lunes, 18 de mayo de 2015

Ver para Creer.


Publicado en DDC
El diario “Granma”, en su edición del miércoles 15 de abril, trae un tímido mensaje de apertura escondido en un artículo dedicado al sistema electoral cubano. La mención de que -“En el proceso de elecciones a delegados a las Asambleas Municipales el voto se caracteriza  por ser: libre, igual, secreto, directo, nominal y preferencial  (Prieto Valdés y Pérez  Hernandez, Cuba)” puede que no llamara la atención de muchos lectores que prefieren ir directo a la página deportiva o a la cartelera de la televisión cubana, acostumbrados a que el susodicho órgano de prensa no diga casi nunca algo digno de ser leído.
Sin embargo, esta vez los mencionados autores hacen un aporte a la mismísima Constitución de la República cuando explican por qué el voto es igual, y es que “todo ciudadano tiene derecho a un solo voto y con igual valor, sin tener en cuenta raza, creencias religiosas, color de la piel, posición política.”
El texto, aunque incompleto en mi opinión, está avalado e inspirado  a todas luces en el Artículo 42 de la Constitución cubana, que expresa: “La discriminación por motivo de raza, color de la piel, sexo, origen nacional, creencias religiosas y cualquier otra lesiva a la dignidad humana, esta proscrita y es sancionada por  la ley.”
La sustitución no obstante, de “cualquier otra lesiva a la dignidad humana”, por la más específica “posición política”, llama la atención por ser primera vez que en el órgano oficial del partido comunista aparece una mención admitiendo que en Cuba existan diferentes posiciones políticas y sobre todo, que tienen igual valor.
El reconocimiento expreso por los juristas mencionados de que el pensamiento político cubano no es uno solo, sino que es rico en su diversidad como en cualquier otro país  del globo, es el primer  gesto público que podría conducir al levantamiento del férreo bloqueo a las ideas impuesto desde el año 1959. Algunos quizás piensen que el gobierno está manipulando un tema tan sensible para congraciarse con algunos amigos antiguos y nuevos, pero a esta altura especular con palabras  bonitas no parece inteligente.
Por otra parte, y arriesgando que me acusen de soñador, iluso y hasta colaboracionista, esto bien podría ser el antecedente de los futuros cambios anunciados en una Constitución obsoleta cuyas raíces datan de 1917 y que dejó de ser justificable hace mucho sobre todo en América Latina, entorno natural en el que Cuba busca insertarse pero donde la izquierda no es roja del todo sino más bien rosada, respetando de manera general la economía de mercado y las instituciones democráticas.
En realidad la excepción al pragmatismo político de la izquierda latinoamericana lo constituye la Venezuela chavista que tomada de la mano de Castro I dio un salto al abismo en el cual no parece querer acompañarla Castro II, que cada vez se aleja más de su antecesor desbaratando como puede  el andamiaje absolutista heredado.
Triana Cordovi en Economía, Prieto Valdés y Pérez Hernández en Derecho, son por el momento aisladas voces autorizadas cuyo discurso académico no tiene nada que ver con el socialismo real defendido a gritos y golpes en Panamá hace unos días.
Toda la sociedad cubana está en el deber de forzar los cambios necesarios. De la misma forma que según esos ilustres profesores es igual de válido el voto de los que tienen diferente posición política, así lo es la candidatura de cualquiera que no profese la fe comunista.
La discriminación motivada por razones de ideas políticas es tan lesiva a la dignidad humana como la discriminación racial y un cambio al respecto en el discurso oficial atemperado a los tiempos que corren, iría en el camino de sustituir los absurdos odios ideológicos por la tolerancia y el dialogo civilizado entre todos los cubanos, por el bien de Cuba.


Solidaridad o Productividad.


Publicado en Amanecer Habanero
Solidaridad, esa es la palabra preferida de los gobernantes cubanos. Gracias a la solidaridad de la ex Unión Soviética, se mantuvo con vida el experimento llamado revolución                                         desde principios de los años sesenta hasta el derrumbe definitivo del imperio; grandes y costosos planes sociales en los renglones de la salud pública y la educación fundamentalmente, pleno empleo sin productividad e incluso cooperación gratuita con gobiernos amigos.
Todo esto a costa de lo producido por los trabajadores del gigante euro asiático, obligados a subsidiar la debacle económica cubana, sin esperanzas de recuperar alguna vez ni la más mínima parte de su esfuerzo.
A partir de la improductividad alcanzada por los trabajadores cubanos lo mismo en los campos que en fábricas y talleres, los préstamos y donaciones se convirtieron en algo de vida o muerte para Cuba. El dinero y demás recursos venidos de la madrecita URSS evitaron  en más de una ocasión el colapso del país.
No obstante toda aquella ayuda, las autoridades cubanas lejos de invertir  en desarrollar la industria o la agricultura aplicando nuevas tecnologías, se dedicaron a apoyar, promover y financiar guerrillas e invasiones mientras lo que resultó ser la inversión coyuntural, se centró en la formación de médicos destinados más tarde a la exportación, y en la construcción de hoteles para turistas extranjeros.
La inversión, porque  de alguna forma ha de llamarse a la explotación a que se ven sometidos los médicos y demás trabajadores cubanos en el exterior, ha servido para salvar por el momento las finanzas del Estado cubano, al convertir las llamadas misiones de colaboración en la principal fuente de divisas con que cuenta el país junto con las remesas familiares y en menor medida el turismo.
Por supuesto que de estos tres renglones, el único que aporta al producto interno bruto es el turismo, de ahí que una vez más el anhelado crecimiento económico es en realidad un espejismo, y el sostén que todos esperan es la llevada y traída solidaridad, da lo mismo que la ayuda venga de Venezuela que del Congo, lo que hace falta es que llegue para mantener la imagen de que el socialismo en Cuba va viento en popa y el desarrollo sostenible solo depende de lo que los amigos puedan aportar.
En esta batalla eterna en procura de ayuda, el gobierno cubano sufrió un encontronazo cuando hace unos días un alto representante del gobierno chino de visita en La Habana, dijo una frase lapidaria, lo que buscan los chinos en las relaciones con otros países es una política de “ganar-ganar”, o sea, que no  van a regalar nada, pero dejan ver la oportunidad de obtener beneficios mutuos en una relación comercial normal donde ningún país se convierta necesariamente en la sanguijuela de otro invocando la solidaridad. Por supuesto que estos planteamientos egoístas propios del capitalismo en el que han sucumbido los camaradas chinos, no deben haber caído nada bien entre los esperanzados camaradas de La Habana.
Todavía a estas alturas el gobierno cubano prefiere la ayuda del exterior antes que el desarrollo de la propia economía, haciendo gala de una maña especial para practicar la mendicidad y a la vez lucir victorioso.
Cada vez que a lo largo de nuestra historia socialista la economía cubana parecía ir bien, coincidía  con un incremento de la ayuda exterior que falseaba los verdaderos resultados como ocurrió en los años ochenta cuando veíamos los hoy añorados “mercaditos” llenos de productos provenientes del bloque soviético y que dicho sea de paso, nunca se pagaron.
La proclamación del periodo especial para tiempos de paz fue el reconocimiento oficial de que lo poco o lo mucho que se había logrado hasta ese momento en todos los órdenes, no era debido a la dirección magistral del país por el líder absoluto y su partido único, ni por las bondades del sistema político y económico vigente, sino por la condición de satélite privilegiado de la URSS que ostentó Cuba por tres décadas.
De continuar en la creencia de que la mejor opción es la economía estatal centralizada ahora en feliz concubinato con los capitalistas inversores extranjeros, el país seguirá empobrecido y azotado por la corrupción y la ineptitud de los mandamases criollos, sumadas a la falta de escrúpulos de los señores capitalistas que los ayudarán a construir el socialismo o lo que es en realidad, un modelo de capitalismo monopolista de estado pasado de época y con demostrada disfuncionalidad.






Resucitar el pasado.


