Ya no hay discurso, se acabó, de tanto repetirse se gastó. El socialismo marxista ha pasado a ser una entelequia filosófica más, surgió como corriente filosófica en el siglo XIX y menos de dos siglos después ya no da más, sólo sirve de justificación populista a algunos tiranos para prolongarse en el poder haciendo promesas por siempre incumplidas, repartiendo a unos lo que quita a otros y cuando ya no hay qué quitar ni a quien quitarle, exigen sacrificios que ellos mismos no están dispuestos a cumplir.
Ningún sistema social o político de por si es capaz de resolver los problemas que las sociedades deben solucionar con el consenso popular, con la participación de toda la ciudadanía haciendo pleno uso de sus derechos civiles y políticos.
No se impone a los pueblos un sistema político-económico-social, así no funciona, la sociedad se va estructurando de manera jurídicamente natural, cualquier violación provoca su no viabilidad, la ruptura de leyes naturales del desarrollo social que han sido probadas por la historia, es causa segura de desestabilización y empobrecimiento.
En la extinta Unión Soviética, se sucedieron al menos cuatro modelos socialistas, ninguno de los cuales pudo evitar que con todo su potencial económico y militar al final se desmoronara o como dijo alguien ¨se desmerengara¨. En cada uno de los ex países socialistas europeos se dio un modelo diferente de socialismo supuestamente acorde con sus propias características histórico-culturales, también estos se desmoronaron. Los comunistas chinos y vietnamitas se han visto obligados a actuar cuerdamente y han redescubierto la economía de mercado, es decir, la economía de la República Popular China al igual que la de la República Socialista de Vietnam, es capitalista, ya no son más economías socialistas, la ancestral sabiduría de los asiáticos unida a la necesidad real de cambios estructurales profundos, se ha impuesto sobre el empecinamiento ideológico que tenía a esos dos países sufriendo de hambrunas y amenazas de hambrunas. Vietnam, país arrasado en una cruenta guerra con los Estados Unidos, es hoy una potencia económica asiática. No es el partido comunista el que ha logrado el desarrollo que hoy ostentan estos países, sino la economía de mercado. Sólo les falta la democracia para que los logros se hagan irreversibles.
En Latinoamérica, donde las oligarquías no han permitido que las mayorías empobrecidas tengan verdadero acceso a las ventajas de la democracia y la economía de mercado, se ha producido un movimiento justificado y oportunista hacia el socialismo, dicen que de nuevo tipo , otro más, que como los anteriores, distribuirá las riquezas mientras haya riquezas que distribuir, pues al ser intrínsecamente ineficiente e improductivo, no podrá sobrevivir al empobrecimiento crónico de la economía y a la pérdida paulatina e irremediable de los supuestos logros.