Última página del “Granma” de hoy; “Conchita vuelve
a ser 100% cubana”. La noticia, porque en realidad lo es, da más vergüenza que
regocijo. Resulta que la reconocida y antigua industria pinareña: “…ha dejado de estar obligada a traer tomate
de China, mango y guayaba de Brasil y coco de Sri Lanka, para poder trabajar.”,
el lector podrá preguntarse si este es otro logro de la Revolución socialista,
bajo la dirección del máximo líder y su pandilla de gamberros.
En las páginas centrales, por otra parte, bajo el
amenazante título de “No será el mercado quien regule el acceso al conocimiento”
(¿?), se anuncia el inicio de los servicios de Internet para los cubanos. Al
fin entra en funcionamiento el tan llevado y traído cable submarino, y no sólo
eso, sino que se prevé el acceso a los servicios de Internet a través de la conexión
inalámbrica (WI FI) y la telefonía móvil.
Entonces, en virtud de las leyes cubanas que
oficialmente no consideran estos avances tecnológicos como algo ilegal, sino económicamente
inaccesibles, ¿será puesto en libertad el norteamericano Alan Gross?
Es un principio general del derecho penal la
retroactividad de las leyes cuando estas favorecen al reo. Si distribuir de
forma gratuita equipos de comunicación satelital, de uso común en el mercado,
pudo considerarse en algún momento de histeria política una agresión a la
soberanía de Cuba, ahora que se reconoce que “no hay otras limitaciones que no sean las tecnológicas y financieras”
y que, “Uno de los objetivos planteados
dentro de la estrategia de crecimiento de estos servicios es la incorporación
de nuevas formas de acceso y en particular la conexión vía móvil”, la
liberación de Gross se convierte en algo de puro trámite.
Podrá parecer que el primer párrafo del presente
trabajo no tiene nada que ver con los siguientes, pero muy al contrario, ambos
asuntos están unidos por la misma ineficiencia del sistema y la incapacidad
genética de los dueños del país para hacer lo mejor en aras del bienestar y
desarrollo del pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario