martes, 23 de febrero de 2010

REPASO DE HISTORIA


“Libertad es el derecho que todo hombre tiene a se honrado, y a pensar y a hablar sin hipocresía”. José Martí

Durante la dictadura del General Gerardo Machado, se produjo un hecho que ha pasado a la historia de nuestra patria y recuerdo ahora, por tres razones. Una, el tirano de turno hacía caso omiso a la huelga de hambre que el joven líder comunista Julio Antonio Mella sostuvo durante 18 días con peligro para su vida. Otra, fue la frase pronunciada por el poeta y abogado Rubén Martínez Villena cuando llamó “asno con garras” al criminal gobernante. La tercera, Machado cedió y Mella fue liberado.
Hoy nos encontramos ante un hecho similar. Otro dictador tiene preso injustamente al joven Orlando Zapata Tamayo desde la Primavera Negra del 2003, sólo porque se atrevió a pensar por si mismo. Este joven cubano se encuentra en huelga de hambre desde hace más de dos meses y las autoridades cubanas hacen oídos sordos ante el reclamo de familiares, amigos, hermanos de lucha y personalidades de dentro y fuera del país.
¿Hasta cuándo los cubanos tendremos que soportar la soberbia, el odio y la brutalidad de unos gobernantes que han superado ampliamente a los dictadores precedentes? A Orlando Zapata Tamayo le queda poco de vida, quizás en estos momentos ya no esté entre nosotros, quiera Dios que sí. Quiera Dios que pueda vivir para ver su Cuba libre de tiranos y esbirros.

hildebrando.chaviano@yahoo.com
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martes, 9 de febrero de 2010

Justificación y Desglose de Tareas de los Centros Cívicos para el Entendimiento y la Integración Racial.
El Movimiento de Integración Racial “Juan Gualberto Gómez” (MIR), tiene como objetivos la integración efectiva y total de los ciudadanos cubanos sin diferencia de razas, en una sola nación constituida en los principios legados por nuestros próceres, y donde exista igualdad de oportunidades para todos.
A estos fines, el MIR destaca la situación especialmente discriminatoria y por ende lesiva a la dignidad humana, de los afro descendientes cubanos. Sirvan de referencia los siguientes datos:
Más del 60% de la población cubana está compuesta por negros y mestizos.
Sólo el 5% de los trabajadores vinculados al turismo internacional y otras actividades relacionadas con firmas extranjeras es afrodescendiente.
Los negros y mestizos participan en el 70% de las actividades del sector puramente estatal, mientras ocupan sólo el 35% de los puestos de dirección en este sector de la economía.
Los afro descendientes constituyen el 80% de la población penal.
En cuanto a la dirección del gobierno, tenemos que:
Son negros el 17% de los miembros del Buró Político del Comité Central del PCC; el 4% del Secretariado; el 35% del Consejo de Estado; el 8% del Consejo de Ministros; el 36% de los miembros de la Asamblea Nacional; el 35% de los miembros de las Asambleas Provinciales; y el 10% de la alta oficialidad de las Fuerzas Armadas.
El MIR divulga el aporte de los negros y mestizos a la historia, la cultura, la política y la economía de nuestra patria, procurando romper con los prejuicios, atavismos, mitos, miedos y complejos, que socavan la formación plena de la nacionalidad cubana a partir de su racialidad múltiple y diversa.
Fomentamos la creación de Centros Cívicos para el Entendimiento y la Integración Racial, donde se estudia la problemática racial a la vez que se eleva el nivel cultural de los afro descendientes que residen principalmente en zonas urbanas densamente pobladas y consideradas marginales.
Por tales razones, en estos centros se imparten conversatorios, video conferencias, lecturas comentadas, talleres literarios, y se prestan libros, revistas y otros materiales que tratan el problema de la discriminación y su solución, así como otros temas de carácter cultural.
La acción del MIR abarca todo el territorio de la República de Cuba, siendo representado en cada lugar por los Centros Cívicos que dirigen los delegados elegidos al efecto.

martes, 2 de febrero de 2010

Democracia, Economía de Mercado y Justicia Social





Existe la confusión muy común de que democracia y economía de mercado son una y la misma cosa, esto lleva a muchas personas a suponer que si alcanzamos el sistema democrático tan ansiado, todos nuestros problemas serán resueltos de inmediato, o, que con una economía de libre mercado daríamos un salto hacia la libertad. La verdad es otra, aunque ambos conceptos se encuentran en la actualidad íntimamente relacionados, no surgieron a la vez en el desarrollo de la humanidad.
Fue la democracia la génesis de la economía de mercado, el reconocimiento de que era necesario el cumplimiento de ciertos principios de carácter general para regir las relaciones del hombre en la sociedad moderna, llevó a la adopción de otros principios de carácter económico-mercantil.
Cuando hablamos de democracia nos referimos a relaciones creadas entre ciudadanos libres, cuando decimos economía de mercado entonces las relaciones se producen entre consumidores y productores igualmente libres.
Para el ciudadano son fundamentales, entre otros, el derecho a elegir a sus gobernantes y representantes o a ser elegido, a la libre expresión, a asociarse, reunirse o informarse, en un estado donde los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, sean independientes y se encuentren debidamente balanceados entre si, bajo la mirada atenta de una prensa libre.
Este mismo ciudadano lo vemos convertido, gracias a la economía de mercado, en un consumidor/productor que puede tener acceso a una computadora, un teléfono celular o un automóvil, y vivir en la República Popular China, que nada tiene de popular, y aun con libre acceso al mercado, estar sofocado por una dictadura totalitaria.
Puede ocurrir también que el ciudadano viva en un país democrático y de libre mercado, pero su acceso a las ventajas del sistema se encuentra limitado al no existir, por ejemplo, un adecuado programa educacional.
Aún en países altamente industrializados, democráticos y de economía de mercado, no todos los ciudadanos disfrutan de sus ventajas. Para salvar estas diferencias, se necesita de justicia social, programas que de forma privada y/o estatal satisfagan las necesidades de los que por razones diversas, se encuentran en situación de inferioridad.
Pero la justicia social no es como el maná bíblico, -no cae del cielo-, se requiere de un alto nivel de eficiencia económica para garantizar una justicia social sostenida y de calidad. Alta productividad es sinónimo de economía de mercado y viceversa, las economías estatistas y centralizadas son por lo general seis veces menos productivas que las de libre mercado.
Entonces, democracia política, economía de mercado y justicia social, son categorías que no se excluyen entre si, antes bien, la democracia política sin una economía moderna que la sustente, se encontraría siempre en situación precaria como es el caso de algunas democracias latinoamericanas que, incapaces de satisfacer las necesidades de los más pobres, son víctimas de la desestabilización bien aprovechada (y en ocasiones provocada), por el totalitarismo populista siempre acechante.
La sostenibilidad del capitalismo depende del pleno empleo, la seguridad ambiental, la salud pública, la seguridad social, la educación, la diversidad cultural y la auténtica competencia, son necesidades vitales para el sistema, pero este no las crea de por si. Debemos esforzarnos por instituir, preservar y ampliar la democracia. Después vendrán los mercados libres y los beneficios sociales que no les son ajenos a la democracia.

hildebrando.chaviano@yahoo.com
http://hchaviano5.blogspot.com