martes, 30 de julio de 2013

La Nación Perdida.



El 23 de julio de 1953, Raúl Gómez García redactó el llamado Manifiesto del Moncada, 60 años después, parece un documento escrito en este año 2013. Hasta ese punto llega el incumplimiento de los ideales que llevaron a un grupo de jóvenes a alzarse contra la dictadura de turno. Sirva de referencia su párrafo J, “La Revolución declara su respeto absoluto y reverente por la Constitución que se dio el pueblo en 1940 y la restablece como Código Oficial.”
Debieron pasar 17 años después del triunfo de la revolución, para que los cubanos tuviéramos una constitución, pero esta no fue la prometida durante todo el proceso insurreccional, sino una espuria constitución socialista que constituye una burla a toda la sangre derramada por los ideales de democracia, libertad y desarrollo económico.
No obstante, hay algunos detalles que diferencian la dictadura de Fulgencio Batista de la actual; los miles de cubanos presos, fusilados, exiliados y ahogados en el Estrecho de La Florida, marcan la diferencia. Si sumamos el retroceso económico, la falta absoluta de libertades ciudadanas y lo prolongado de esta dictadura, en una escala del 1 al 10 los Castro tendrían 10 puntos y Batista 1.
Si de conciencia cívica se trata, la juventud cubana actual no sabe ni siquiera qué es eso, más de cinco décadas de adoctrinamiento, engaño y terror, ha embotado la capacidad de razonar de los cubanos. Cuando un cubano de estos tiempos llega a formarse un juicio que se aparta de los conceptos oficiales, de inmediato su policía interno le dice que está equivocado, que si el partido y el máximo líder quieren las cosas torcidas, es porque así están mejor. Si insiste, ya otros se encargarán de hacerle ver lo confundido que está, y lo peligroso de su confusión.
De esta juventud aletargada, materialista e hipócrita, que solo ve la solución a sus problemas en un viaje de no regreso  a los Estados Unidos, España, Italia o Angola, no se puede esperar civismo ni rebeldía, el egoísmo es su filosofía y la sobrevivencia a cualquier precio su razón de ser.
Las ideas de Marx, Lenin, Fidel, El Ché;  los formadores del “hombre nuevo”, son las que han llevado a la degeneración social de la que se lamentan hoy los que la provocaron, solo el regreso a los universales valores cristianos salvará a Cuba de la desaparición a que está condenada por la irresponsabilidad de sus líderes.
Se necesita un trabajo profundo que reinstaure los valores morales y cívicos que permitieron a la generación del Centenario percatarse de que las cosas no estaban bien en Cuba. Martí debe bajar de las academias y los altos centros de estudio y ser conocido en las escuelas primarias, La Edad de Oro debe ser asignatura permanente en la enseñanza de los niños y jóvenes.
hildebrando.chaviano@yahoo.com




martes, 23 de julio de 2013

Perro Huevero…



Después de tantos años de querer limpiar la imagen guerrerista, pendenciera y torpe que le es consustancial, el gobierno cubano, una vez más y como quien no quiere tener buenas relaciones con el vecino del norte, acaba de cagarla. De nada valdrán las explicaciones infantiles de que el armamento era antediluviano, o que el viaje era de ida y vuelta.
En el manifiesto del barco no aparecían las armas declaradas entre las mercancías llevadas a bordo, las escondieron chapuceramente como un perro esconde un hueso, y lo más importante, está prohibido por las Naciones Unidas llevar armamento de guerra a la dinastía anti-popular y anti-democrática de Corea. O bien alguien se quiso pasar de listo y ayudar aunque fuera simbólicamente a un amigo en desgracia, o a Raúl Castro le están serruchando el piso.
Estos disparates son una costumbre en la política exterior cubana, sobre todo cuando más mala es la situación interna, como si quisieran desviar la atención del fracaso de los cambios, actualizaciones y cacharreos al socialismo del siglo XXI. Carter aflojó la mano y Castro I le mandó más de cien mil cubanos por el Mariel entre ellos presidiarios, locos y agentes del G-2. Clinton buscó acercarse, incluso se negó a firmar en un inicio la Ley Helms-Burton, y fueron derribadas dos avionetas que no constituían ningún peligro para la seguridad cubana, ahora Obama reinicia las conversaciones sobre temas migratorios con esperanzas de más, y justo en este momento se les ocurre que hay que reparar cohetes y aviones en el país que se lleva las palmas en agresividad y desafío al mundo entero.
Parodiando a un enemigo inveterado de la paz; en los castristas no se puede creer ni un tantico así, son terroristas desde antes de la toma del poder en 1959, y amigos de terroristas. ¿Qué dirán los defensores de los viejitos de Birán en los Estados Unidos y en el resto del mundo? …aunque le quemen el hocico, huevero se queda.


