martes, 18 de diciembre de 2012

Proscrito el Reguetón.


 



El pegajoso ritmo que invadió Cuba con letras que reflejan la otra cara de la cultura nacional, ha sido prohibido. El totalitarismo es así, ayer fue el Rock el peligro, hoy lo es el Reguetón, y la jerarquía cultural  se abroga el derecho de decidir sin miramientos si un tipo de música puede ser escuchada o no, con independencia de cuan popular sea.
Es cierto que las letras, o como les llaman los propios cultivadores del género, “la lírica”, se las trae y que “los mejores bolígrafos” del país no parecen haber cursado más allá de la enseñanza primaria, pero en ningún caso es su culpa, son resultado de la sociedad en que les tocó nacer y desarrollarse, la de la justicia plena en el pueblo más culto del mundo.
Junto con el Hip-hop y el Rap, el Reguetón formó la triada de la  música preferida por jóvenes de todos colores, varones y hembras, desde un año de edad en adelante. Constituyó la alternativa menos contestataria de los tres, pero a su vez, la más grosera. A los dos primeros se les ha marginado y cerrado la posibilidad de manifestarse públicamente, y de forma paulatina el Reguetón ganó espacio… hasta ahora.
A partir de este momento, escuchar ese tipo de música será un acto mal visto y hasta perseguido, como lo fue ir a la iglesia, tener dólares o usar pantalones estrechos. El Quinquenio Gris no fue sólo un quinquenio, la intolerancia es consustancial al comunismo mientras dure.



 


martes, 11 de diciembre de 2012

Y Después, ¿Qué?





La Asamblea Nacional del Poder Popular, órgano que sesiona una semana cada año, debatió en la Comisión de Trabajo dedicada a la Educación, Cultura, Ciencia y Medio Ambiente, el tema de la desigualdad y la discriminación racial. Bueno, algo es algo ¿no?, como diría alguien, del lobo un pelo aunque sea del c…
El Granma, órgano oficial del PCC, da una versión de las palabras de Abel Prieto, ex Ministro de Cultura, “Tomar conciencia de la existencia de manifestaciones de desigualdad y discriminación racial en el país, secuelas del coloniaje, el neocoloniaje y otras causas, es el primer paso para enfrentar esta problemática social… Lo segundo, es combatirlas desde edades bien tempranas, con eficaces instrumentos educativos y culturales.”
Entre otras cuestiones, siempre según el Granma, se analizaron las subsistentes desigualdades por el color de la piel, el olvido o poco reconocimiento de la memoria histórica del aporte de los hombres y mujeres negros; y las asimetrías en distintos sectores de la vida económica y política.
Por una vez se puede estar de acuerdo con los legisladores, son exactamente esos temas los objetivos del Comité Ciudadanos por la Integración Racial, organización no gubernamental reprimida con saña los días 30 de noviembre y 1º y 2 de diciembre del presente año cuando sus miembros se disponían a celebrar el III Foro Raza y Cubanidad al cual han sido invitados oficiales de la Seguridad del Estado en versiones anteriores.
Por lo visto, la sociedad civil se verá privada una vez más, de participar en la toma de decisiones trascendentales para la nación, y como siempre, el producto de lo que se cocine entre un grupo de elegidos sin la participación de voces alternativas, será una manipulación de la realidad donde las “otras causas”, al decir de Abel Prieto, serán minimizadas y justificadas, y la Policía Nacional Revolucionaria interpretará que “combatirlas desde edades bien tempranas” es un llamado a detener y registrar a los negros aunque usen pañoleta de pioneros.

Nicolás el Elegido.