Publicado en DDC
Aunque parezca increíble, el modelo económico que pretende imponerse en esta Cuba del siglo XXI, data de los comienzos del siglo pasado. Su antecedente es la llamada nueva política económica (NEP), propuesta por Lenin cuando los primeros pasos del socialismo real eran demasiado tambaleantes y el hambre, eterna compañera de ese sistema, amenazaba con  no dejar un ruso vivo. Después llegó Stalin y aquello quedó en el olvido.
Lleno de entusiasmo, un periodista del diario Granma canta loas al líder bolchevique y a su seguidor en las Antillas, y presenta como algo novedoso lo que no fue más que una medida de emergencia encaminada a enfrentar errores previos de cualquier modo consustanciales al sistema y por ende inevitables.
La idea  de que el Estado sea el único propietario de los medios de producción lo convierte de hecho en dueño de los propios trabajadores. Esta fue una idea que pudo parecerle buena en 1920 a Vladimir Ilich, pero exhumarla casi cien años después es sencillamente necrofilia. Que la experiencia estalinista  aplicada en Cuba haya resultado un absoluto fracaso, no valida a la nueva política económica de Lenin que de nueva no tiene nada.
El Estado ha demostrado en toda época y lugar ser un pésimo administrador y el asunto va más allá de posiciones ideológicas, se trata de la corrupción institucional que genera al estilo de las empresas Aero Caribbean  y Rio Zaza en Cuba, y Petrobras en Brasil, y dejo la lista ahí para no aburrir. Cuando se dice que el pueblo es propietario de  los medios de producción, el administrador de esos medios se lo cree, y en nombre del pueblo se siente en el derecho de disponer de ellos a su antojo, generalmente para su propio beneficio o por simple populismo.
Lo anterior ha sido la norma, ningún sistema de control por bien concebido que sea puede evitar que el robo, el soborno, la prevaricación, el cohecho, y demás delitos derivados de la falta de transparencia del sistema, y la impunidad de los dirigentes, continúen golpeando la economía y la moral de la sociedad.
En realidad, es tan engorroso lograr en nuestro país algún resultado económico medianamente aceptable, que las sustituciones, demociones, truenes y defenestraciones, son una práctica habitual y aceptada por los administradores y demás dirigentes de organismos y empresas estatales como obra del destino. Ni siquiera la posibilidad de ir a prisión logra inhibir a los malversadores y mil cursos de economía no son suficientes para hacer que funcione lo que nació disfuncional en 1917.
Las quince repúblicas soviéticas, la decena de países satélites del este de Europa, la China comunista, Vietnam y Yugoslavia, tuvieron que sacudirse de encima el sistema de economía estatal centralizada para salir del subdesarrollo tercermundista en que se encontraban durante la gloriosa época de la construcción del paraíso en la tierra. Los países cuyos líderes siguen con empecinamiento las banderas del marxismo-leninismo (Corea del Norte y Cuba), son ejemplo vivo de lo que no se debe hacer, ambos países superviven gracias a la ayuda suministrada por amigos y enemigos capitalistas.
Venezuela, inducida al socialismo real por el campeón de los planes económicos fracasados, se enfrenta a su versión andina del periodo especial para tiempos de paz y para no ser original, culpa del desastre  a los especuladores, a los capitalistas vende patria, a los políticos traidores, al grupúsculo integrado por el 49% de los venezolanos que no votó por el socialismo, a la contrarrevolución, a la OEA y por qué no, al imperio del norte que antes compraba el petróleo caro y ahora lo compra barato.
Da escalofríos que hoy se plantee como cosa seria, que el pensamiento económico de Lenin, está presente en la actualización del modelo económico cubano. A falta de nuevas ideas, el gobernante y su corte prefieren repetir el libreto de más socialismo con todo el daño que conlleva.
Ni la rectificación de errores y tendencias negativas, ni la actualización del modelo ni cualquier otro ensayo que se les ocurra, sin importar que nombre quieran ponerle, van a resolver el problema principal que es la falta de libertad de las fuerzas productivas, el aplastamiento de los emprendedores por la maquinaria estatal y la carencia de liderazgo real de las nuevas generaciones, imposibilitadas de conocer como se mueve el mundo del siglo XXI y sin facultades para escoger su futuro por estar atados a un pasado que nunca fue mejor.


Los sin Poder.


Publicado en DDC
Segunda vuelta en las elecciones del Poder Popular en la Circunscripción #7 del municipio Plaza de la Revolución. Tranquilidad absoluta, poca afluencia de votantes, ningún curioso, al fin se toman un descanso los oficiales de la Seguridad del Estado, tampoco hay prensa nacional o extranjera cubriendo el evento, los nervios están relajados. Las elecciones municipales vuelven a su rutina.
El fenómeno ocurrido el domingo 19 de abril dejó experiencias, algunos resquemores, aclaró y definió posiciones y sobre todo, envió un mensaje a los cubanos de aquí y a los que se encuentran regados por el mundo, a los gobernantes y a los opositores, al ciudadano que vive solo de lo que dan el día primero de cada mes por la libreta de racionamiento, y a los que tienen la dicha de recibir una remesa familiar porque tienen la desgracia de que un ser querido emigró.
Los cubanos podemos resolver nuestros asuntos sin esperar por los americanos, no es el embargo o su levantamiento lo que impide o va a favorecer que en Cuba las cosas mejoren. La ausencia de diálogo, el odio a las ideas diferentes y la discriminación feroz contra el que se atreve a expresarlas levanta entre los cubanos un muro más alto, ancho y largo que cualquier otro muro famoso como el de Berlín o la mismísima Muralla China.
¿Qué ideas pasaron por las mentes de los que el día 19 de abril escuchaban expectantes el conteo de las boletas electorales? ¿De salir electo el candidato no comunista se caería la Revolución? ¿Vendría una invasión a apoyarlo estableciendo una cabeza de playa en el Focsa?
La reacción fue exagerada por parte de los que participaron en el acto de repudio o de reafirmación revolucionaria como también les llaman, bien pudieron escoger el aplaudir lo que allí había ocurrido en lugar de ponerse a gritar como energúmenos repitiendo consignas carentes de sentido que lo mismo podían ser dirigidas en contra de la Constitución y la Ley Electoral que me dan derecho a elegir y ser elegido, que en contra de Raúl Castro porque está llamando a las empresas transnacionales capitalistas a invertir en nuestro país, lo cual significa que el regreso del capitalismo a Cuba es ya un hecho consumado.
Hay un desfase entre el movimiento político en las altas esferas del gobierno, y el estancamiento ideológico de la sociedad que no se ha percatado de que ya no hay amenaza de que nos invadan los norteamericanos armados hasta los dientes con sus destructores y portaviones, sino que ahora van a venir en ferris y cruceros vestidos con bermudas, camisas con palmitas, un daiquiri en una mano y una maraca en la otra.
Bien podría el gobernante cubano, como gesto de buena voluntad hacia los que pensamos diferente, prohibir los actos de repudio que tanto dañan la imagen de un pueblo supuestamente culto y hasta democrático según dicen, y de paso, declarar proscritas las brigadas de respuesta rápida, fuerzas que operan al margen de la ley y demasiado parecidas a las utilizadas por Adolfo Hitler y Benito Mussolini en la represión a sus opositores.
Creo que va llegando el momento en que los cubanos también nos demos las manos como acaban de hacer en Panamá Raúl Castro, Presidente de Cuba y Barak Obama, Presidente de los Estados Unidos de América, que la sonrisa sustituya al improperio y la mano abierta al puño cerrado. La consecución del bienestar de nuestro pueblo se encuentra por encima de las ideologías porque  a fin de cuentas ni el socialismo ni el capitalismo son buenos per se y aunque no le guste a algunos, la condición de cubanos no nos la otorga ni nos la quita nadie, este problema es de todos.





La oposición, las leyes y el pueblo.


Publicado en DDC
¿Es suficiente la existencia de leyes democráticas para vivir en democracia? En apariencias, debería bastar la promulgación  de unas cuantas leyes que hicieran olvidar lo antes posible la prolongada etapa dictatorial sufrida; una nueva constitución basada en los Pactos de las Naciones Unidas sobre Derechos Civiles, Políticos, Económicos, Sociales y Culturales, una ley penal ajustada a un estado de derecho, en el cual se respete y proteja la vida, la libertad y la propiedad, leyes civiles que estimulen la inversión y el emprendimiento, y así todos felices en un paraíso legal celebrando elecciones cada cuatro años para elegir a los gobernantes mediante el voto directo sin importar el partido a que pertenezcan.
Pues no, las nuevas leyes no van a convertir de la noche a la mañana las mentes totalitarias e intolerantes en mentes abiertas prestas a escuchar las opiniones ajenas con respeto, aceptar los propios errores y participar del debate sin tener en cuenta los niveles de testosterona que cada cual crea tener o el historial anti lo que sea. No me refiero en este caso a los gobernantes actuales o a los miembros del partido comunista tan dados al despotismo. El caso es más serio de lo que parece porque después de cincuenta y seis años de dictadura comunista, cualquier venido a menos se erige en poseedor de la verdad absoluta y excomulga, decreta, sanciona y excluye a quien se le antoje de futuras e hipotéticas  asambleas constituyentes y gobiernos de transición frutos de su imaginación calenturienta y no de un análisis desapasionado de la realidad.
Hay por ahí  líderes opositores que incurren en  el error de creerse llamados por el destino o los dioses para disponer desde ahora quiénes los acompañarán en la formación de asambleas y gobiernos. Para ser opositores del castrismo son demasiado parecidos en argumentos y poses a los personajes que hemos sufrido por más de cinco décadas.
Si se suma a esta actitud el divorcio entre el discurso opositor y los intereses del ciudadano de a pie, vemos que las perspectivas a corto y mediano plazo para formar partidos políticos viables son pocas, se requiere un cambio en la forma en que la oposición se ve a sí misma, un cambio de arquetipos que los aleje de las tendencias totalitarias heredadas, a la vez que un trabajo de proselitismo entre la población, con programas atractivos en los que se tenga en consideración las necesidades de la gente humilde y no solo los grandes proyectos en los que las mayorías no se ven reflejadas aunque sean aplaudidos en las grandes ciudades del mundo.
Más que de políticos, como diría un colega, la oposición cubana está compuesta de politólogos, estudiosos de la política, conocedores de cada vericueto de la situación cubana por dentro y por fuera, llenos de amores patrios y vacíos de ideas constructivas. La postura de un número importante de opositores se reduce a “los Castro y los comunistas tienen que dejar el poder, tienen que irse”, lo cual no deja espacio para posiciones intermedias ni transiciones pacíficas pues a los Castro y los comunistas por su parte, solo les queda una opción, están renuentes a dejar el poder y mucho menos irse a ninguna parte. 
En realidad el planteamiento de la retirada voluntaria de los gobernantes suena bastante infantil, cuando en realidad lo que hay que exigir al gobierno es el diálogo y la negociación con el fin de encontrar soluciones sin que se produzcan vacíos de poder ni explosiones sociales ni invasiones salvadoras. Aunque cueste admitirlo, la oposición cubana debe madurar como ente político para poder cumplir el papel que le corresponde como factor promotor del cambio.
La ciudadanía está esperando por los líderes que salgan de su propio vecindario, preparar estos líderes es tarea de la oposición pacífica y lo que se haga o no se haga en este sentido es de su absoluta responsabilidad, la dinastía castrista no va a moverse ni un centímetro hacia la democracia si no se le empuja y el empujón tiene que ser desde abajo.


Cuba real y Cuba posible.


