Desde horas de la tarde del día 9 de diciembre, el paseo del Malecón habanero fue ocupado por fuerzas del gobierno cubano con el objetivo de impedir que algún ciudadano osara acercarse para presenciar la última agresión que se les ha ocurrido a la gente de Miami, fuegos artificiales lanzados a más de doce millas de las costas cubanas. Siempre se ha dicho que los abusadores son pendejos, y este gobierno lo acaba de demostrar, una vez más.
Indignados cubanos se lanzan al mar el 10 de diciembre sin importarles el mal tiempo, para denunciar con su escape suicida; la pobreza, las desigualdades, la degradación material y moral de la sociedad y la falta de oportunidades. Desesperanza y frustación después de más de medio siglo de socialismo, que nunca ha dejado de ser utópico, además de tiránico.
Represión brutal y masiva con motivo de la celebración del Día de los Derechos Humanos. De acuerdo con el principio de que nada de lo que ocurra en Cuba le tiene que importar a nadie, el gobierno cubano lo celebra a su manera habitual; muchos golpes y detenciones.
Interesante artículo de Sheyla Delgado en el Granma del martes 13 de diciembre, titulado -Romper la cadena de impagos: una cuenta por saldar-. No hay que buscarle las cuatro patas al gato; toda la ineficiencia de un sistema económico que no admite remiendos, sumada a la manifiesta incapacidad y corruptibilidad de los dirigentes, trae estos resultados, o mejor dicho, esta falta de resultados. El socialismo no funcionó en el siglo XX y mucho menos lo va a lograr en el XXI. Si los productos del campo no son recogidos, y además no pagados, es poco probable que los campesinos produzcan sólo por amor a la tierra.
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