Siempre fue así.



Los recientes resultados del equipo cubano de béisbol de mayores (promedio de edad de 26,6 años), frente a un equipo universitario de los Estados Unidos (edad promedio alrededor de los 21 años), son los mismos que tenían aquellos equipos de la época dorada del deporte revolucionario recibidos como héroes por el comandante en jefe en persona, cuando lograban ganar apretadamente en un enfrentamiento contra los “yanquis”.
El patrioterismo obligaba a ver como enemigos a jóvenes estudiantes que se divertían jugando pelota sin presiones gubernamentales ni odios chovinistas. Ganaban y perdían apretadamente sin que aquellos encuentros provocaran una conmoción nacional en Norteamérica.
Ya en Cuba se ha tomado conciencia de que ni los peloteros norteamericanos son enemigos, ni  el béisbol cubano es el mejor del mundo, ahora se ve con claridad que aquellas victorias frente a equipos escolares hicieron más daño que bien al desarrollo de la pelota nacional, la visión de la realidad se distorsionó por completo empañada en la euforia triunfalista de un deporte politizado en beneficio de un gobernante.



martes, 16 de julio de 2013

El Hombre Nuevo.


Según el diario Granma, las investigaciones realizadas en centros de estudio cubanos sobre el tema de la formación de conductas, servirán para que las congregaciones religiosas ayuden a los comunistas, ateos y marxistas leninistas gobernantes, a reeducar a una ciudadanía descarriada en lo que a valores y hábitos de conducta se refiere.
No se dice nada de regresar a los valores cristianos que formaron a tantas generaciones de patriotas y hombres de bien, ni de devolver a las iglesias los inmuebles que estas dedicaban a la educación y que fueron decomisados por las autoridades de la revolución triunfante en 1959.
Ahora los centros de estudios del gobierno causante de la deformación moral y educacional de los cubanos, trazarán las pautas a las iglesias sobre qué es lo más conveniente para el Estado socialista en cuanto a educación se refiere. Todo seguirá igual, ni la economía irá a ninguna parte con estos personajes en el poder, ni se recuperarán los valores perdidos en tantos años de grosería institucional.
Las familias cubanas perdieron la posibilidad de criar a sus hijos en los principios y valores útiles a la sociedad, porque el pensador en jefe decidió que serían mejor criados lejos de los padres, en becas donde el contacto familiar sería una vez al mes  y los niños y jóvenes podían ser deformados como hombres nuevos, ateos, irrespetuosos con los mayores, desobedientes a la autoridad y agresivos como perros de presa, guerrilleros internacionalistas dispuestos a matar negros en África, árabes en Argelia o mestizos en América, como el Ché.


Destrucción.



El FOCSA, edificio ubicado entre las calles M, N, 17 y 19 en el Vedado, es considerado una de las siete maravillas de la ingeniería civil cubana. Su construcción duró dos años y cuatro meses. Cuando se terminó en el año 1956, despertó sensación en la población por su novedad tecnológica y marcó el comienzo de la era de los edificios altos habaneros. Posee una altura de 121 metros, consta de 29 pisos con 373 apartamentos con vista al mar. Tiene un área de estacionamiento con capacidad para 500 automóviles, un piso de oficinas, un jardín con piscina y la planta baja está ocupada por tiendas, restaurantes, cafeterías, un banco y una oficina de correos. En la torre, se encuentra el restaurante que lleva precisamente este nombre.
Hasta aquí la historia. A lo largo de sus casi seis décadas de existencia, el FOCSA se ha visto sometido a la agresión de la ineptitud revolucionaria. Escuela de becarios de secundaria básica, hotel, albergue para estudiantes extranjeros, oficinas  y unidades militares con radares incluidos. Su hermoso jardín donde crecían cocoteros y almendros, llegó a ser una huerta ruinosa, una de las piscinas desapareció al ser convertida en  cisterna, la otra permanece vacía nadie sabe por qué razón. Su fauna; caracoles, mariposas, grillos, lagartijas, lombrices de tierra, la rana más pequeña del mundo, todo murió, a duras penas un jardinero con un machete lo mantiene con algo de decoro.
La prolongada reparación que sufrió hace unos años, fue una verdadera chapucería que sirvió para justificar un gigantesco desvío de recursos (fraude) que nunca ha sido aclarado a pesar de que fue algo escandaloso.
Hoy se asiste a otra etapa en el desguace del edificio. Algunas entidades como la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba Sociedad Anónima (ETECSA) y COPEXTEL, se han dado a la tarea de convertir en oficinas los locales originalmente diseñados como apartamentos familiares, sin tener en cuenta cuantas paredes haya que derribar. El exceso de personal burocrático traerá aparejado el sobre uso de los ascensores y las bombas de agua, con el consabido perjuicio a los propietarios residentes.
La entidad administradora del inmueble, Palacio de Convenciones (PALCO), cobra una cifra exorbitante a las empresas arrendatarias, pero es el caso que dado que todas las entidades involucradas pertenecen al monopolio Estado Cubano, el dinero pasa de un bolsillo a otro del mismo dueño, aunque de vez en cuando, con tanto trasiego, algo  cae en otras manos.
El resto de los apartamentos vacíos seguirá así, entre el canibalismo y el abandono hasta que las afectaciones sean de tal magnitud que no haya nada que salvar o arrendar o robar.


Periodismo Digital. Desafío.

 


Con el desarrollo de los medios de comunicación los retos para el periodismo no han cambiado, puede decirse que se han vuelto más complejos. Por una parte los periodistas han ganado en independencia e inmediatez, pero estas ventajas obligan a ser cada vez más creativo, a realizar un periodismo diferente que logre ser atractivo para un nuevo público que incluye a  los posibles patrocinadores del producto.
Este patrocinio proveniente de donantes particulares y organizaciones no gubernamentales, es de todo punto de vista imprescindible para mantener un nivel de sustentabilidad adecuado; teléfonos, computadoras, fax,  impresoras, cámaras fotográficas, memorias flash, acceso a las comunicaciones en línea, permiten la existencia de órganos de prensa que si bien tienen carácter no lucrativo, son consumidores de estos recursos. En vista de que generalmente los colaboradores y personal de plantilla de periódicos y revistas digitales independientes se dedican a tiempo completo a las labores de investigación, redacción, etc. el financiamiento debería alcanzar para el sostenimiento de sus necesidades personales.
Investigación social, presentación amena de temas interesantes para la comunidad local o nacional y difusión de las publicaciones dentro de la propia comunidad. Este último aspecto, bastante difícil en sociedades con limitado acceso a Internet como la cubana, por lo que se hace necesario en las actuales circunstancias, hallar vías alternativas con la finalidad de hacer llegar la información al destinatario que lo mismo puede ser un activista social que un incipiente hombre de negocios.
La realidad cubana no permite hacerse muchas ilusiones con respecto a las nuevas formas de hacer periodismo, no obstante, la distribución gratuita de ejemplares impresos, aún en forma limitada, ayudaría a romper el monopolio estatal sobre la información. El Estado y las instituciones oficiales, sin embargo, reciben de primera mano la información que aunque sea a regañadientes, utilizan para tomar el pulso a la sociedad  salvar obstáculos y ganar tiempo.
La prensa independiente como se ve en la actualidad en Estados Unidos, Argentina, México y España, no será posible en Cuba  mientras los cubanos no tengan acceso a Internet en sus casas con sus propias computadoras, ni los periodistas puedan procurar y obtener información de  bases de datos o funcionarios del Estado, así como  que sea un delito informar sin  autorización sobre asuntos de interés para la ciudadanía. Todo lo más que puede hacer el periodista independiente cubano es ser buen observador, creativo, veraz, valiente, trabajador y fiel a sí mismo. El resto está en las manos de otros.