Chávez está mal de salud, muy mal, tan mal que ya prepara la sucesión, pero Nicolás Maduro, el elegido, no está maduro, su expresión ante las cámaras lo decía todo, miedo, estupor, incertidumbre. No es lo mismo medrar a la sombra del líder que, de la noche a la mañana convertirse él mismo en líder; sin carisma, sin experiencia, sin conocimientos, es el clásico embarque en una Venezuela dividida aunque el Presidente del país clame por la unidad, mientras ignora olímpicamente a más de la mitad de los venezolanos que no votó por su proyecto político.
El mayor peligro para el inmaduro Nicolás no está en la oposición democrática venezolana, sino en las propias filas del chavismo, de donde lloverán zancadillas, deserciones y las múltiples interpretaciones del socialismo del siglo XXI que a fin de cuenta nadie de ellos sabe qué cosa es. 
De otro lado, La Habana tratará de teledirigir en su provecho el proceso político venezolano, lo que incomodará a tirios y troyanos en aquel país que aun goza de democracia por mucho que Chávez la haya apaleado.
Entre unos y otros, si el hoy Canciller y Vicepresidente,  no madura, al menos quedará bastante apolismado.


Mesa Redonda a Debate.





En realidad, el programa Mesa Redonda de la Televisión Cubana no parece hecho en Cuba. Los panelistas, inflados como pavorreales, utilizan los reportes de agencias de prensa de cualquier parte del mundo para analizar, dicen ellos que debatir, la situación política, económica y social del planeta en pleno. De Cuba, no hablan, y cuando lo hacen, todo está bien, el socialismo va viento en popa y los enemigos de la Revolución son derrotados cada día en los surcos improductivos, en las empresas en bancarrota, en los hospitales sin médicos y en las aulas sin maestros.
Esta semana, entre otros temas de escaso o ningún interés nacional, estuvieron; “Los Retos de Obama”, y “El Plan Nacional Socialista de Venezuela” (sic).
Los retos que enfrenta el Presidente Obama en su segundo mandato son  de dominio público en los Estados Unidos, millones de norteamericanos votaron en su contra, pero ninguno de ellos ha sido perseguido, los hay incluso que abogan por la secesión y aunque parezca increíble, el mecanismo para atender sus demandas está en marcha. La democracia es así, funciona hasta en medio de las crisis porque todos son importantes.
En otro orden de cosas, lo del nacional socialismo venezolano suena a ideología totalitaria, geopolítica y razas superiores, el nombre es idéntico a otro proyecto tristemente célebre y no se puede pasar por alto, sus promotores son unos perfectos ignorantes o el camino de la América chavista, peronista y castrista huele a nazismo.

Lo que faltó por decir.





Oficiales de la Seguridad del Estado se quejan, dolidos, de que en mis artículos sólo  escribo sobre lo que funciona mal en el país, y tienen razón, sin embargo no me disculpo, porque la prensa plana, radial y televisiva del gobierno se deshace en alabanzas al máximo líder, al hermano del máximo líder, a los seguidores del máximo líder y a los disparates de todos ellos, es suficiente.
Qué más quisiera yo, que poder decir algo positivo, a mí tampoco me gusta lo que veo, pero espero el momento oportuno; de seguro será cuando los niños con más de siete años puedan tomarse un vaso de leche, o quizás cuando el Parque Martí vuelva a servir para jugar pelota, baloncesto, fútbol, y sus piscinas estén llenas de agua y de niños aprendiendo a nadar, o cuando se declare erradicado el marabú de nuestros campos, o tal vez cuando la carne de cerdo tenga el precio al que se vendía en los desaparecidos mercados libres campesinos, o cuando los ejecutores de la matanza del remolcador “13 de Marzo” sean juzgados y sancionados como criminales de lesa humanidad, o cuando tener acceso a Internet no se considere un delito, también podría ser cuando se ratifiquen los Pactos Internacionales sobre Derechos Civiles, Políticos y Económicos, o cuando sea derogada la Ley Mordaza y el Código Penal ya no recoja como delitos el asociarse y reunirse, o cuando no tenga que intercambiar palabras con un oficial del DSE, mientras me veo rodeado por una veintena de esbirros prestos a utilizar la fuerza bruta.
Al gobierno cubano lo mueve el miedo a la verdad, a que las personas vean sus desnudeces, sus pústulas y suciedades. Lo que no quieren que se diga públicamente, es su obra de más de medio siglo, pretenden que encubrir la inmundicia los mantendrá a salvo de lo que se avecina.

