Publicado por Diario de Cuba
Algo muy grave ocurre con
el pueblo cubano, el equipo de béisbol que representó a Cuba en la recién
concluida Serie del Caribe, al principio del torneo no lo hizo bien, pero
después enderezo el rumbo y no se detuvo hasta alzarse con el octavo título
después de 55 años. Mientras tanto, y he aquí la gravedad del asunto, muchos
cubanos en la isla se alegraban de que el equipo representante de su país perdiera
los juegos que perdió, entristecieron cuando Cuba venció a Puerto Rico y
llegaron a encolerizarse cuando sucesivamente venció a los equipos de
Venezuela, imbatible hasta ese momento, y finalmente a México en la discusión
del primer lugar.
Decididamente el
comunismo ha causado profundos daños
antropológicos en los cubanos, en Cuba hoy se aplaude al extranjero y se
abuchea al nacional, se charanguea el himno patrio en una canción carnavalesca
y el objetivo primario de los jóvenes, peloteros o médicos por igual, es llegar
a la “yuma” y no solo llegar, sino obtener la ciudadanía norteamericana. De no
ser esa, cualquier otra ciudadanía viene bien.
En la parte de Alemania
que otrora ocupara la República Democrática, se viene produciendo un hecho
curioso y alarmante, muchos jóvenes se enrolan en grupos xenófobos, racistas y
antisemitas, prácticas que supuestamente estaban prohibidas cuando el comunismo
era la religión oficial.
Parece ser que tanto en
el caso de la Alemania Democrática como en el de Cuba, la reacción de un sector
importante de las nuevas generaciones es en sentido opuesto y en la misma
intensidad en que fueron adoctrinados. Rebeldía, frustración o pérdida de
valores, las razones pueden ser diversas pero el resultado es el odio a todo lo
que pueda traer a la mente las humillaciones sufridas bajo el régimen.
En un extraño silogismo,
si los nazis pretendían exterminar a los judíos y los comunistas que vencieron
a los nazis nos sometieron durante tantos años, es justo que odiemos a
comunistas y judíos por igual. De igual forma, si los peloteros cubanos fueron
alguna vez felicitados por Fidel Castro como embajadores de la Revolución, y
ese mismo Fidel Castro y su revolución nos han hecho la vida tan difícil, nada
más lógico que desear la derrota de los peloteros y de esa manera alcanzar un
mínimo desquite, ruin desquite, que el amigo de mi enemigo sea derrotado no
importa por quien.
A estos extremos de odio
irracional ha llevado el comunismo a los cubanos, Cuba es el país donde para unos los que se van son traidores y
enemigos y para otros son héroes que se atrevieron a romper las cadenas. No ven
que a fin de cuentas son nada más que peloteros, jóvenes que aunque se vayan o
se queden van a seguir siendo cubanos porque eso es una condición que no se
pierde, se nace cubano y se muere cubano, aunque un dictador se dedique a
repartir a su antojo títulos de héroes y apátridas.
Que existan aberraciones
como referirse con desprecio a un pelotero que se fue del país por querer
probarse en el nivel más alto, o desear
la derrota del equipo nacional, es responsabilidad del gobernante Partido
Comunista y sus líderes históricos que han elevado el odio y la intolerancia a
niveles irracionales.
Los problemas a
resolverse en Cuba no son solo de carácter económico, los más serios problemas
que enfrenta el futuro del país son de carácter social y espiritual, el alma de
la nación está enferma, sufre de
traumas provocados por una dictadura demasiado larga y cruenta que ha formado
varias generaciones con los valores torcidos.
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