Publicado en PD
Presentan en Venezuela oportunidades
comerciales en Cuba. Orlando Borrego asesor de Nicolás Maduro. Vistos de esta
forma, como simples titulares, ambas noticias dicen muy poco; ¿oportunidades
comerciales para quién?, ¿quién es Orlando Borrego?, o mejor aún, ¿quién era
este personaje?
Dos de los países con peores resultados
económicos en el área se unen en una cruzada por la salvación de sus
respectivos ¿proyectos? de gobierno. Viene siendo algo así como la unión de la
desgracia y la calamidad.
Escoger a Venezuela como una de las plazas
donde promover la nueva Ley de Inversión Extranjera y la Zona Especial de
Desarrollo del Mariel, es cerrar los ojos a la realidad de que las llamadas
relaciones estables entre Cuba y Venezuela desde el punto de vista económico,
se reducen casi exclusivamente a las importaciones de petróleo venezolano y la
exportación de personal médico es decir, son relaciones intergubernamentales
más que verdaderas relaciones comerciales.
Por otra parte, los empresarios venezolanos
repudian las relaciones establecidas entre los dos gobiernos las cuales
consideran perjudiciales para su país, tienen limitado el acceso a las divisas
hasta para invertir en la propia Venezuela, cuanto más para invertir en Cuba, y
lo más importante, no les cae nada bien el socialismo de cualquier siglo que
sea.
Pataleo del ahorcado se puede denominar la
actuación de los gobernantes cubanos y sus voceros, en lucha desesperada por encontrar unos
cuantos tontos útiles que sucumban a los cantos de sirena provenientes del
Mariel y dejen algo de dinero fresco que permita retrasar la debacle final.
En gesto de reciprocidad, el gobierno
cubano les presta a los venezolanos al señor Orlando Borrego, exministro del
azúcar convertido en paria cuando se atrevió a decirle nada menos que al propio
líder supremo, que la producción de diez millones de toneladas de azúcar en la
zafra de 1970 era un sueño imposible de cumplir. A partir de aquel momento,
sirvió en diversas funciones sin importancia, movido de un lado para otro como
un zombi y sin salir a la luz pública
hasta ahora, en que un Maduro obligado a cambios antichavistas utiliza al
excomulgado-revindicado como aval de su fidelidad a Fidel, a Raúl y a Chávez
para apacentar a los extremistas de su propio partido, ¿qué mejor señal que un
borrego cubano en carne y hueso?