martes, 4 de diciembre de 2012

Autorización Vs. Ley





Las reuniones de organizaciones no registradas están prohibidas por el Código Penal cubano, son penalizadas. Pero… como todo en este país, existen prohibiciones de actos no declarados ilegítimos, o autorizaciones de otros legalmente prohibidos.
Esto es lo que ocurrió con la celebración del último Foro Raza y Cubanidad, los organizadores fueron advertidos de que solo podrían asistir veinte personas al evento, sin embargo, como era de esperar, la cifra fue superada.
Sin pereza, el Departamento de Seguridad del Estado tomó la decisión de que los infractores debían ser castigados, (no sancionados). El segundo día del evento se inició con el secuestro de los indisciplinados, el cerco policial de la sede y la prohibición del acceso a la misma.
Estado policial, paternalista, lleno de contradicciones por el exceso de normas que de tanto regular la vida de los cubanos, terminan por enredar a las propias autoridades encargadas de hacerlas cumplir.
Al final, después de largas horas o quizás días de malestar e incertidumbre, los que están en los calabozos son liberados sin explicaciones, sin juicios donde exponer públicamente sus alegatos o escuchar de qué se les acusa. Todo queda en un limbo legal, porque el sistema judicial ni siquiera se entera de lo ocurrido, la policía política asume el papel de legislador y juez y los reos tienen menos derechos que un siervo de la gleba.



Coto Privado.





Aunque parezca increíble, el Foro Raza y Cubanidad fue suspendido por la Seguridad del Estado, motivo, el primer día se les había asignado a los organizadores una cuota de veinte asistentes, y en un acto de desacato  intolerable para el régimen, pasaron de treinta los participantes.
Los oficiales de la Seguridad del Estado encargados de poner la cara plantean con mucha seriedad que estas reuniones son ilegales. Pero, si son ilegales con treinta participantes, ¿no lo son igualmente con veinte?
La razón de tanta sin razón es que el temor del gobierno aumenta en la misma medida que crece el descontento de la población por los fracasos reiterados en su gestión,  sumado al crecimiento indetenible de la disidencia organizada.
La respuesta del gobierno cubano al cambio de actitud de la Comunidad Europea con respecto a la llamada “Posición Común”, y a la votación mayoritaria en las Naciones Unidas contra el embargo económico de los Estados Unidos, ha sido reforzar las medidas represivas contra la disidencia pacífica.
Impedir la asociación y reunión de ciudadanos independientes que debaten temas de interés para todos los cubanos, es un acto de salvajismo político. Si la sociedad cubana necesita del debate, todos deben ser escuchados, no solo los que les cantan loas al Presidente y a sus brillantes cortesanos.
Acaben de entenderlo de una vez, la crítica es necesaria para el funcionamiento saludable de la gestión de los gobernantes. Aprendan a escuchar, no repriman a los que no tienen más arma que la palabra, no amenacen a los indefensos, no sean degenerados en su obediencia ciega al déspota.
De todas formas, el Foro está en las calles, en los barrios, en cada casa, y en la conciencia de los mismos oficiales y agentes de la Seguridad del Estado, que, aunque por su propia voluntad se hayan castrado el cerebro, siguen siendo seres humanos capaces de pensar y ver de qué lado está  la razón aunque ellos tengan la fuerza como les gusta decir.


Disidencia y Ayuda Solidaria.