Publicado en DDC
Al fin parió Catana, como diría mi abuela. El día 29 de marzo a las diez de la mañana me presenté en las oficinas de la Comisión Electoral Municipal de Plaza de la Revolución, para ver cómo había quedado mi biografía, la misma que aparecerá junto a mi foto para servir de referencia a los electores de mi Circunscripción.
Como era de esperar, los redactores omitieron datos aportados por mí aduciendo que no se habían podido comprobar, lo cual en todo caso constituye un acto de ocultamiento intencional de la verdad, asimismo,  aparece como un hecho que mi baja del Ministerio del Interior, organismo al que llegué como soldado del Servicio Militar Obligatorio, se debió a conducta impropia, lo que constituye una mentira flagrante y calumniosa, pues fui dado de baja por solicitud propia cuando se cumplió el termino del reenganche a los cinco años y medio.
Pero lo mejor son las referencias a mis actividades como disidente político, a las cuales llaman actividades contrarrevolucionarias, a las organizaciones de la sociedad civil con las que tengo vínculos las califican de grupúsculos contrarrevolucionarios, los artículos de opinión que escribo brindando soluciones al gobierno, son contrarrevolucionarios y así sucesivamente, entre omisiones, mentiras, verdades a medias, expresiones de odio e intolerancia dirigidas a predisponer a los electores contra los que piensan diferente y otras linduras, se completa el documento digno de haber sido fabricado en el departamento 21 de la Policía Política.
Soy un producto de mi época, el hombre nuevo creado por la revolución cubana obligado a ser un fiel seguidor de hombres viejos. Estudié Derecho en la Universidad para revolucionarios de La Habana y crecí entre preparaciones combativas, discursos histéricos y fracasos históricos. Me convertí en disidente leyendo la Edad de Oro, La Historia me Absolverá y la Declaración Universal de Derechos Humanos. El Apóstol de nuestra independencia y el Fidel Castro del año 53 la hubieran pasado muy mal con la Ley 88.
Por esta razón siento una gran pena por los encargados de dar la cara en una situación tan vergonzosa, los que pensando defender a la revolución permiten que tras esa palabra se escuden los que llevan más de medio siglo haciendo daño al país y que bajo la alfombra de la revolución se esconda toda la basura de planes incumplidos, errores y horrores cometidos, caprichos dictatoriales y la secuela moral de no poder disentir jamás, so pena de perder las prebendas.
Ni siquiera el socialismo fue bien defendido durante el análisis de la versión biográfica redactada al más puro estilo del Departamento de Seguridad del Estado. Se me dijo  que las expresiones descalificatorias no eran por odio o intolerancia, sino porque aquí rige el socialismo, es decir, la vigencia en Cuba de este sistema político justifica la ofensa verbal hecha pública a un candidato a delegado del Poder Popular electo por sus conciudadanos.
El socialismo como sistema deja mucho que desear, pero con estas defensas a ultranza de la falta de respeto y el odio al que piensa diferente, cae de la batalla de ideas al desprestigio de una filosofía que se muestra precisamente carente de ideas. De la distribución equitativa de las riquezas, origen y centro de la tesis socialista, se ha derivado hacia el “voy a seguir aquí porque me da la gana, y no te quejes”. Pudiera ocurrir que por negarse a compartir una mínima cuota de poder, una porción casi insignificante, el régimen esté arriesgando perder por soberbia todo vestigio de credibilidad que a estas alturas pueda quedarle  dentro y fuera de nuestras fronteras.
De cualquier modo, agradezco la radicalización (de alguna forma hay que llamarle) de lo que fue una autobiografía y se convirtió en  un pasquín de “SE BUSCA”. Ahora los electores podrán decidir después de leer unas pocas líneas, si continúan votando indolentemente por delegados que no los representan, o por un cambio de mentalidad que los convierta en protagonistas de su propia historia.


Intolerancia en la Cumbre.


Los representantes del gobierno cubano en los foros paralelos a la VII Cumbre de las Américas que tiene lugar en Panamá, se atrincheraron en la negativa al dialogo con los representantes de la sociedad civil opositora, alegando para ello que no hablan con mercenarios.
Vale aclarar que el mercenarismo es un delito reconocido como tal en todo el mundo y consiste en pertenecer a un grupo armado al servicio de una bandera extranjera. Al respecto, el Código Penal Cubano plantea en su Artículo 119. 1. “El que, con el fin de obtener el pago de un sueldo u otro tipo de retribución material, se incorpore a formaciones militares integradas total o parcialmente por individuos que no son ciudadanos del Estado en cuyo territorio se proponen actuar, incurre en sanción de privación de libertad de diez a veinte años o muerte.”
Lo anterior despeja cualquier duda sobre la acusación maliciosa puesta en boca de algunas personas integrantes de esa delegación, pero elaborada por los que insisten en mantener dividido al pueblo cubano en dos bandos, el de los que buscan el desarrollo económico y el respeto a todos los derechos humanos, y el de los que prefieren el estancamiento  y la intolerancia hacia los que piensan diferente.
Cada una de las denuncias y propuestas que serían presentadas en el evento por la sociedad civil cubana opositora del régimen, está avalada por actos de discriminación comprobados como el racismo institucional existente y la privación de los derechos de expresión, reunión, asociación y manifestación, lo cual viola flagrantemente el artículo 42 de la Constitución de la República de Cuba, el que establece que estos hechos constituyen actos lesivos a la dignidad humana.
En Panamá se enfrentaron  el espíritu del dialogo y la apertura a todos de un lado, y la intolerancia feroz de los que a falta de ideas propias enarbolan consignas y discursos memorizados para sobrevivir en un medio donde la doble moral y la simulación constituyen el pan nuestro de cada día.
Las brigadas de respuesta rápida ahora en su versión exportable y con licencia para golpear, se dieron gusto por estos días bajo la mirada cómplice de la policía del país anfitrión. No fueron a Panamá estas personas con el ánimo de buscar la unidad de los cubanos y la reconstrucción del país, sino con ánimo contencioso, la tarea asignada era silenciar a los que se atreven a discrepar del régimen. Pretender buscar la unidad del continente respetando la diversidad, mientras no se respeta la diversidad dentro de la propia Cuba es una incongruencia cínica.
Los enviados de la dictadura rehuyeron el dialogo, el debate, la discusión de ideas, no fueron a aprender cómo funciona en realidad el mundo, sino enseñar a otros la fórmula para lograr que durante cincuenta y seis  años un pueblo pueda malvivir careciendo de lo más perentorio, incluyendo la libertad, y justificar que después de más de medio siglo de improperios contra los capitalistas, se les convoque para remendar lo que queda de Cuba haciendo borrón y cuenta nueva, como si todo este tiempo de destrucción económica y moral no significaran nada en absoluto.
En lo que a libertades se refiere, el gobierno de Raúl Castro ha deslucido ante la opinión pública de las Américas al convertir las calles de la capital panameña en sucursal de la Quinta Avenida o la calle Neptuno de La Habana. El debate libre de ideas no permite las actitudes intolerantes a que están acostumbrados los acólitos  del régimen, mientras más golpes dan, menos ideas tienen,  la relación es inversamente proporcional y los hechos demuestran que las expectativas de la llamada sociedad civil progubernamental no pasan de ser solo alardes de un sistema decrépito que hace mucho vio pasar sus mejores tiempos, si es que alguna vez los hubo.
Que el gobierno cubano muestre índices de salud y educación positivos, gracias a la ayuda prolongada e interesada de la desaparecida URSS,  no lo exime de la responsabilidad de permitir el libre flujo de las ideas. La ratificación de los Pactos Internacionales sobre Derechos Civiles, Políticos y Económicos no afectaría negativamente esos indicadores, sino todo lo contrario.
La alharaca formada por la presencia de representantes de la oposición pacifica en la reunión continental (golpizas incluidas), envia un claro mensaje  a los ingenuos de América y el mundo sobre la naturaleza intolerante del régimen cubano,  el gobierno de Raúl Castro no es un tipo particular de democracia, es el mismo tipo de dictadura estalinista que asesinó a Trotsky en México el siglo pasado. El comunismo no cambia su esencia aunque sea del siglo XXI y debemos usar todos los medios pacíficos posibles para terminar con esta aberración.



Empresarios Cubanos en Panamá.


Publicado en Diario de Cuba.
El mundo entero sabe que de acuerdo con la Constitución cubana, en este país existe un solo empresario, el Estado revolucionario. De ahí que el anuncio de un dialogo entre empresarios que representarán a Cuba en la VII Cumbre de las Américas llama la atención.
¿Quiénes son estos supuestos empresarios? Pues nada menos que directivos del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, organismo que detenta el monopolio de la importación, exportación e inversiones extranjeras de toda la nación; la Zona Especial de Desarrollo Mariel, megaproyecto estancado en su estado embrionario; la Cámara de Comercio de un país que en realidad tiene un solo comerciante; las empresas de productos insignia, Habanos S.A., Cuba Ron y Habana Club Internacional S.A.; Alimport y Cupet, cada una de ellas propiedad del Estado cubano en todo o en parte; y para que no digan, allá estarán también un puñado de cooperativas despersonalizadas y trabajadores por cuenta propia ahogados por los impuestos y sin derechos de propiedad sobre los medios de producción.
Estos son los “empresarios” cubanos, los que se supone llevan el peso de la producción de bienes de consumo y servicios, los más eficientes en su aporte a la economía del país, los que prevén la exportación al mercado norteamericano del 40% de la producción nacional de ron y cubrir una buena parte del consumo del dañino tabaco en los Estados Unidos. Con los ingresos provenientes de estas ventas, Cuba podría comprar a los capitalistas del norte las maquinarias, computadoras, medicamentos, alimentos, instrumental médico, vehículos, papel sanitario, fertilizantes, ropa, zapatos, útiles para el hogar, materiales de oficina, etc. , que tan bien se les dan por allá y que tanto necesitamos acá.
¿Qué le van a enseñar a quién estos cubanos desconocedores de las leyes del mercado, sin facultades para importar o exportar, realizar convenios con empresas extranjeras o siquiera sostener conversaciones con verdaderos empresarios? ¿Mostrarán sin pudor todo lo ineficiente que ha sido el Estado cubano a la hora de producir bienes de  consumo? ¿Podrán aplicar a su regreso de la Cumbre alguna de las experiencias o ideas que allí se expondrán?
Después de desgañitarse dando vivas a la revolución cubana, cantando loas al socialismo del siglo XXI y despotricando de la economía de mercado, esos cubanos regresarán más convencidos que nunca de que este sistema es una estafa, de que sin la ayuda soviética los llamados logros jamás hubieran sido, y de que países de América Latina cuyos gobiernos han respetado la propiedad privada y las libertades civiles, son hoy mucho más prósperos que Cuba con sus casi sesenta años de socialismo, y se permiten  pagar cuantiosas sumas por los servicios de los médicos cubanos, no con dinero soviético, sino con el producido por sus propios ciudadanos en libertad.
Esto de que Cuba asista a la Cumbre de las Américas podría ser una encerrona que el imperio le tiene preparada al incauto Castro para contaminar al empresariado cubano con ideas liberales. Yo que él desconfiaría de tanta sonrisita y manoseo, porque la historia ha demostrado que cuando más fuertes se creen los dictadores más se mueven las piezas a sus espaldas. Cuba está abocada a una era post Panamá, lo cual no es algo que tenga que ver precisamente con el arribo de grandes buques al puerto del Mariel, pero si con grandes cambios en la forma de pensar de los cubanos.
hildebrando.chaviano@yahoo.com

El Ministro en su laberinto.


