A lo largo de la vida vemos surgir conflictos, unos se resuelven, otros no, como el árabe-israelí, o el de las Islas Malvinas, entre los conflictos sin solución aparente tenemos el conflicto cubano que ya dura más de medio siglo. Pese a lo que diga el régimen cubano y sus amigos, este no es uno entre Cuba y los Estados Unidos, ni siquiera entre socialismo y capitalismo, no es un conflicto internacional o de sistemas, el conflicto cubano está planteado entre la dictadura y el pueblo sometido por la mentira y el miedo.
La Mentira
El gobierno cubano ha mentido cuando se le dice al pueblo que los Estados Unidos planean invadir el territorio cubano y oculta la existencia del pacto Kennedy-Kruschov sobre no agresión a Cuba. Se mintió cuando Fidel Castro negó fervientemente que la revolución del 59 fuera comunista. Se mintió cuando se ocultaron las verdaderas razones de la invasión y ocupación de Angola donde las tropas cubanas mataron negros durante 14 años. Se ha mentido siempre que se han dado a conocer planes que el gobierno sabe son imposibles de cumplir. Fue mentira la inmolación del Coronel Tortoló y los últimos cubanos en Granada. Se miente cuando se acusa de agentes del imperialismo a personas que han elegido pensar con su propia cabeza. Se mintió cuando se negó la existencia de cohetes nucleares en nuestro territorio. El gobierno cubano miente, cuando trata de ganar tiempo con medidas que no conducen a ninguna parte mientras esperan que ocurra algún milagro salvador. Es mentira que Fidel Castro haya hundido un barco en Girón desde un tanque, o que haya entrado al Cuartel Moncada después que el automóvil que lo conducía se perdió mientras los tiros sonaban. Es también mentira que Cuba fuera un país soberano en la época en que las bases de cohetes, submarinos y radares soviéticas, se encontraban diseminadas por toda la geografía nacional y los cubanos no tenían acceso a ellas, aunque sí podían servir de carne de cañón en el Cuerno Africano. Se miente, cuando se da por cumplido el Programa de la Historia Me Absolverá sin estarlo ni remotamente, y cuando se le niega el acceso a Internet a los cubanos porque es un arma peligrosa que le sirve al imperialismo yanqui.
El Miedo
Desde el propio año 1959 comenzó a inocularse el miedo en los cubanos; cuando se difundieron por todos los medios de prensa los fusilamientos indiscriminados y con ellos, dos vocablos que se hicieron tétricamente famosos, “el palito” y “el paredón”, cuando fueron relocalizados los habitantes de las montañas del Escambray para privar de apoyo a los opositores armados, cada vez que se han desplegado ofensivas revolucionarias contra opositores pacíficos, trabajadores por cuenta propia o intelectuales descarriados. Se inspiró terror cuando fueron derribadas las avionetas de Hermanos al Rescate, cuando se fusiló a tres jóvenes negros por el intento de secuestro de una lancha de pasajeros y cuando 75 opositores fueron condenados a largas penas de cárcel por escribir, recoger firmas, o tener una biblioteca, entre otras razones ridículas. Se induce el miedo a los necesarios cambios económicos, sociales y políticos que necesita el país, el miedo a la Seguridad del Estado, a la Policía Nacional, a las Brigadas de Respuesta Rápida y al vecino cederista, a la invasión de los americanos, a que los cubanos de La Florida regresen a quitarles las casas y perseguir a los que han trabajado para el régimen, a la eliminación de la libreta de racionamiento, al cambio climático y a una crisis económica mundial que no tiene nada que ver con la nuestra, que es autóctona.
Si alguien pregunta qué les pasa a los cubanos que han permitido una dictadura durante tanto tiempo, se le podría explicar con paciencia las razones de Cuba, el único país del mundo donde el pueblo es calificado de pichones malagradecidos mantenidos por los gobernantes, y los que no se lo creen, lo aceptan igual.
hildebrando.chaviano@yahoo.com
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