                                                              
Saber leer es saber andar, saber escribir es saber ascender.   José       Martí
              


Durante decenas de años, el gobierno cubano ha promovido, entrenado, armado y financiado  multitud de organizaciones, partidos políticos y movimientos guerrilleros en Asia, África y América. El dinero ha corrido en grandes cantidades para sostener y llevar a la práctica la idea de crear dos, tres, muchos Vietnam y exportar el socialismo estalinista a todos los rincones del mundo. Mientras las tropas cubanas han combatido a todo lo largo y ancho del planeta en una aventura guerrerista que desgastó al país, Cuba ha acogido a militantes de los movimientos separatistas vascos e irlandeses, a las FARC y el EP colombianos, a sandinistas, zapatistas, montoneros, tupamaros, senderistas y cualquier otro espécimen de la fauna terrorista del mundo.
Hoy, estos mismos gobernantes solidarios que adquirieron el yate “Granma” con dinero aportado por el ex presidente Carlos Prío, que recibieron armas y dinero de cubanos y extranjeros residentes dentro y fuera del territorio nacional, para financiar la frustrada revolución  del 59, y que ahora reciben donaciones de los Pastores por la Paz y cualquier otro  tonto crédulo,  se despotrican gritando improperios contra los disidentes y los amigos que los ayudan a subsistir frente a la bestialidad de un régimen que expulsa del trabajo a los que manifiesten su desacuerdo con el gobierno, aunque ni siquiera sepan lo que es un opositor político.
La política seguida por el gobierno cubano contra la disidencia pacífica, es de asfixia total, -no te doy trabajo, y si te ayudan,  eres un mercenario-. Algo así como una pelea de león contra mono, y el mono amarrado.
Dice el Código Penal cubano con respecto al delito de mercenarismo: El que, con el fin de obtener el pago de un sueldo u otro tipo de retribución material, se incorpore a formaciones militares integradas total o parcialmente por individuos que no son ciudadanos del Estado en cuyo territorio se proponen actuar, incurre en sanción de privación de libertad de diez a veinte años o muerte.”
En el caso de los periodistas y escritores, el voluntarismo llega al extremo de pretender que la prensa independiente se convierta en una sucursal del órgano oficial del partido. A la acusación en este caso, se le agrega que todo lo que dicen los disidentes es contrario al régimen. No faltaba más, parece una broma, quieren sumar a la causa totalitaria a los únicos que se atreven a pensar por sí mismos y expresarlo.
Es cierto que a favor del gobierno se podrían nombrar dos o tres cosas positivas, hasta un reloj parado da la hora dos veces al día; pero, ¿a qué precio se han alcanzado estos tan cacareados logros cada vez más maltrechos?; exilio, fusilamientos, cárceles, golpizas, humillaciones, odios y miedos institucionalizados, simulación, corrupción generalizada, en fin, el mal.
Es pura superstición creer a estas alturas en la revolución cubana y su socialismo, en sus líderes y en sus leyes injustas y anacrónicas. El que quiera ver los errores garrafales de Fidel Castro como ejemplos de genialidad, ese es su problema, los lineamientos aprobados en el VI Congreso del Partido demuestran lo contrario. El que insista en la construcción de un sistema utópico que los rusos abandonaron por imposible, en tanto chinos y vietnamitas se han encargado  de desmontar pieza por pieza hasta no dejar nada, no se ofenda si le llaman tonto.
No se pueden describir en otros términos los resultados de casi 54 años de fidelismo. Aunque los oficiales de la Seguridad del Estado lo tomen casi como una ofensa personal, la prensa debe ser crítica y no complaciente como prostituta barata, el discurso elogioso envilece a los gobernantes, y descalificar a la intelectualidad disidente con la imputación de ser agentes de una potencia extranjera, es cobardía política.




               
                      

El Asesor Jurídico.




A estas alturas, hablar de potenciar el papel de los asesores jurídicos en las instituciones y organismo estatales es otra de las tantas utopías o sueños incumplibles del sistema socialista del siglo XXI.
Cuba no es un  estado de derecho, y esa es la condición indispensable para que un especialista en materia legal, pueda ejercer su actividad cabalmente. En Cuba, un asesor jurídico puede ser visto como auditor, secretario de actas en los consejos de dirección, inspector, representante itinerario para asuntos de poca monta, y así, una interminable cantidad de tareas que nada tienen que ver con el asesoramiento jurídico.
Entre los trabajos que puede realizar un asesor jurídico, los hay tan poco honrosos como buscar la forma de deshacerse de un trabajador contestatario, Testigo de Jehová,  o demasiado capaz para el gusto de los jefes. También se le puede pedir la realización de algún tipo de trampa al mejor estilo de la mafia, para amañar un contrato, coyundear a un cliente o incumplir una obligación.
Para los dirigentes cubanos su entidad es su feudo, y se sienten inclinados a utilizar todas sus potestades para cometer cualquier arbitrariedad en nombre de la revolución y el socialismo, es decir, en el suyo propio.
Hace unos años, funcionaron los órganos de arbitraje estatal, la idea era buena y durante cierto tiempo algo se logró en cuanto al cumplimiento de las obligaciones contractuales, los abogados de empresas y organismos vieron realizados sus sueños de un ordenamiento jurídico apropiado. Por una vez se sintieron verdaderos profesionales del derecho.
Pero como ocurre  en esta Cuba nuestra revolucionaria y socialista, a alguien  no le gustó, o no le convino la idea de tantos abogados metidos en asuntos en ocasiones bastante escabrosos por los intereses ocultos detrás de productos no entregados o dinero no pago. El resultado final fue la desactivación total, sin explicaciones ni aviso previo, de los Órganos de Arbitraje.
El sistema de dirección impuesto, se reproduce a todos los niveles de la administración del país, y el voluntarismo no se lleva con el orden jurídico por mucho que se intente, y la presencia de asesores jurídicos que realicen su trabajo a cabalidad, va contra la naturaleza arbitraria y personalista de un régimen totalitario.
El Decreto No. 138, “Normas para el trabajo de asesoramiento jurídico en las entidades estatales”, es letra muerta porque a los jefes en Cuba, a semejanza del jefe de jefes, no les gusta que alguien les aconseje que hacer o no; se ofenden, gritan obscenidades, muerden el tabaco y patean muebles, en resumen, son energúmenos motivados.

martes, 13 de noviembre de 2012

METAS Y MITOS DE LA REVOLUCIÓN CUBANA.





Educación y salud pública gratuitas.
El salario de los trabajadores es sometido a un descuento forzoso como contribución a los gastos por concepto de seguridad social, salud, educación y maternidad. Por otra parte, los estudiantes que terminan estudios cumplen dos años de servicio social, para pagar la inversión realizada. El resto de su vida laboral será como jornaleros del Estado por, a lo sumo, un dólar diario. Después, recibirán una jubilación equivalente a 10-15 dólares al mes.

La canasta básica de alimentos.
Cada vez más menguada, esta canasta consiste en la venta mensual a bajo precio, de: 7 libras de arroz, 10 onzas de frijoles, media libra de aceite, 5 libras de azúcar, 4 onzas de café mezclado con chícharos, 10 huevos, 1.11 libras de pollo y 1 pan de 4 onzas diario. El resto debe adquirirse en el mercado negro o en las tiendas en divisas, donde los precios de los productos suelen ser tres veces más altos que lo normal; 1 litro de aceite cuesta 2.50 CUC, esto es, el equivalente de 62 pesos moneda nacional; el precio de 1 kilogramo  de leche en polvo asciende a 5.25 CUC o lo que es lo mismo, 131 pesos moneda nacional.

La tierra es de quien la trabaja.
Las tierras pertenecen al Estado, el cual las da en usufructo temporal y con la condición de que la mayor parte de lo producido debe ser vendido al propio Estado, que es quien además fija los precios.