Publicado en Amanecer Habanero
Ante la demora en la implementación de los acuerdos comerciales suscritos entre Cuba y Rusia, el Ministro Cabrisas se va de viaje. Ni las inversiones prometidas ni venta de equipos ni préstamos, no obstante, ahora los rusos quieren vender armamento moderno al gobierno cubano, cuando hace menos falta que nunca porque si antes de Obama los americanos hacía muchos años que no le tiraban a los Castro ni una trompetilla, ¿a que vienen esas armas en plena luna de miel?
Por tres décadas Cuba fue el hijo mimado de la Unión Soviética, socio privilegiado con precios siempre favorables para el principal y casi único producto salido de la isla además del níquel. Los soviéticos nunca fueron grandes consumidores de los finos habanos ni de los rones cubanos, a fin de cuentas, ellos tenían sus propios cigarrillos con boquilla de cartón hechos para pulmones y gargantas blindados, y su producción de vodka siempre fue abundante.
La importancia de la mayor de las Antillas para la patria de Stalin era más política y militar que económica o comercial. Los soviéticos bien podían pasárselas sin azúcar, pero no sin un enclave estratégico frente a las costas de su principal enemigo, y esto merecía algún sacrificio, aunque fuera a riesgo de que la diabetes se convirtiera en la enfermedad oficial del imperio.
A cambio de azúcar y níquel y tener una base de submarinos, un centro de espionaje y alguna que otra base militar, Cuba recibía alimentos, armas, tractores, fertilizantes, combustible, fábricas y maquinarias, asesoramiento técnico y todo lo demás que necesita un país para funcionar. Hasta misiles nucleares y una constitución dieron los soviéticos a  Cuba, cierto que los misiles eran prestados, aunque aquí se los hayan creído en serio.
Como los tiempos han cambiado, hoy el Ministro cubano Ricardo Cabrisas deambula por oscuros rincones de Rusia y escucha las ofertas de venta de los capitalistas salvajes en que se han convertido los antiguos camaradas; camiones, helicópteros, tecnología rusa de transporte y comunicaciones, etc.
A cambio, Cabrisas lleva una cartera repleta de quejas y peticiones; que si no compran ron ni tabaco, que si los turistas rusos cada vez vienen menos por la isla y se pierden el sol y los malos tratos que reciben en las instalaciones hoteleras, que si los rusos no se quieren atender las úlceras del pie con el Heberprot-P, que si los mariscos del Caribe son más mariscos que los del Caspio, en fin, que los rusos aparentemente no toman en serio el comercio con un país que tiene poco que vender y menos aún con que pagar lo que compren. ¿Cuántas langostas por un helicóptero? ¿Cuántas botellas de Havana Club y cuantas cajas de Cohiba valdrá un camión ruso? ¿Serán las mismas langostas prometidas a los americanos las que el ministro cubano quiere vender a Moscú? ¿Habrá Cohibas para todos?
La condonación de la gigantesca deuda que Cuba tenía con la Federación Rusa, heredera de la extinta URSS, es el recordatorio para los nuevos socios capitalistas de que en el gobierno cubano no se puede confiar, ni un tantico así.
Quizás si en lugar de ser un ministro, la visita a los empresarios de aquel país la realizaran empresarios privados cubanos, los “bolos”, como cariñosa o despectivamente eran llamados según las circunstancias, se relajarían.
De ahí la gran probabilidad de que el Ministro Cabrisas traiga a su regreso un contenedor de promesas rusas, unas palmaditas afectuosas y muy poco de lo que fue a buscar, porque los rusos tienen sus propios problemas y no están para nostalgias ni amores idos. Tú ganas y yo gano, dicen los chinos; negocios son negocios, enseñan en otras partes del mundo; ayúdame, ayúdame, dicen los gobernantes cubanos ahogándose en sus propios fracasos.




De Sociedades Civiles y Cumbres Borrascosas.


Publicado en DDC
El mundo cambia, pero el gobierno cubano se niega a cambiar, le duele el cambio, es como la oruga que prefiere quedarse oruga y nunca convertirse en mariposa, de acuerdo con la filosofía practicada por los gobernantes cubanos, quedarse anclados sin ir a ninguna parte es mejor que aventurarse a perder la comodidad de lo ya conocido por malo que sea.
Es indecente tildar a estas alturas de mercenarios a los ciudadanos que manifiestan la necesidad de realizar cambios estructurales en las relaciones de producción y el sistema de comercialización imperantes en el país, a los que ninguneados por el régimen reclaman espacio para manifestar sus opiniones y su derecho a participar en la búsqueda del destino común, a los que fueron separados de su puesto de trabajo por pensar diferente y dependen ellos y sus familias de la ayuda que reciben del exterior.
Realmente, cuando el gobernante cubano demanda del gobierno norteamericano un cambio en su política hacia Cuba, no es capaz de pensar que cambios similares son necesarios en las relaciones entre el gobierno cubano y el pueblo; que la política de exclusión y descalificaciones contra los opositores, disidentes o como quiera llamársele a los que opinan diferente al sentir oficial, solo ha logrado fragmentar el país y llenarlo de odios.
La VII Cumbre de Las Américas a celebrarse próximamente en Panamá, será escenario de un choque entre dos visiones de Cuba, ahí se verán las caras los que aplauden incondicionalmente al régimen desde organizaciones creadas a su imagen y semejanza y sufragadas  con el sudor de los trabajadores a los cuales no representan, y enfrente, estarán los que en Cuba no tienen voz porque la dictadura les niega el derecho a expresarse y dependen de manos solidarias para subsistir porque la misma dictadura les niega el empleo.
Decir que los Comités de Defensa de la Revolución, la Federación de Mujeres Cubanas, la Federación Estudiantil Universitaria, la Central de Trabajadores de Cuba, y todas y cada una de las múltiples organizaciones satélites utilizadas para mantener el control sobre la población, son organizaciones no gubernamentales que conforman la sociedad civil, es una broma pesada, en una dictadura no existen legalmente organizaciones independientes del Estado y en el caso específico de Cuba, independientes del Partido Comunista.
La Constitución de 1976, con su última modificación del 2002, es suficientemente explicita en cuanto a sociedad civil y derechos se refiere. A pesar de la ambigüedad de la redacción, en el articulo 53 “Se reconoce a los ciudadanos libertad de palabra y prensa...”, pero, “...conforme a los fines de la sociedad socialista.” Y además, “Las condiciones materiales para su ejercicio están dadas por el hecho de que la prensa, la radio, la televisión, el cine y otros medios de difusión masiva son de propiedad estatal o social…”
Por su parte el artículo 54 dice que: “Los derechos de reunión, manifestación y asociación son ejercidos por los trabajadores, manuales e intelectuales, los campesinos, las mujeres, los estudiantes y demás sectores del pueblo trabajador, para lo cual disponen de los medios necesarios a tales fines. Las organizaciones de masas y sociales disponen de todas las facilidades para el desenvolvimiento de dichas actividades…”.
Las llamadas organizaciones no gubernamentales que conforman la pretendida sociedad civil cubana son por el estilo de la Organización Nacional de Bufetes Colectivos, compuesta por abogados controlados por la policía política, atados de pies y manos y con la boca amordazada cuando de defender a un disidente se trata; o los trabajadores, deportistas, estudiantes y mujeres movilizados en las brigadas de respuesta rápida para injuriar y golpear a opositores pacíficos.
Mientras la máxima dirección del país continúe en sus discursos y en sus actos con la práctica   discriminatoria de un sector de la sociedad y la injuria pública a quienes profesan ideas distintas, el país seguirá azotado por la intolerancia, el odio y el miedo. Mientras la Constitución de la República favorezca a un partido excluyente en detrimento de los que no comulguen con su ideario político, no se podrá hablar en Cuba de democracia ni sociedad civil. Los que participarán como sociedad civil en la Cumbre de las Américas llevados por el gobierno cubano, representan una ideología, un partido político y un sistema, cuyos supuestos logros provienen de la ayuda económica que durante decenas de años suministró la fenecida URSS, del petróleo venezolano y de la explotación por el Estado cubano de millones de obreros y campesinos e incluso estudiantes por debajo de la edad laboral.
No porque sean muchos los patrocinados por el régimen cubano asistentes al evento, van a evitar que el fracaso del sistema económico y político que rige en Cuba sea visto como un fracaso cuyos responsables aún están en el poder e insisten en mantenerse. En realidad la delegación del gobierno cubano presentada como sociedad civil será una versión ampliada y viajera de las brigadas de respuesta rápida que cuando se sientan impotentes con sus mentiras van a gritar, injuriar y, si los dejan, golpear a los otros, igualito que hacen aquí.




lunes, 30 de marzo de 2015

Vale la pena el intento.