Otro Agujerito en el Muro.

 

Como ocurrió en el caso del marabú, el Presidente se acaba de enterar que los niveles de corrupción y mala educación entre la población cubana son olímpicos. Lo que la prensa independiente se ha encargado de denunciar durante decenios y  últimamente algunos amigos ingenuos del régimen, hoy forma parte de otra campaña en la que los gobernantes se quitan de encima la responsabilidad, y como por arte de magia hacen aparecer ante la opinión pública los efectos como  causas. Los  valores éticos y las buenas costumbres fueron declarados valores y costumbres burguesas y por ende, proscrita su práctica por ser contrarios a los principios revolucionarios y marxistas leninistas. La acción concertada de todos los factores sociales será inútil cuando los encargados de revertir los males son ellos mismos portadores de estos.
Entre las transformaciones que el proceso iniciado el 1° de enero de 1959 ha traído a Cuba, están precisamente estas,  que junto a la improductividad, conforman el modelo socialista cubano. En los primeros años de la República se hizo famosa una frase muy afín con el sentido moral imperante en la época, “Tiburón se baña, pero salpica”, en la Cuba de hoy, los tiburones son muchos, y las salpicaduras alcanzan todos los niveles de la sociedad.
De ahí que a partir del acceso al trono de Castro II, los decapitados por corrupción se cuenten por decenas entre la dirigencia partidista, y pueden estar seguros que la saga de delincuentes de cuello blanco continuará, pues no es la falta de control ni la indisciplina social lo que provoca la malversación, sino el mal ejemplo, la miseria imperante y la falta de transparencia.
Los delitos de carácter económico ocupan los primeros lugares en la tasa de criminalidad del país, y no puede ser de otro modo en un lugar donde hay un único dueño al que todos se sienten con derecho a arrebatarle algo de lo usurpado, vaya, algo así como aquello de que “ladrón que roba a otro ladrón tiene cien años de perdón”.
Este dueño acaba de declarar en la voz del obeso vicepresidente del Consejo de Ministros, Marino Murillo Jorge, que “el 81% de la tierra es propiedad del pueblo, representado por el Estado” (sic, versión taquigráfica del diario Granma).  Expresión más cínica es difícil de hallar en el discurso de un dirigente, aunque es habitual entre los jefes en Cuba. Hace años, en una asamblea de servicios donde uno de los temas a debate era la calidad de la comida en el comedor obrero, el representante de la administración en la mesa, sostuvo que el almuerzo ofertado  sí era opcional aunque el menú consistiera solo en huevo frito, chícharos y arroz. La opción para este personaje consistía en que el trabajador era libre de decidir si se lo comía o no.
El Presidente cubano, en su discurso ante la Asamblea Nacional, no ha hecho otra cosa que repetir lo que aparece a diario en la prensa independiente, aunque sin dar el crédito de las denuncias a los llamados “mercenarios”, ¿de dónde sino extrae la información que los periodistas oficiales no se atreven o no les es permitido publicar?
Ahora los cubanos deben prepararse para otra ofensiva revolucionaria en la que decir coño puede ser penado o merecer aunque sea un mitin de repudio (sin malas palabras, por supuesto), y salir del aula con un mocho de tiza en el bolsillo puede conllevar la expulsión del sistema de educación.

Se Cayó la Grúa.


La grúa que de forma permanente presta servicios en la Tribuna Anti imperialista, se vino a tierra este jueves sin causar víctimas y solo daños materiales que no son nada, comparados con los gastos que acarrea el uso del mencionado equipo, más la limpieza, pintura y mano de obra utilizada en el mantenimiento de las astas de las banderas.
Este conjunto monumental  faraónico y feo, ubicado frente a la entrada principal de la Oficina de Intereses de los Estados Unidos, fue concebido por Fidel Castro en una perreta provocada por el letrero lumínico informativo que entró en funcionamiento  en la fachada del inmueble durante el mandato del señor James Cason al frente de dicha sede diplomática.
El letrero en cuestión apenas era visible, pero de todos modos el máximo líder lo tomó como una afrenta personal y de ahí la idea de ocultarlo con un bosque de banderas, unas veces negras y otras la enseña nacional en versión múltiple, a lo Andy Warrol. Un día el letrero no apareció más pero las astas quedaron allí, enhiestas, fálicas, utilizadas solo en alguna que otra celebración de rutina y con una grúa para solo para ellas.


