Aunque
los cubanos hemos dado muestras de ser un pueblo de pésima memoria, les traigo
una reseña extraída de la Enciclopedia Digital Cubana Ecured, sobre una vaquita
en la que se pusieron todas las esperanzas de llegar a producir más leche que
los Países Bajos.
Y
esta es la historia: “Producto de un
cruce de dos razas, la Holstein –de alta producción lechera- y la Cebú –muy resistente al calor-, Ubre
Blanca es lo que se conoce en el quehacer genético ganadero como una F 2, con
un 75% de sangre Holstein y un 25 de Cebú. A finales de mayo de 1980, Ubre
Blanca comenzó a llamar la atención, pues a partir de su tercer parto fue capaz
de aportar 63 litros de leche en un día.
A partir de ese momento, se decidió
mejorar la dieta y el manejo del animal, se le brindó mayor bienestar y se creó
un grupo multidisciplinario de atención técnica, liderado por la Doctora Rosa
Elena Simeón, quien en aquellos momentos laboraba en el Centro Nacional de
Sanidad Agropecuaria.
También se hicieron habituales las
visitas del Comandante en Jefe Fidel Castro, de delegaciones gubernamentales de
otros países, y también representantes de la prensa internacional que validaron
ante el mundo la superioridad productiva de Ubre Blanca, la que destronó a la
estadounidense Arlinda, que había merecido el lauro en 1975, Ubre Blanca logró
producir más de cien litros de leche en un día, y hasta 41 en un ordeño, cuando
para un animal de su tipo alcanzar 30 litros en una jornada ya constituye una
hazaña.
Pero obtener el éxito mundial, con
récords que no han sido igualados 30 años después, también implicó un necesario
riesgo para la salud de Ubre Blanca, pues llevarla a tal nivel de producción
podía implicar la proliferación excesiva de tejido glandular de la ubre en el
parto siguiente, con su consiguiente descuelgue. A los siete días de nacido su
descendiente, Camaraco Tropical, la ubre de la vaca recordista alcanzó un
perímetro de dos metros, casi su
longitud corporal, y paulatinamente se descolgó.
Con 14 años de edad, y ya con tres
partos, los especialistas decidieron intentar que lograra batir las marcas
productivas existentes, pues debían aprovechar ese momento, ya que en el
próximo alumbramiento los resultados no serían tan buenos. Ubre Blanca fue
trasladada al Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria (CENSA), donde fue
sometida a un tratamiento hormonal para obtener óvulos que serían utilizados en
estudios futuros.
Ese proceso exacerbó y enraizó una
tumoración que la vaca tenía en la piel, en la parte izquierda de la grupa,
como consecuencia de la exposición a los rayos solares, dolencia, además,
típica en la raza Holstein, por lo que a los 13 años de edad se decidió
sacrificarla.”
La
nota podrá estar mal redactada, tediosa, cursi y con errores en la edad del
animalito que según parece fue sometido a un tratamiento hormonal post mortem,
pero los avatares del Presidente de Venezuela, salvando las diferencias, me han
recordado a Ubre Blanca; famosa, utilizada, enferma y sacrificada a una utopía,
pero siempre recordada con agradecimiento por los miles de litros de petróleo,
perdón, de leche aportados.
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