Publicado por Diario De Cuba

En los años sesenta estudiaba como becado en el Instituto Tecnológico de Química Mártires de Girón ubicada en el Municipio Playa. Cada año los estudiantes participábamos de la zafra azucarera en tierras camagüeyanas  como cortadores de caña durante el tiempo que durara la cosecha. Al ser distinguido como estudiante, machetero, deportista y en fin, el joven integral modelo de hombre nuevo creado por la Revolución, fui elegido para integrar las filas de la Unión de Jóvenes Comunistas. Por ese entonces tendría alrededor de 16 años de edad y aproximadamente un año y algo más duró en mi poder el carnet de la UJC, fui separado seis meses (nunca regresé) de la organización nada menos que por ser liberal, lo cual en ese entonces me pareció una acusación ofensiva e injusta entre otras cosas porque no tenía la menor idea de lo que era ser un liberal.
Supuse entonces que tenía algo que ver con mi tendencia a hacer o decir lo que me pareciera en el momento y lugar escogido por mí. Confieso que en muchas ocasiones esto me ha traído problemas y durante años no lo podía explicar hasta que descubrí algo muy sencillo, vivo casi desde que nací bajo dictaduras, y las dictaduras enseñan a las personas a no decir lo que piensan ni hacer lo que quisieran.
También les enseñan a ser intolerantes, y la conjunción de ambas enseñanzas me enfrenta en este momento a un dilema; los partidarios del régimen, a pesar de que ahora hablan de aperturas y reformas, ven mi candidatura a delegado del Poder Popular como un acto liberal que rompe con los usos y costumbres establecidos tras décadas de sumisión absoluta. Mientras, muchos opositores al gobierno, aunque parezca paradójico, coinciden en lo esencial con los del bando contrario pero por distintas razones: aquellos no quieren que cambie nada, estos no creen que nada vaya a cambiar. Es el matrimonio perfecto del inmovilismo con la resignación.
Para unos y otros tengo argumentos simples pero sumamente importantes; en la Circunscripción donde vivo por ejemplo, son vistos diariamente algunos ancianos buscando alimentos en los latones de basura. Son los llamados “buzos” que con la cantidad de restaurantes existentes en la zona es una vergüenza que se vean obligados a buscarse el sustento de manera tan humillante y antihigiénica, sin que ningún Delegado del Poder Popular ni militante del Núcleo Zonal del Partido Comunista haya buscado la colaboración de la administración de esos centros donde a diario se arroja comida a la basura o se destina la sobra a los planes porcinos estatales y particulares. Los comedores públicos habilitados para atender casos sociales y que por no disponer de recursos ofertan un menú de lágrimas, podrían servir como destino de estas donaciones.
Otro fenómeno social que sufre la indolencia de los llamados “factores”  (PCC, CDR, FMC, Poder Popular, etc.), es el de las familias ocupantes de las edificaciones en estado inhabitable o casi, los que por ser personas de bajos recursos y no disponer de dos fiadores o codeudores solidarios con más de cinco mil pesos en el banco, quedan excluidos de la obtención de créditos para reparar sus viviendas.
Si los partidarios del no cambio pueden lograr que estos cubanos necesitados, resuelvan sus problemas humanitarios sin la intervención de un intruso, felicidades, seguiré en mis actividades habituales. Si los opositores al régimen pueden, desde afuera y ninguneados, ser oídos para que el gobierno resuelva algún problema de la comunidad, que bueno.
Por mi parte, estoy convencido de que si un no comunista logra hacerse oír con plenos derechos en la Asamblea Municipal del Poder Popular de Plaza de la Revolución, los otros dejaremos de ser invisibles para la mayoría de los cubanos y para el mundo. En el probable caso de que ningún no comunista elegido por sus vecinos lograra pasar al siguiente escalón, de todos modos ya se envió un  mensaje claro a la dictadura, el pueblo pide cambios y está perdiendo el miedo.


Economía Planificada y Desarrollo.


Publicado  por Diario De Cuba

No es una broma, Rene Hernández Castellón, Viceministro de Economía y Planificación de Cuba, concedió una entrevista al periódico Granma para dar explicaciones respecto a distintas actividades que se están llevando a cabo en el renglón de la planificación de la economía. El trabajo periodístico firmado por O. Fonticoba Gener, constituye un laberinto semántico del cual lo único que se puede sacar en limpio es que la planificación de la economía nunca ha funcionado en todos estos años, y que además, en el 2015 van a insistir con lo mismo a ver qué pasa.
Sin embargo, el título de la crónica es rotundo, “Planificar la economía es prever el desarrollo”. ¿Qué entiende el periodista por prever? ¿De qué desarrollo está hablando? Ni el propio viceministro se atreve a definir aspectos tan delicados, todo se circunscribe a un evento cuya primera versión el año pasado no arrojo resultado alguno, fue algo así como la consabida agua de borrajas.
La conversación al parecer transcurrió en un ambiente muy entretenido refiriendo que la feria, porque así se define el evento, fue un ejercicio (sic) donde participaron un grupo de ¿empresas? circuladoras  mayoristas seleccionadas…y bla, bla, bla, incoherencias tras incoherencias, datos sin importancia, una acotación sobre la liberalización de las fuerzas productivas y dos cosas que quedaron bien claras, las doce empresas mayoristas seleccionadas para el experimento de marras incumplieron y no obstante, el plan para el 2015  fue aprobado con un crecimiento superior al 4%.
Las empresas incumplen los planes y como resultado, a los planificadores no se les ocurre nada mejor que aumentarlos para el siguiente año, como si el deseo de incrementar el Producto Interno Bruto fuera por si solo suficiente para lograrlo.
Planificar la economía sin tomar en consideración el mercado y los precios, aunque se presente como una ventaja en realidad es el mayor error del gobierno cubano al pretender que el desarrollo del país se va a lograr con profecías, que no otra cosa son los planes estatales.
En realidad está por ver que algún plan económico sea cumplido, la empresa estatal socialista con sus 55 años de planificación, es tan ineficiente hoy como el primer día. El gobierno cubano se vio obligado a legalizar empleos no calificados considerados normalmente como informales, para de esa forma disminuir la tasa de desempleo y de paso mejorar las finanzas con la aplicación de exorbitantes impuestos que al final desestimulan a los emprendedores.
La inversión extranjera, esa varita mágica de la economía cubana, también choca de frente con el muro de la planificación, la incertidumbre  da escalofríos a los que por un lado quisieran poner su dinero en Cuba, y por otro temen perder los huevos que pongan en la canasta cuando esta canasta está en las manos de burócratas fijadores de precios arbitrarios e ignorantes de las leyes del  mercado.
Aun así, en Cuba celebran por estos días el aniversario de la creación del Ministerio de Economía y Planificación, “garante del desarrollo general del país” (sic) según el “Granma”. El Ministro del ramo en persona indicó que estarán en el centro de las transformaciones a realizar dentro de la actualización del modelo económico cubano resolver los problemas estructurales – centralización y estatismo- de la economía frente al reto de la satisfacción de necesidades ilimitadas con recursos limitados, así como los relativos a principios macroeconómicos -desempleo, crecimiento, inflación, balanza comercial-.
Hay problemas básicos comunes a cualquier economía, como aquel que plantea que no se puede distribuir los que no se tiene, o dicho de otro modo, para satisfacer unas necesidades hay que sacrificar otras. La macroeconomía, por su parte, está ligada a los efectos de la política económica sobre el bienestar social y la asignación eficiente de los recursos.
Este círculo vicioso no puede ser roto con una política voluntarista, sino con las leyes del mercado, de ahí que en los sistemas de corte socialista soviético como el cubano y el que se pretende imponer en Venezuela, al incurrir en gastos paternalistas y populistas, el Estado comete lo que llamaremos  errores que al final se convierten en perjuicios a la sociedad como son la inflación, la improductividad y el desequilibrio en la  balanza comercial.
Por el momento, la solución encontrada parece ser un capitalismo salvaje donde de buenas a primeras el pueblo que confiaba en las bondades del socialismo, tiene que apretarse el cinto y sufrir los  males del capitalismo con ajustes incluidos, pero eso sí, sin ninguna de sus ventajas.





Sí por el Liberalismo.


