Un grupo de ancianos
empecinados somete a Cuba al oscurantismo del siglo XXI. Los cubanos no tenemos
libre acceso a Internet, ni siquiera por Wi-Fi, simplemente porque a nuestros
gobernantes no les da la gana en su miedo a perder la más mínima cuota de
poder.
La información es poder y
a los sátrapas criollos les duele que este asunto de la democratización de las
comunicaciones se les escape de las manos. Cierta vez “el innombrable”, en uno
de sus arranques de soberbia, dijo sin ningún pudor que el pueblo no estaba
preparado para leer los cables de las agencias de noticias internacionales, de
ahí la necesaria censura a una población con uno de los más altos índices de
escolarización del mundo. ¡Oh, paradojas de los dictadores!
Hoy Internet es bastante
más que amenazadores cables trasmitidos por prehistóricos teletipos y la
dictadura lo considera un verdadero peligro para su existencia. Los
cavernícolas que gobiernan en Cuba no piensan en el atraso económico y cultural
a que someten el país a cambio de sus propios intereses egoístas.
Con el Wi-Fi no hay justificaciones posibles,
aquellas historias de que si el cable de La Florida no es seguro, que si el de Venezuela
se rompió, que si el bloqueo americano no nos deja conectarnos, pues bien, los
avances tecnológicos han dejado al descubierto las mentiras. La conexión
inalámbrica es tan barata y fácil de instalar que en muchos lugares el acceso a
Internet por esta vía es gratuito.
El gobierno cubano es un
gobierno de mentirosos que quieren seguir gobernando con la mentira aunque para
ello tengamos que regresar a la época de las cavernas y comunicarnos con
tambores y señales de humo o mejor aún, no comunicarnos.
Hace unos días dieron la
noticia en la edición de las doce de la noche del noticiero nacional de
televisión, que se habilitará servicio de Wi-Fi en Bayamo, ¿cuántas
computadoras habrá en dicha ciudad?, pero eso no es todo, el servicio permitirá
nada más y nada menos que la obtención de películas cubanas y libros, hasta
ahí. ¡Qué éxito!, demos vivas a los benefactores del pueblo bayamés, después
del incendio y el himno, este es el acontecimiento más importante acaecido en
aquel bello rincón del país.
Hay que ser cínicos
para al cabo de tantos años de atraso
tecnológico aparecerse con esta pantomima que no se sabe a quién pretende
engañar. Tal vez ahora los amigos del régimen cubano aplaudan este gesto como una muestra más de los cambios
que se están produciendo en Cuba con la “actualización del modelo socialista”.
Los cambios en realidad
se están produciendo, muy a pesar de los deseos de los reaccionarios de
siempre, no obstante ser en gran medida
simbólicos por la poca repercusión que tienen sobre la economía nacional y el
mejoramiento de las condiciones de vida de la población..
¿Qué le falta al
gobernante cubano para permitir que sus compatriotas se pongan al nivel de los
bolivianos, venezolanos y demás vecinos de América Latina y el Caribe en lo que
se refiere al uso de las nuevas
tecnologías de la comunicación?
No es dinero ni permiso
del gobierno norteamericano, es valor político y sentido común lo que necesita
Raúl Castro para poner a Cuba en el lugar que le corresponde, permitiendo que
se desarrollen todas las potencialidades latentes en un pueblo laborioso y
abnegado que ha sabido soportar estoicamente más de medio siglo de mala
administración.