martes, 6 de abril de 2010

OTRO ANIVERSARIO

Amenazas, insultos, promesas, represión y mentiras. Eso fue el discurso del 4 de abril emitido por el presidente Raúl Castro. Por la letra está entre el tango y la ranchera mejicana, por la música, parece un reguetón. Los jóvenes se preguntarán: ¿Y esto es la revolución?, ¿Esto es el socialismo?
Un grupo de ancianos reacios a abandonar el poder pretende seguir con la manipulación de cada generación de cubanos a la que se enfrenta y para lograrlo utilizan el mismo discurso que nos ha traído hasta aquí, como los caballeros de la Mesa Redonda (la de Arturo), en busca del Santo Grial, pero sin honor.
No hay reconciliación a ojos vista, ni desarrollo, ni libertades de las que se hablaba en la Historia me Absolverá. El fundamentalismo castrista ha sumido a Cuba en la miseria, el odio y el miedo, el engaño como política de estado, la represión como filosofía y la apatía, la frustración y la impotencia como resultado final.
Es posible que se las arreglen para seguir ahí, decrépitamente obcecados con el poder, mientras que una nueva hornada de jóvenes entre atemorizados, engañados y oportunistas les hace el juego, pero lo que sí es seguro, es que mientras continúe este experimento diabólico, en nuestra patria no habrá paz, ni desarrollo económico, y cada vez más nos convertiremos en una nueva Haití, eso sí, con médicos, para morirnos de hambre llenos de salud.

hildebrando.chaviano@yahoo.com
http://hchaviano5.blogspot.com

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