Publicado por Diario De Cuba

Cuánto tiempo y recursos va a costarle al país que los gobernantes entiendan que no es con disciplina, exigencia y control como se va a lograr el crecimiento económico, sino con libertad. La esperanza depositada en megaproyectos como el del puerto del Mariel, sepultado bajo las telarañas del voluntarismo estatista, se ve frustrada ante la realidad de que el mundo de los negocios se rige por leyes que funcionan con independencia de la voluntad de los políticos.
La economía mixta, este engendro que intenta la revitalización del socialismo, tampoco funciona, en Cuba no hay mercado y la única contraparte que encuentran los inversores extranjeros es el Estado con su capitalismo  mercantilista conocido desde hace mucho tiempo por la ineficiencia y corruptibilidad que le son inherentes. Mientras tanto los obreros, esa figura tan importante y siempre olvidada en la ecuación, no piensan en trabajar y crear sino en cuanto se buscan en este nuevo tipo de empleo.
La convocación a la unidad de estos trabajadores no debe centrarse alrededor de un líder carismático con sus discursos y poses, tampoco alrededor de un partido único y excluyente que funge de camisa de fuerza al desarrollo económico y social de la nación.
A estos efectos valga dejar en claro que no es válido establecer comparaciones entre el Partido Revolucionario Cubano creado por Jose Martí para llevar adelante la guerra necesaria, y el actual Partido Comunista impuesto por la dictadura para salvaguardar sus intereses de poder impidiendo de hecho y de derecho todo por lo que El Apóstol de nuestra independencia luchó y murió.
Si la soberanía residiera verdaderamente en el pueblo y no en el Consejo de Estado y el Buro Politico del Comité Central del Partido Comunista de Cuba –par de grupúsculos cuál de ellos más inútil-, no habría que hacer tantos llamados al esfuerzo para aumentar la producción de alimentos y lograr una economía eficiente y próspera.
El derecho a la propiedad sigue vetado a los ciudadanos con el falso argumento de que la propiedad estatal socialista sobre los medios de producción garantiza la igualdad, la independencia y la soberanía del país, y es precisamente la negación de este derecho fundamental lo que impide la independencia ciudadana y que la soberanía sea en realidad ejercida por el pueblo, lo que da por resultado que el desarrollo económico del país sea un chiste.
Pretender que funcione la economía en manos de burócratas encargados de predeterminar desde sus despachos refrigerados qué y cuánto se va a producir, a qué precio y cómo se va a distribuir, es la utopía dentro de la utopía, un capricho de viejos trasnochados y jóvenes aprovechados que en realidad saben que el socialismo como forma de producción y distribución de las riquezas no funciona sencillamente porque donde no se crean riquezas no hay nada que distribuir.
Es por esta razón que se convoca a la piñata a inversores europeos, chinos y norteamericanos –capitalistas y eficientes por más señas-, y no a los fraternos, socialistas y arruinados empresarios norcoreanos  que se debaten entre morir estoicamente de hambre o incinerados en una conflagración nuclear.
El desarrollo y aplicación de las nuevas tecnologías es la clave del incremento de la productividad, y para que se produzcan estos, no basta con un cierto nivel educacional alcanzado, sino que es imperativo que el empresariado nacional acceda libremente a los recursos y las oportunidades que se les puedan ofrecer mediante leyes favorables a los pequeños y medianos emprendedores, estimulados por bajas cargas impositivas y con capacidad de importar y vender sus productos o servicios en el mercado nacional o en el exterior sin intermediación del Estado.
Todo esto suena a liberalismo y sin duda lo es, pero parece ser la única alternativa viable para que la nación salga del empantanamiento en que la ha sumido tanto experimento socializante  y caprichos mesiánicos.






Raúl Castro, la Granja Animal y el Regreso de los Hombres.


Publicado por Diario De Cuba


En agosto del presente año se cumplen setenta años de la publicación de Rebelión en la Granja o Granja Animal, obra del escritor inglés George Orwell. Por su actualidad aplicada al realismo político cubano, se hace referencia a la misma.
Un país, como una granja, debe ser dirigido de acuerdo a ciertos valores y principios universales, entre ellos el principio de responsabilidad individual del gobernante. Como gobernante de todos los cubanos, lo queramos o no, Raúl Castro debería mostrarse más responsable; digo esto no solo porque se le pague un salario al que debe responder, sino porque él no fue designado para dirigir unos miles de militantes del Partido Comunista, ni siquiera a la mayor parte del pueblo cubano si lo fuera, el dictador cubano fue designado para dirigir a la totalidad de la población del país, comunistas y no comunistas, castristas y anticastristas, socialistas y liberales.
Para cumplir esa encomienda, el general y sus lugar tenientes deberían en primer lugar dejar de perseguir y encarcelar a las personas que no les son afines y de paso, no utilizar los improperios, acusaciones y descalificaciones que conforman su discurso cuando se refieren a los opositores y disidentes cubanos e incluso a los que sin declararse opuestos al régimen, alguna que otra vez dejan oír su desacuerdo con la política oficial.
Un gobierno que practica una política de exclusión no es un buen gobierno. Si los microempresarios o cuentapropistas son acosados y exprimidos con impuestos y prohibiciones insoportables al ser considerados pichones de capitalistas que aspiran a cambiar el sistema económico; las personas que van a la Sección de Intereses de los Estados Unidos para acceder al servicio de internet o recibir cursos de computación o idioma Ingles son mercenarios al servicio del imperio norteamericano; y así sucesivamente todos y cada uno de los cubanos que no demuestran una sumisión absoluta al régimen como corresponde a un buen súbdito, son considerados enemigos, quiere esto decir en primer lugar, que el gobierno no está seguro de sus propias fuerzas, es un gobierno débil que no confía en el pueblo y por esa razón no le permite expresarse.
Sin embargo, la experiencia demuestra que los que más daño han hecho al país en todos estos años, han sido precisamente los fieles acatadores de las orientaciones venidas de arriba, la gente de confianza del régimen, los revolucionarios a carta cabal, antimperialistas y fidelistas hasta la muerte que nunca  ponen objeción a una tarea del partido por absurda que sea.
Cada vez que uno de esos “revolucionarios” participa en un mitin de repudio está votando por los maestros que venden los exámenes, por el mal estado de los hospitales llenos de moscas y cucarachas y escasos de médicos, por los mercados vacíos y la carne de cerdo a cuarenta pesos la libra, por el transporte público colapsado, la basura que no se recoge y las adolescentes ejerciendo la prostitución en las calles. Cada marcha, desfile, concentración, movilización, acto de reafirmación y otras actividades político-culturales, es una negación al desarrollo del país, al bienestar de sus hijos y a la seguridad de los ancianos. Cada voto unánime de los Diputados de la Asamblea Nacional no es un voto por un sistema social enigmático y utópico, es un voto por la doble moral, la corrupción y el inmovilismo.
Si al gobernante cubano le interesara, debería entender que los que más lo aplauden hoy pueden ser los traidores de mañana, no sería la primera vez, en tanto que sus críticos más ácidos son los que en realidad desean lo mejor para Cuba. Un bote con un solo remo gira en círculos, es necesario un remo del otro lado para que el bote avance.
Pero mantener el poder parece ser el objetivo único de Raúl Castro, si es así, entonces se justifica su total renuencia a reconocer y sostener conversaciones serias con los opositores políticos y la sociedad civil independiente. Que prefiera conversar con el gobierno  norteamericano como si se tratara del  salvavidas del socialismo en Cuba, es una muestra de oportunismo político.
El pueblo cubano, todo, tiene derecho a ser oído, y así como el régimen despótico reclama ser admitido por la comunidad internacional incluyendo al archienemigo del norte, en lo interno a  los cubanos de tendencias políticas diversas les corresponde igual derecho, lo que implica su reconocimiento por las autoridades y la renuncia a los ataques físicos y verbales de que son víctimas.
La exclusión de los diferentes es discriminatoria, humillante y constituye una práctica genocida al condenarlos al aislamiento y la demonización sin tener oportunidad de exponer sus razones como ciudadanos.
El comunismo, al igual que el nazi-fascismo, crea enemigos que les sirven como justificación para reprimir y dominar, lo mismo da que sean judíos o eslavos, demócratas o capitalistas, intelectuales u homosexuales, el sistema los odia tanto como los necesita, la sociedad comunista debe estar uniformada, unida alrededor de un líder y su partido, todos deben pensar igual, sentir igual y actuar como autómatas obedientes a un centro de mando único.
Si lo anterior es el modelo de país que quiere Raúl Castro perpetuar, no creo que dure mucho más, ya ha durado demasiado y a estas alturas el capítulo final de la Revolución cubana no será siquiera un estallido social, más bien  parecerá un globo que se desinfla con una bochornosa trompetilla.
Mientras, vemos a los cerdos invitando a los Hombres a la granja para divertirse y hacer negocios con ellos a espaldas y a expensas de los demás animales porque, aunque todos son iguales, hay algunos más iguales que otros. Sobre Cuba se cierra el ciclo de la Granja Animal.




Daños.


Publicado por Diario de Cuba


Algo muy grave ocurre con el pueblo cubano, el equipo de béisbol que representó a Cuba en la recién concluida Serie del Caribe, al principio del torneo no lo hizo bien, pero después enderezo el rumbo y no se detuvo hasta alzarse con el octavo título después de 55 años. Mientras tanto, y he aquí la gravedad del asunto, muchos cubanos en la isla se alegraban de que el equipo representante de su país perdiera los juegos que perdió, entristecieron cuando Cuba venció a Puerto Rico y llegaron a encolerizarse cuando sucesivamente venció a los equipos de Venezuela, imbatible hasta ese momento, y finalmente a México en la discusión del primer lugar.
Decididamente el comunismo ha causado profundos daños  antropológicos en los cubanos, en Cuba hoy se aplaude al extranjero y se abuchea al nacional, se charanguea el himno patrio en una canción carnavalesca y el objetivo primario de los jóvenes, peloteros o médicos por igual, es llegar a la “yuma” y no solo llegar, sino obtener la ciudadanía norteamericana. De no ser esa, cualquier otra ciudadanía viene bien.
En la parte de Alemania que otrora ocupara la República Democrática, se viene produciendo un hecho curioso y alarmante, muchos jóvenes se enrolan en grupos xenófobos, racistas y antisemitas, prácticas que supuestamente estaban prohibidas cuando el comunismo era la religión oficial.
Parece ser que tanto en el caso de la Alemania Democrática como en el de Cuba, la reacción de un sector importante de las nuevas generaciones es en sentido opuesto y en la misma intensidad en que fueron adoctrinados. Rebeldía, frustración o pérdida de valores, las razones pueden ser diversas pero el resultado es el odio a todo lo que pueda traer a la mente las humillaciones sufridas bajo el régimen.
En un extraño silogismo, si los nazis pretendían exterminar a los judíos y los comunistas que vencieron a los nazis nos sometieron durante tantos años, es justo que odiemos a comunistas y judíos por igual. De igual forma, si los peloteros cubanos fueron alguna vez felicitados por Fidel Castro como embajadores de la Revolución, y ese mismo Fidel Castro y su revolución nos han hecho la vida tan difícil, nada más lógico que desear la derrota de los peloteros y de esa manera alcanzar un mínimo desquite, ruin desquite, que el amigo de mi enemigo sea derrotado no importa por quien.
A estos extremos de odio irracional ha llevado el comunismo a los cubanos, Cuba es el país donde  para unos los que se van son traidores y enemigos y para otros son héroes que se atrevieron a romper las cadenas. No ven que a fin de cuentas son nada más que peloteros, jóvenes que aunque se vayan o se queden van a seguir siendo cubanos porque eso es una condición que no se pierde, se nace cubano y se muere cubano, aunque un dictador se dedique a repartir a su antojo títulos de héroes y apátridas.
Que existan aberraciones como referirse con desprecio a un pelotero que se fue del país por querer probarse en el nivel más alto, o  desear la derrota del equipo nacional, es responsabilidad del gobernante Partido Comunista y sus líderes históricos que han elevado el odio y la intolerancia a niveles irracionales.
Los problemas a resolverse en Cuba no son solo de carácter económico, los más serios problemas que enfrenta el futuro del país son de carácter social y espiritual, el alma de la nación está enferma,   sufre de traumas provocados por una dictadura demasiado larga y cruenta que ha formado varias generaciones con los valores torcidos.


