martes, 7 de mayo de 2013

Carta al Director General de la FAO.



A propósito de la carta de felicitación del Sr. José Graciano da Silva, fechada en Roma el 29 de abril de 2013, a Fidel Castro.

Excelentísimo Señor José Graciano da Silva, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO):
Señor,  el que suscribe es un cubano de los llamados de a pie, de esos que no tienen un vehículo asignado por el Estado, y se ve obligado a transitar por calles sucias y apestosas llenas de personas también sucias y apestosas, que gustan de buscar restos de alimentos en los contenedores de basura.
Estas personas, señor,  no son drogadictos, alcohólicos o enfermos mentales, sino cubanos de cualquier edad, preferentemente retirados, a los cuales no les alcanza el equivalente a diez dólares o menos mensuales que perciben por concepto de jubilación, para comprar algún producto cárnico, aceite o frijoles, que  le ayude a terminar el mes con algo que llevarse a la boca.
La ración mensual de alimentos que perciben los cubanos es digna de conmiseración; 7 libras de arroz, 6 onzas de frijoles, media libra de aceite, 4 libras de azúcar, 1 libra y media de pollo,  10 huevos, un puñado de picadillo compuesto de soya y piltrafa de aspecto nauseabundo y sabor indescriptible, 4 onzas de café mezclado  y 400g de pastas cada dos meses, además de la cuota de leche normada para los niños de hasta siete años de edad. Eso es todo.
Los campos de cultivo cubanos continúan llenos de marabú a pesar de todas las campañas y discursos escuchados al respecto. Los campesinos deben sembrar lo que el gobierno les ordena so pena de ser despojados de las tierras, y los productos son vendidos al gobierno, el cual a su vez fija los precios y es moroso a la hora de pagar a los productores.
Si los indignados cubanos no se lanzan a las calles y prefieren escapar del país por cualquier vía, es porque el terror impuesto les afloja los ánimos y la falta de información y comunicación que se padece acá, no permite que los ciudadanos tomen conciencia global de que todos sus padecimientos provienen del régimen despótico impuesto desde hace más de medio siglo por su “estimado Comandante”.
La confabulación en contra del pueblo cubano es escandalosa y la desvergüenza alcanza a personas e instituciones que se complacen en querer ver como logros, lo que ellos mismos no quisieran para sus países.
Los discursos trascendentales del “estimado Comandante” no impidieron que en el VI Congreso del Partido Comunista, fueran adoptados más de 300 lineamientos que constituyen, cada uno de ellos, evidencias de los  errores y horrores cometidos por Castro I de Birán, Caudillo de Cuba por la gracia del Diablo.
Su carta, señor Director General, se suma a la larga lista de afrentas y oprobios que ha sufrido el pueblo cubano durante demasiado tiempo.
hchaviano5@gmail.com                                

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