martes, 9 de julio de 2013

Enhorabuena



El domingo 30 de junio se rompió la maldición sobre la pelota de las Grandes Ligas Norteamericanas en la televisión nacional. Algo ocurrió, unas llamadas telefónicas de un aficionado por aquí, algún que otro artículo referente al asunto en la prensa digital independiente, y como por arte de magia se cayó el muro.
Al ser excomulgado el deporte profesional de la isla, por decisión unilateral de quien lo decidía todo en Cuba, la pelota de Grandes Ligas pasó a ser un enemigo más de la Revolución, nadie se lo pudo explicar nunca y nadie se atrevió a pedir razones de semejante disparate; quizás todo tuvo su origen cuando el otrora joven estudiante fue rechazado por los caza talentos del deporte rentado debido a su ineptitud, o a su odio visceral a Norteamérica. Lo cierto es que debido a la brillante y revolucionaria medida de levantar una muralla alrededor del deporte, la calidad de la pelota cubana se alejó cada vez más de la realidad circundante.
Amparado en el espejismo creado al competir los peloteros profesionales y mal pagados del patio con los imberbes peloteros-estudiantes del norte, o con los trabajadores-aficionados a la pelota de otras partes del mundo, se creó el mito de la invencibilidad de los equipos cubanos de béisbol. De pronto, todo se derrumbó, Cuba dejó de coleccionar campeonatos cuando los profesionales de otras partes del mundo incursionaron en las competiciones que de fiestas patrias pasaron a ser fechas de duelo nacional.
La señal que llega es clara, el gobierno cubano necesita ideas, su manantial de pensamiento está seco hace decenios y es la ciudadanía la que puede aportar ideas frescas a un sistema momificado basado en las elucubraciones, fantasías y caprichos de una sola persona llena de odios y resentimientos.
Lo que hace apenas un mes era considerado un sueño imposible por los conocedores del tema, hoy es realidad como si siempre hubiera estado ahí, justo en Tele Rebelde, el canal de los deportes. Los mismos locutores aparecen tan tranquilos narrando un partido entre los Bravos de Atlanta y los Nacionales de Washington. ¿Dónde estaba entonces el peligro? ¿Qué cambió en los comentaristas deportivos? ¿Dejaron estos de ser cubanos? ¿Dejarán los industrialistas a su equipo, por seguir a los Tigres de Detroit? Esto demuestra que las censuras y prohibiciones absurdas padecidas por los cubanos a lo largo de más de medio siglo, han sido, en el mejor de los casos, aberrantes comeduras de mierda.
Ahora falta el otro paso, televisar partidos donde aparezcan la docena o más de cubanos que ponen el nombre de Cuba bien alto en las ligas mayores, los que harán olvidar la vergüenza de perder o ganar con apuros ante equipos sin historia, y mirar adelante, a un futuro con peloteros bien alimentados, bien entrenados, y mejor pagados.

Los Rosenberg, Manning, Snowden, Aspillaga y Borges.



