actividades relacionadas con firmas extranjeras, mientras participan en alrededor del 70% de las actividades del sector puramente estatal.
En este propio sector estatal, sólo alrededor del 35% de los puestos de dirección son desempeñados por negros y mestizos. Por otra parte, el 80% de la población penal pertenece a la raza negra.
En cuanto a su participación en la dirección del gobierno, tenemos la siguiente situación:
-Buró Político del PCC: 17%
-Secretariado: 4%
-Consejo de Estado: 35%
Consejo de Ministros: 8%
Asamblea Nacional: 36%
Asambleas Provinciales: 35%
Alta Oficialidad de las FAR: 10% (VER NOTA)
Este país es mestizo con un tinte más bien oscuro, pero los blancos siempre han sido protagonistas en cuanto detentar el poder y acceder a las riquezas.
Los derechos de los negros han sido históricamente conculcados de una u otra manera. Los blancos han usado la fuerza o la maña para que el poder nunca escape de sus manos, mostrándose incluso paternalistas y condescendientes para con los negros como si esta actitud no constituyera otra manifestación de racismo.
La Revolución Socialista Cubana es una revolución blanca, con la participación de toda la sociedad, pero para provecho del blanco fundamentalmente. El racismo sobrepasa las ideologías, no puede ser analizado como una categoría política más dentro de un proceso revolucionario, es en sí un fenómeno que requiere ser asumido en toda su magnitud y no diluirlo en la llamada lucha de clases. En nuestra sociedad socialista el obrero blanco y el obrero negro no son iguales, uno es obrero, el otro es obrero y negro. La solución definitiva al problema del negro en Cuba no puede ser asumida desde un punto de vista clasista, sino racial.
Hay que tomar al toro por los cuernos, blancos y negros debemos atenernos a nuestras responsabilidades y trabajar unidos dentro de nuestra diversidad, no tenemos que ser iguales, pero aquí estamos, unos traídos por la fuerza y otros venidos en busca de fortuna, pero aquí vamos a seguir porque este país es de todos. Los negros aspiramos a la verdadera justicia sin que tengamos que resignarnos a ser negros buenos y agradecidos.
hildebrando.chaviano@yahoo.com
Nota: Datos estadísticos tomados de ¨Afro-Cubans: Powerless Majority in their own country.”
Cuba Facts Issue 46 march 2009 ctp.iccas@miami.edu

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