martes, 15 de abril de 2014

¡Ataja!



 Publicado en  PD



Nicolás Maduro, Presidente electo de Venezuela por un pelito, no las tiene todas consigo. Lo que aprendió en la Escuela Superior del Partido Comunista “Ñico López” no le sirve de mucho cuando de aplicarlo en una democracia se trata, aunque esté carcomida y remendada.
Como buen discípulo del eterno comandante en jefe, aprendió que cuando la candela se pone brava lo mejor es correr,... hacia delante. No importa cual sea la situación ni quienes los protagonistas, lo importante es huir hacia delante, esto es, si tienes que matar, mata, cuanto más horripilantes puedan parecer las muertes, mejor; reprime, mete presos a los líderes políticos aunque nadie crea en las razones que esgrimas; cierra, confisca o asfixia a la prensa independiente, estatiza  las empresas privadas, forma grupo vandálicos, no importa cómo se llamen; da lo mismo “colectivos“ en Venezuela, que “fasces” en la Italia de Mussolini, que “comités de defensa” o “brigadas de respuesta rápida” en Cuba, la cosa es crear el caos, que el pueblo se divida lo más posible, e imponer la voluntad del bando que tiene la fuerza sobre los intereses de los que no la tienen, aunque sean mayoría.
Hacer ver los reveses como victorias y culpar a enemigos inventados de los yerros y desaciertos propios, es otra característica del estilo huir hacia delante del que hacen gala las castrodictaduras, aunque para ello den  un salto al vacío.
Maduro se ha dado a la fuga, y lo que los desconocedores pueden ver como valor y determinación, no es más que desesperación y miedo. Está aterrado porque al seguir las orientaciones de los fracasados de La Habana, se embarcó en una guerra contra  los millones de venezolanos que no votaron por él y otra buena parte que lo ha dejado en el camino. Hoy, el Presidente venezolano huye con todo lo que tiene, dejando tras de sí un reguero de sangre. La versión light de la revolución cubana tampoco funcionó. ¡Atájenlo!





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