El espionaje se ha puesto de moda. Ocupación tan antigua como  la prostitución, es, como esta, celebrado por unos y criticado por otros, según el lado que ocupen en la ecuación. Héroes, villanos, patriotas o traidores, de todo un poco, de James Bond a Mata Hari, a veces no se sabe con certeza dónde empieza o termina la ficción.
En 1953, casi finalizada la Guerra de Corea, los esposos Ethel y Julius Rosenberg fueron detenidos, enjuiciados y ejecutados por espiar a favor de la Unión Soviética. Acusados de facilitar información vital a la potencia extranjera para fabricar la bomba atómica y con ello, quitar la hegemonía nuclear a los Estados Unidos de Norteamérica, la patria de la pareja.
Las fuerzas de la izquierda a nivel mundial lanzaron una campaña en defensa de la inocencia de los esposos que todavía hoy, a 60 años de los hechos, insisten en sostener a pesar de que en 1990, al publicarse las memorias de Nikita Kruschev, pudo verse como este alaba al matrimonio por su “muy significativa ayuda en acelerar la producción de nuestra bomba atómica”. En 1995, después de terminada la Guerra Fría, investigaciones realizadas demostraron que en efecto, Julius Rosenberg hizo labor de espionaje a favor de la Unión Soviética.
Los Rosenberg, o más bien Julius, como todo espía, sabía lo que arriesgaba y aun así lo hizo. Su esposa fue una víctima de los odios que se generan por razones políticas e ideológicas y que consumen con sus llamas a países enteros.
Manning y Snowden, por su parte, no son los espías clásicos, son reveladores de secretos que han puesto en peligro la seguridad de su país en un quimérico afán  de hacer justicia o en un personal deseo de venganza a la vez que de satisfacción del ego, sin medir el daño que podrían causar con su acción. Está bien lo de ir en contra de los poderes establecidos por defender supuestos principios, pero el que lo hace debe también estar dispuesto a asumir las consecuencias.
En Cuba se han dado casos de espías que en algún momento hicieron crisis de fe, uno de ellos, Aspillaga, fue objeto de un atentado  organizado y ejecutado por la Seguridad del Estado cubana en un país europeo, como represalia por haber hecho pública una lista de agentes de la Inteligencia destacados en diferentes países. El otro, Ernesto Borges, ni siquiera llegó a pasar información, solo lo intentó, y por eso, cumple en estos momentos  30 años de cárcel.
Durante todos los años  que lleva Borges en prisión, sus amigos, familiares y defensores de los derechos civiles, han abogado por el trato justo al reo, la atención médica y hospitalaria, y el cumplimiento del Reglamento de Cárceles y Prisiones; de acuerdo con las leyes cubanas, cometió un delito y a nadie se le ha ocurrido pedir la libertad o reclamar la inocencia del ex oficial de la Contra Inteligencia.
Para los antinorteamericanos,  toda acción que vaya en detrimento de los Estados Unidos, está justificada;  locos, delincuentes, fanáticos y terroristas, se convierten en héroes para comunistas frustrados, envidiosos y otras malas hierbas que pueblan el planeta. Para estos personajes, lo de las Torres Gemelas fue una autoagresión planeada por el Gobierno norteamericano o un castigo divino, y los que ayudaron con su información al derribo bestial de las dos aeronaves de Hermanos al Rescate, son inocentes ciudadanos que querían evitar  el bombardeo del Malecón habanero con peligrosas hojitas de papel.










martes, 2 de julio de 2013

De Necesitados a Cadáveres.





En el inmueble marcado con el número 205 de la calle 6 entre 11 y Línea, en el Vedado, está a punto de ocurrir una catástrofe. Por puro milagro, ayudado con vigas de madera a manera de muletas, el edificio se mantiene en pie aunque ya haya perdido una buena parte de la azotea.
Los vecinos que aún viven en él a riesgo de sus propias vidas, se niegan a ser trasladados a albergues que nunca podrían sustituir lo que ha sido su hogar durante decenas de años. Ancianos, niños, jubilados, trabajadores,  estudiantes y amas de casa son víctimas de la indolencia gubernamental.
El pueblo sufre callado mientras el Consejo de Estado, el Ministerio de las Fuerzas Armadas, el Ministerio del Interior, el Poder Popular y otros organismos pertenecientes a la Administración Central del Estado, mantienen desocupados miles de inmuebles que se deterioran en el abandono y el desuso.
Capricho, egoísmo, o maldad monda y lironda, es lo que mueve a los dirigentes cubanos a no hacer nada, a esperar que por falta de mantenimiento los edificios se les derrumben encima a las personas, mientras ellos viven plácidamente en las mejores casas de los mejores barrios de La Habana, heredadas de la burguesía que abandonó el país en los primeros años después del triunfo de la revolución.

Se entiende que cuando los dirigentes hablan de defender las conquistas se refieren a sus mansiones, palacetes, fincas y cotos de caza, nunca a las cuarterías de La Habana, o a los edificios en ruinas como el de la calle 6 número 205. De qué valen las reuniones del Poder Popular cuando el país sigue gobernado por sordos a conveniencia y oportunistas insensibles.
hchaviano5@gmail.com