Desde el principio el Comandante en Jefe supo de su total incapacidad para dirigir un Estado por pequeño que este fuera. Su interés fue siempre tener poder aunque no le sirviera para nada útil, sólo para pavonearse en pose anti imperialista y solidaria con los pobres del mundo.
El país se cae a pedazos, y siguen las reflexiones sobre política exterior, atendiendo asuntos sobre los que no tiene absolutamente ninguna influencia ni nada nuevo que decir. No es novedad que a Fidel Castro nunca le interesaron los problemas de su propio país, sus ínfulas de gran líder mundial lo mantuvieron alejado de lo que hubiera sido su verdadera tarea.
Sus actividades predilectas fueron los movimientos guerrilleros en América Latina, las guerras de liberación africanas, los terroristas europeos y del Medio Oriente, así como el movimiento por los derechos civiles en los Estados Unidos en su versión extremista. ¿Por qué este maniático interés en todo lo que fuera lucha armada, mientras la república era desatendida?
Desde el principio el Comandante en Jefe supo de su total incapacidad para dirigir un Estado por pequeño que este fuera. Su interés fue siempre tener poder aunque no le sirviera para nada útil, sólo para pavonearse en pose anti imperialista y solidaria con los pobres del mundo.
Por otra parte, el papel de Cuba como satélite de la Unión Soviética, le garantizaba los recursos suficientes para aparentar ciertos logros sociales y en lo personal darse la gran vida a cambio de defender los intereses del imperio soviético en África y el Medio Oriente. ¿Cuál fue el objetivo de las tropas cubanas en Etiopía, Yemen y Somalia, si no el de garantizar puestos avanzados fuertes en la entrada del Mar Rojo, a miles de kilómetros de las costas cubanas? Nunca había sido Cuba tan dependiente de una potencia extranjera como en este período bochornoso de nuestra historia.
En lo interno, no ha habido más que pésimos experimentos; una agricultura ficticia sin producción agrícola apenas, planes de construcción de viviendas que han permitido la proliferación de villas miseria en los alrededores de todas las ciudades del país, una industrialización sin industrias, y así todo una gran mentira sostenida a costa de miles de muertos, presos y emigrados.
Este señor, en un alarde de liderazgo político, dedicó algunas de sus últimas comparecencias televisivas a temas tan profundos como el chocolate con leche (¡?), el café sin chícharos, y las bondades de las ollas eléctricas.
Recuerdo cuando era niño, aquellos largos discursos a los que asistía con mis padres, primero frente al antiguo Palacio Presidencial, y posteriormente en la otrora Plaza Cívica, hoy Plaza de la Revolución; no entendía nada, pero sí veía los rostros enardecidos y complacidos de los presentes, siempre fue así, los interminables discursos eran la única oferta –mi hermana no los soportaba-, mientras cada vez el pueblo era más pobre aunque yo no lo supiera.
Realmente donde si se lucía el Comandante era en política exterior; como cuando apostrofó a José Figueres, Presidente de la República de Cosa Rica, llamándole ¨cachucha¨, en alusión, creo yo, al tipo de sombrero usado por aquel mandatario, o cuando llamó ¨burro¨ al señor Lojendio, Embajador español en La Habana, o aquel memorable ¨butefli-butefla¨ con el que saludó al hoy mandatario argelino Abdelasiz Bouteflika, o el nunca olvidado ¨viejo chocho¨ endilgado al líder chino Mao Ze Dong y que provocó la retirada inmediata de la tribuna de toda la delegación de la hermana república.
Así mismo, podemos recordar sus profecías referidas a la destrucción total y definitiva del sistema capitalista cada vez que sobreviene una crisis económica, no importa su magnitud, o la famosa conversión de Cuba en una potencia exportadora de arroz.
Pero la obra cumbre del disparate, la joya más preciada del verbo incendiario del hoy fervoroso amante de la paz mundial, fue un mensaje dirigido a Nikita Krushov durante la llamada Crisis de los Cohetes y que por su elocuencia sólo transcribo una frase:-¨De usted el primer golpe…¨, con lo cual solicitaba alegremente a la metrópoli que diera inicio a los fuegos artificiales con los que desapareceríamos heroica y estúpidamente. Gracias a Dios el dueño de los cohetes estaba cuerdo.
Que profundidad de pensamiento inútil, cuanta vocación para el fracaso repetido, que don para producir caprichos y delirios y ningún resultado que valga la pena. En estos momentos, el Presidente –que-no-fue-electo se dedica entre otras cuestiones, al desmantelamiento de obras insignes como los maestros emergentes, los trabajadores sociales y la merienda escolar, todas ellas parte de la batalla de ideas que se quedó en un simple tiroteo de salvas ¿O fueron trompetillas?
Si la historia de estos cincuenta años no fuera tan trágica, podría servir de letra para una guaracha. Aquí, el choteo y la gozadera han tomado categoría institucional; los traidores, vaciladores,-amigos del vacilón que no vacilan en dilapidar el erario público-, corruptos de toda laya y en general, una fauna parásita que ha medrado y medra a expensas del pueblo, campea por sus respetos.
Lo único seguro con el socialismo castrista será esto, de vez en cuando harán una purga para garantizar la continuidad de la cagástrofe. Y lo mismo da que Saturno se coma a sus hijos o que los hijos traten de comerse a Saturno, todos son iguales, están hechos a la imagen y semejanza de sus maestros y líderes históricos.
Dijo el poeta Rubén Martínez Villena que hacía falta una carga para matar bribones. A nadie se le ocurriría pensar que con unas cuantas defenestraciones ya todo es pureza en los órganos de poder del país, sabemos que antes de estos hubo otros, y que después vendrán otros, y otros, y otros, la producción de bribones es consustancial al castro-comunismo.
Todo esto lo he aprendido desde aquellos primeros discursos, entre fracasos, marchas, escándalos y reflexiones.
hildebrando.chaviano@yahoo.comhttp://hchaviano5.blogspot.com