martes, 23 de julio de 2013

Perro Huevero…



Después de tantos años de querer limpiar la imagen guerrerista, pendenciera y torpe que le es consustancial, el gobierno cubano, una vez más y como quien no quiere tener buenas relaciones con el vecino del norte, acaba de cagarla. De nada valdrán las explicaciones infantiles de que el armamento era antediluviano, o que el viaje era de ida y vuelta.
En el manifiesto del barco no aparecían las armas declaradas entre las mercancías llevadas a bordo, las escondieron chapuceramente como un perro esconde un hueso, y lo más importante, está prohibido por las Naciones Unidas llevar armamento de guerra a la dinastía anti-popular y anti-democrática de Corea. O bien alguien se quiso pasar de listo y ayudar aunque fuera simbólicamente a un amigo en desgracia, o a Raúl Castro le están serruchando el piso.
Estos disparates son una costumbre en la política exterior cubana, sobre todo cuando más mala es la situación interna, como si quisieran desviar la atención del fracaso de los cambios, actualizaciones y cacharreos al socialismo del siglo XXI. Carter aflojó la mano y Castro I le mandó más de cien mil cubanos por el Mariel entre ellos presidiarios, locos y agentes del G-2. Clinton buscó acercarse, incluso se negó a firmar en un inicio la Ley Helms-Burton, y fueron derribadas dos avionetas que no constituían ningún peligro para la seguridad cubana, ahora Obama reinicia las conversaciones sobre temas migratorios con esperanzas de más, y justo en este momento se les ocurre que hay que reparar cohetes y aviones en el país que se lleva las palmas en agresividad y desafío al mundo entero.
Parodiando a un enemigo inveterado de la paz; en los castristas no se puede creer ni un tantico así, son terroristas desde antes de la toma del poder en 1959, y amigos de terroristas. ¿Qué dirán los defensores de los viejitos de Birán en los Estados Unidos y en el resto del mundo? …aunque le quemen el hocico, huevero se queda.


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