martes, 20 de octubre de 2009

NO HAY DUDAS, EL COMUNISMO NO ES LA SOLUCIÓN



Ese señor que tanto reflexiona no acaba de reconocer que el desarrollo económico de China comenzó sólo cuando tuvo a bien desaparecer Mao Ze Dong, y los dirigentes chinos decidieron abandonar definitivamente el camino de la revolución cultural y de cualquier otra revolución que los mantuviera entre hambrunas y amenazas de hambrunas.
La economía de mercado ha llevado a China al lugar que hoy ocupa en el mundo. Es la libertad económica la que ha permitido que haya ciudadanos chinos millonarios sin que sean declarados ¨macetas¨ y perseguidos por los órganos represivos.
Un país no se mide por la potencia o alcance de sus cohetes, al igual que los hombres no se pueden medir por las dimensiones del pene, aunque siempre encuentren admiradores que no puedan ocultar sus debilidades. El enriquecimiento de los ciudadanos es lo que enriquece a un país, y no la cantidad y calidad de sus armas que a fin de cuentas casi nunca se usan.
El objetivo final de cualquier gobierno es la satisfacción de las necesidades materiales y espirituales de los gobernados, y para ello debe proveer las condiciones apropiadas; seguridad y libertad. Seguridad de que no vendrá nadie a quitarme lo mío y libertad para crecer económicamente sin ser considerado un delincuente.
Estoy de acuerdo en que el gobierno no debe ser paternalista, aunque proteja a los desvalidos mediante un sistema de seguridad social apropiado, pero los comunistas escogieron el paternalismo como método para gobernar al convertirse en dueños de todo, tierras, fábricas, comercios y hombres. Por coacción o a la fuerza, los comunistas acabaron con las economías de los países donde han gobernado.
China y Vietnam son las excepciones que justifican la regla, al aplicar las leyes del mercado a sus economías, es ingenuo o malvado, atribuir el desarrollo económico alcanzado en esos dos países sólo al tesón y la disciplina de sus pueblos, es cierto que estos son elementos necesarios, pero lo que sí es imprescindible es un ambiente de libertad económica y de mercado que el castrismo se niega a conceder.
El sistema económico aplicado por la dirigencia castro comunista tiene más similitud con el esclavismo que con cualquier otro sistema que haya conocido la humanidad. La relación de dependencia establecida entre el gobernante y los gobernados es paternalista en ambos sistemas, al igual que tanto el esclavo como el ciudadano de estos países están totalmente desposeídos.
Por analogía, el sistema comunista pasará a la historia como un experimento desagradable que se convirtió en el camino más largo y doloroso para llegar al capitalismo, o como le dicen los chinos, ¨socialismo de mercado¨.
hildebrando.chaviano@yahoo.com
http://hchaviano5.blogspot.com



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