Compró Pescado y le Cogió Miedo a los Ojos.


Publicado por Diario De Cuba

Cuando parecía que ahora si iba por todo, Raúl Castro recoge cordel, bastó una estrambótica carta del hermano a los estudiantes universitarios en la que hizo mención como de pasada a las conversaciones con el gobierno de los Estados Unidos, y el discurso del día 17 de enero se convirtió en un discurso de guerra de guerrillas, los himnos antimperialistas se escucharon en Costa Rica como si hubiéramos regresado a los años sesenta.
El presidente cubano se lanzó en denostaciones contra Estados Unidos, contra la oposición cubana que para él no existe, y contra la sociedad civil no aliada al régimen, la cual según él tampoco existe.
Internet es un peligro y las conversaciones, después de todo, no son tan positivas para Cuba porque todavía no devuelven Guantánamo ni le dan la libertad a Puerto Rico, además, faltan el levantamiento del embargo y la compensación por todos los daños y perjuicios. Sin el cumplimiento de estos requisitos, Cuba no seguirá adelante en la normalización de relaciones.
Por otra parte, el gobierno cubano exige que los Estados Unidos no deben hablar más de derechos humanos en Cuba, ni apoyar a los cubanos que se opongan al régimen, porque en Cuba no hay oposición política sino unos cuantos mercenarios y otros confundidos, que sobrevaloran la libertad de expresión, reunión, asociación, información y comunicación.
O sea, los 75 presos del 2003 excarcelados bajo licencia extrapenal no son presos políticos, como tampoco lo son los 57 recientemente liberados a raíz de las conversaciones entre los dos gobiernos, o los que son golpeados, vejados, perseguidos y encarcelados  a diario por reunirse, o manifestarse pacíficamente a todo lo largo y ancho del territorio nacional.
Hablar de esos temas constituye para Castro una violación de la soberanía nacional y del derecho del pueblo cubano a escoger el tipo de dictadura que mejor le convenga. En resumen, que de las conversaciones sin condiciones el gobernante cubano ha pasado a las condiciones para no conversar.
Esperemos que la postura de guapería en marcha atrás mostrada en Costa Rica sea solo un gesto para contentar a algún trasnochado que prefería a los tres espías presos y el embargo intacto para justificar las reuniones latinoamericanistas y los discursos antimperialistas de tantos idiotas.
Tradicionalmente, los gobernantes cubanos se han puesto muy nerviosos con la política de buen vecino de los presidentes demócratas norteamericanos, con los republicanos no obstante se portan bien porque la política de hostilidad les viene como anillo al dedo, pero los presidentes de mano suave los hacen cometer errores y volverse resbalosos a la hora de tomar las decisiones, “donde dije digo, digo Diego”.
Casi recién estrenado Obama como Presidente de los Estados Unidos, Raúl Castro, en una de las tantas reuniones celebradas entre amigos esta vez en Isla Margarita, Venezuela, se atrevió a decir empujado por los colegas presentes, que estaba dispuesto a hablar con Obama de todo, de derechos humanos y todo, en el lógico nerviosismo por la importancia de lo que iba a anunciar, derribó micrófonos, le cayó a pescozones a Daniel Ortega, y se atrevió, lo dijo. Al día siguiente su hermano lo desmintió y desautorizó en el órgano de prensa del Partido Comunista.
En honor a la verdad, si fuera FC el que estuviera al mando ya habría buscado la forma de tumbar un par de avionetas, crear un éxodo masivo o hasta enviar una expedición militar al fin del mundo con tal de que estas conversaciones dejaran de ser.
Por suerte el sucesor tiene sus propios intereses como es el retiro soñado para disfrutar en paz de sus ahorros, está bien lo de ser dictador, pero con tantos sobresaltos se enferma cualquiera. Son demasiados años engañando a todo el mundo, o a casi todo el mundo, y eso estresa, nadie comprende que el trabajo de un déspota puede llegar a ser agotador.
En ese orden de cosas, Raúl Castro tiene intenciones de dejar establecido un modelo político y económico al que no termina de darle forma porque en realidad es algo así como la criatura del Dr. Frankenstein; una economía capitalista pero centralizada en las manos de un aparato estatal curiosamente integrado en su totalidad por miembros del partido comunista enemigos jurados del capitalismo, un puñado de empresarios privados llamados cuentapropistas en la neo lengua, que malamente pueden sobrevivir a los impuestos, inversión extranjera pero no para los nacionales, Internet pero con bloqueos, filtros y altos precios.
Mientras, en lo político, dicen que regirá una democracia monopartidista al estilo soviético, donde no tendrán cabida partidos opositores pues todo el pueblo, como un solo bloque, estará alineado siguiendo al líder, debajo el líder. Ni que decir que la sociedad civil estará dirigida por militares y el futuro seguirá perteneciendo al socialismo.
Este panorama es el que pretende dejarnos Raúl Castro, depende del pueblo que los cambios en Cuba no sean solo cosméticos para satisfacer el apetito de capitalistas y comunistas unidos solidariamente para…jorobar a los cubanos.


A Buen Entendedor.


Publicado en Diario De Cuba

-¿Qué ha dicho esa? -¡Se oyó clarito, clarito! Podemos hablar y hablar por los siglos de los siglos, pero nuestro modelo de dictadura no es negociable, aquí se hace lo que al dictador comunista le plazca y además, al pueblo cubano parece que le gusta la esclavitud y eso a los americanos no les interesa porque a fin de cuentas es una esclavitud soberana y autóctona.
Lo anterior es una versión libre de la declaración de la funcionaria de la Cancillería cubana Josefina Vidal al término de las conversaciones entre los gobiernos de Cuba y de los Estados Unidos de América. Entre tanta jerga diplomática, insinuaciones, amenazas encubiertas, promesas y bla, bla, bla, una cosa quedó en claro, el bloqueo interno seguirá intacto.
No obstante, coincido con la posición del gobierno cubano en el tema referente a la Ley de Ajuste y la política de Pies Secos Pies Mojados, pero por diferentes razones; si la emigración hacia los Estados Unidos se resume a las más de veinte mil visas anuales por reunificación familiar, y queda proscrita la lotería mortal de los balseros, esos miles de posibles emigrantes ilegales podrían llegar a ser quizás, los protagonistas de nuevos “Maleconazos”, versión popular cubana de un plebiscito. Ambas medidas son una válvula de escape que evita la presión social sobre la dictadura al constituir un permanente, silencioso y conveniente Mariel.
Es evidente que para los Estados Unidos solo cuentan sus intereses como nación; decretaron el embargo cuando fueron expropiados sus ciudadanos y no antes cuando comenzaron los fusilamientos en la Fortaleza de La Cabaña, donde el Ché pasó noches enteras sin pegar un ojo atendiendo personalmente las ejecuciones, y lo levantan ahora cuando quieren mejorar sus relaciones con América Latina y explotar las posibilidades de Cuba como mercado. Los intereses del pueblo cubano son colaterales y accesorios, no creo que a demócratas y republicanos les cueste mucho ponerse de acuerdo sobre el levantamiento de un embargo que no les rinde dividendos.
Al parecer la única ventaja que obtendremos los cubanos de estos controvertidos acuerdos, es el prometido acceso a Internet. Eso a quien le interese, porque la mayor parte del pueblo no sabe qué es Internet, ni la Web, Facebook o Tweeter. Para enterarse si llegaron los mandados del mes a la bodega no hace falta un blog.
Aun así, la oposición cubana puede tener la oportunidad de utilizar los medios modernos de comunicación para conciliar políticas y proyectarse hacia dentro del país. Como dicen por ahí, “del lobo un pelo aunque sea de…la cola”
Con el lloriqueo y las recriminaciones a Obama no se resuelve nada, es ridículo culpar a otros de nuestras propias debilidades y carencias como líderes políticos.  El embargo de más de medio siglo no trajo una pizca de libertad al pueblo cubano, su levantamiento tampoco servirá al régimen para realizar una mejor gestión de gobierno, la situación es la misma y todo depende de nosotros los cubanos.
Lejos de constituir un abandono traicionero a la defensa de los derechos humanos en Cuba, el levantamiento del embargo podría ser el destete necesario para definir quienes buscan lo mejor para el pueblo cubano, dejando de lado odios y rencores, y quienes prefieren que sean los Estados Unidos quienes nos liberen del comunismo, nos organicen y establezcan el gobierno y nos redacten la constitución.
En la historia más o menos reciente de América, nos encontramos el ejemplo de Chile, nadie de afuera tumbó a Pinochet, fueron los propios chilenos quienes a pesar de tener que hacer de tripas corazón, se sentaron a la mesa con el dictador, conversaron, exigieron y concedieron y al final se alzaron con la democracia restituida.
Para llegar a ese punto, los políticos opositores de ese país previamente conciliaron posiciones, pusieron a un lado sus diferencias y echaron mano de toda la tradición democrática de la nación.
Los cubanos, en cambio, no tenemos tradición democrática entre otras cosas, porque llevamos 62 años ininterrumpidos de dictadura, nuestros políticos opositores, en su mayoría, carecen de una cultura del debate lo cual es herencia castrista desde luego, les repugna la sola idea de sentarse a la mesa con los actuales gobernantes en el caso de que estos accedieran a tan peregrina iniciativa y esperan en cambio que los comunistas se larguen voluntariamente del poder y hasta del país si es posible. A algunos les repugna incluso la idea de sentarse con otros opositores.
Hay bastante trabajo por hacer en la oposición, que no tiene nada que ver con Obama; ponerse de acuerdo entre sí, escapar del círculo vicioso de chismes y acusaciones que tanto divierten a la policía política, llegar al pueblo aunque sea persona a persona con proyectos sociales y económicos de interés para las comunidades, promoviendo las virtudes de la economía de mercado y del respeto a las libertades, derechos y valores universales de los seres humanos, son tareas pendientes de los opositores políticos cubanos.



martes, 3 de febrero de 2015

Los Bloqueos de Josefina.


La funcionaria del MINREX Josefina Vidal, ha planteado dos cosas muy importantes durante la entrevista que le hiciera una periodista del órgano oficial del Partido Comunista.

Refiriéndose a la libertad de movimiento de los diplomáticos norteamericanos dice la funcionaria; ¨...que cambie la conducta de los diplomáticos norteamericanos en La Habana, y en particular nos estamos refiriendo a que debe cambiar la manera de actuar de esos diplomáticos en el sentido de estimular, organizar, entrenar, abastecer, financiar a elementos dentro de nuestro país que actúan contra los intereses de nuestro Estado, contra los intereses del gobierno y el pueblo cubanos,...¨
En realidad, en la sede diplomática de los Estados Unidos en La Habana, se estudia idioma Inglés, computación, redacción y otras materias afines para nada subversivas, además de disfrutar el acceso gratuito a los servicios de Internet. Si estas actividades ponen nerviosos o disgustan al Estado, o gobierno cubanos, una buena medida para evitarlo sería que los cubanos tuviéramos acceso a Internet en nuestro hogares a los precios de uso internacional.

Pero lo mejor lo dejó para el final, al decir que; ¨hay cosas que se salen de mi control; no todo lo puede controlar la parte cubana, son dos países y del lado de Estados Unidos no solo hay un gobierno; hay un gobierno, hay un Congreso, hay una sociedad, hay un contexto político, por tanto, no todo está bajo nuestro control;...¨
Más claro ni el agua, lo que quiso decir Josefina fue que en Cuba gobierna una dictadura y Estados Unidos es una democracia y aunque mucho  les gustaría, la dictadura de aquí no puede decidir en la democracia de allá.

hildebrando.chaviano@yahoo.com

martes, 27 de enero de 2015

Pido a mis lectores me disculpen por el error cometido en la entrada ¨A los Miembros de la...¨ Es cierto que FC ingresó en la Universidad de La Habana en 1945 y no fue hasta 1947 que se estableció la Universidad de Oriente como tal. El error ya fue subsanado en el blog.

hildebrando.chaviano@yahoo.com

A los Miembros de la Federación Estudiantil Universitaria Compañeros de FC.



He leído la carta que les envió FC el martes 27 de enero redactada en el mismo estilo enredado que lo caracteriza, y no puedo evitar el aclarar algunas cosas de las que allí menciona el susodicho.



1. Cuando dice que no habla de Mao en el juicio del Moncada porque todavía no había concluido la revolución en China, miente también, la República Popular China fue proclamada el 1 de octubre de 1949.

2. Cuando FC dice que Sudáfrica iba a atacar a las tropas cubanas con armas nucleares, miente, esa posibilidad nunca se manejó durante esa guerra. En cuanto a enfrentar por segunda vez la amenaza de un ataque nuclear, en realidad fue FC quien le pidió a Nikita Krushov que diera el primer golpe atómico contra los Estados Unidos durante la Crisis de Octubre del año 1962.

3. En cuanto a su supuesta declaración ante jueces y oficiales batistianos de que era lector de Lenin, agradecería a quien encuentre tal declaración me la haga llegar, porque por más que la he buscado no la encuentro entre los documentos relacionados con el proceso del Asalto al Cuartel Moncada.

¿Todavía le siguen creyendo?

hildebrando.chaviano@yahoo.com




martes, 6 de enero de 2015

Declaración
Candidatos por el Cambio.
Los miembros de Candidatos por el Cambio, interesados en promover la democracia desde las estructuras de base del Estado Cubano, conformados alrededor de una estructura electoral, ideológica y a partidista, y como tal de hecho y derecho miembro de la oposición democrática al gobierno del Partido Comunista de Cuba, expone:
1-      Observa con atención la convocatoria hecha por el Consejo de Estado a Elecciones Parciales,  conforme a lo establecido en la Constitución de la República, y en la Ley No. 72 de 29 de octubre de 1992, “Ley Electoral”, a los electores del país a elecciones parciales  para elegir a los delegados a las asambleas municipales del Poder Popular.  Elecciones donde se elegirán por dos años y medio, a los delegados a las asambleas municipales del Poder Popular,  a celebrarse el domingo 19 de abril de 2015, y en segunda vuelta el día 26 de abril  en aquellas circunscripciones en que ninguno de los candidatos obtuviera más del cincuenta por ciento de los votos validos emitidos.  
2-      Alerta, sobre el uso arbitrario de las fechas para las elecciones por parte del Consejo de Estado, para obtener los máximos dividendos en las campañas de comunicación y en la organización de su masa de votantes.
3-      Alerta también sobre las campañas de desprestigios que contra los candidatos independientes llevaran a cabo las organizaciones comunistas y sus afines, como Comités de Defensa de la Revolución, Federación de Mujeres Cubanas, Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana y Núcleos Zonales del partido comunista.
4-      Sostiene su compromiso, sobre la participación de Candidatos por el Cambio, en la lid electoral, como forma de introducir la democracia en el sistema cubano, desde los mecanismos electorales, y promover la preocupación del electorado sobre las razones del mismo en la búsqueda del buen gobierno.  
5-      Reconoce la importancia del exilio en la reconstrucción nacional, y lo invita a sumarse a la propuesta con toda su experiencia en lides electorales.
6-      Invita a los  actores democráticos a participar en estas elecciones, creando plataformas de unidad a nivel de barrio, que permitan vencer a los candidatos comunistas, y mirando hacia las elecciones presidenciales del 2018. 
7-      Convoca a todos los ciudadanos cubanos a presentarse como, o a proponer como candidatos independientes a todas las personas patriotas, honestas y trabajadoras que puedan ser una alternativa al poder comunista en las próximas elecciones de barrio.


Aleaga Pesant
Coordinador de Candidatos por el Cambio
5 de Enero de 2015


Si la vida te da limones…



Restablecidas las relaciones entre los gobiernos de Cuba y los Estados Unidos de América. Así como ocurrió en 1898 con la firma del Tratado de París entre España, metrópoli en decadencia, y los Estados Unidos, imperio naciente, el pueblo cubano queda excluido de las conversaciones que supuestamente determinarán su destino.
Aquella vez los mambises, con un bien ganado prestigio en los campos de batalla después de dos guerras, se tuvieron que conformar con ser simples espectadores, ahora, con el desarrollo tecnológico, la suerte de los cubanos se ha zanjado con un telefonazo. De nada vale el pataleo por demás injustificado, por cuanto el embargo económico y financiero, así como la posterior ruptura de relaciones entre ambos países, fueron medidas del gobierno norteamericano en defensa de los intereses económicos de sus ciudadanos expropiados por Fidel Castro sin justa compensación, y poco o nada tuvieron que ver, al menos directamente, con la defensa de los valores democráticos en la isla previamente conculcados por Fulgencio Batista.
Los cubanos hemos sido, en todo caso, rehenes de la política norteamericana por un lado y de los hermanos Castro por el otro, para el pueblo cubano no ha existido tal embargo económico y financiero, más bien siempre ha sido un embargo de libertades ejecutado desde la Plaza de la Revolución.
El embargo financiero ni nos perjudica ni nos beneficia, lo mismo ocurrirá si es levantado tan unilateralmente como empezó, ni fu ni fa. El problema nuestro es que los Estados Unidos se han convertido en la obsesión nacional, de allá puede venir todo lo bueno y todo lo malo, seguimos las elecciones en Norteamérica como no lo hacen ni los propios norteamericanos, sufrimos sus crisis económicas, sus guerras, sus muertos y sus éxitos como propios, ya hasta celebramos Halloween con disfraces y dulces incluidos. Desde el siglo XIX estamos unidos a los americanos por un puñetero cordón umbilical que los Castro, con todo su odio, no han hecho más que fortalecer.
Por otra parte, ninguno de los líderes actuales de la oposición cubana dentro o fuera de la isla, con todo el respeto y admiración que siento por cada uno de ellos, se acerca remotamente a la talla de los entonces excluidos de los Tratados de París Juan Gualberto Gómez, Calixto García o Máximo Gómez, ¿entonces?, ¿qué nos queda?, pues aprender a luchar en este nuevo terreno, buscar espacios y redirigir las fuerzas, las inteligencias y aprovechar las nuevas oportunidades que sin dudas se presentarán, ya que esta situación es tan nueva e imprevista para el régimen cubano como para cualquiera de nosotros en la oposición.
En realidad los cambios que pedimos los cubanos no nos los pueden dar los americanos con embargo o sin embargo, solo podemos provocarlos desde dentro con una actuación inteligente que prestigie a la oposición pacífica dentro de las masas populares mostrando verdaderas opciones y ante la propia opinión de nuestros adversarios políticos aunque sean comunistas, a fin de cuentas no son más que seres humanos que se quedaron sin ideas y están a la defensiva aunque sea una defensiva feroz. Vamos a hacer limonada.