Cuba es una potencia médica.
Nuestro país sufre en estos momentos por enfermedades desaparecidas desde el siglo XIX. La Clínica “Cira García” y el “CIMEQ”, son centros hospitalarios destinados a la atención de extranjeros, dirigentes y sus familiares, cuentan con medicamentos y modernos equipos de cualquier parte del mundo, incluidos los Estados Unidos; mientras, los hospitales y consultorios médicos que brindan atención a la población, dan grima y carecen de equipos, medicamentos y especialistas.

Nada hay más importante que un niño.
Coincidente con la caída de los primeros dientes, se les retira a los menores la cuota de leche normada. Los juguetes solo se venden en moneda convertible al igual que la ropa y los zapatos. La merienda escolar (almuerzo) consiste en un vaso de yogur de soya y un pan con una fritura también de soya.

Las elecciones del Poder Popular son democráticas.
La población es compulsada a participar en unas votaciones donde los candidatos necesitan la aprobación del partido comunista, y ni así tienen poder legislativo ni ejecutivo, son utilizados para embaucar incautos y sostener la injusticia. Al Presidente, lo eligen sus allegados.

Cuba es una potencia deportiva.
Solo hay que ver el estado ruinoso de las instalaciones deportivas, los pobres resultados obtenidos después del derrumbe de la URSS, y el abandono que padecen las glorias del deporte.

Las tropas cubanas fueron a África para saldar una deuda histórica.
El ejército cubano cumplió en África el papel de testaferro de los intereses de la URSS. En el caso de Angola, las tropas cubanas estuvieron más de una década masacrando angolanos.

La culpa de los padecimientos del pueblo cubano la tiene el “bloqueo”.
La algarabía antibloqueo se armó al desintegrarse el campo socialista. Los más de cien mil millones de dólares provenientes de tres décadas de subsidio soviético, fueron dilapidados en guerras, aventuras económicas, fiestas, viajes de placer, propaganda y represión. Lo que quedó, está en las cuentas particulares de los jerarcas.

Cuba, país soberano.
Como satélite de la URSS, Cuba acató los dictámenes económicos, políticos y militares de la metrópoli, se llenó de bases militares extranjeras y, en 1976, se adoptó una Constitución dictada desde Moscú. Hoy, a los gobernantes cubanos les viene bien Venezuela.

Fidel Castro fue un gran estadista.
Los más de trescientos lineamientos del Sexto Congreso del Partido Comunista, son resultado de otros tantos errores, horrores, desvaríos y caprichos del máximo líder, que durante su mandato; colocó el mundo al borde de una guerra nuclear, marabutizó tierras cultivables, salinizó otras con sus planes hidráulicos, exterminó la masa ganadera, deforestó los campos, mandó a la muerte a miles de cubanos que creyeron en él, envió religiosos y homosexuales a campos de concentración, televisó juicios y fusilamientos, encarceló, fusiló y humilló a todo el que fuera diferente, y convirtió al pueblo cubano en un pueblo de simuladores, oportunistas, intolerantes e incapaces con miedo a pensar.



Lamentos, Amenazas y Mentiras.



En el periódico Granma, órgano oficial del partido comunista de Cuba, apareció una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores que puede ser el precedente de una escalada represiva contra la disidencia pacífica interna. Por tanto, merece ser respondida para que los amigos de la democracia en Cuba comiencen desde ahora a atajar las garras de la tiranía.

La citada declaración comienza acusando a la Sección de Intereses de Norteamérica en La Habana, de fungir como cuartel general de la subversión que tiene como propósito fundamental “fabricar un movimiento de oposición al gobierno legítimo de Cuba y fomentar la desestabilización interna…”.

La oposición interna en Cuba no se fabrica desde afuera, la genera el propio sistema dictatorial desde 1959. En nuestro país nunca ha dejado de haber oposición, el Comandante Huber Matos se negó a seguirle el juego al castro comunismo que ya veía venir; los alzados del Escambray eran ex miembros del Movimiento 26 de Julio que se sintieron traicionados al ver que con Fidel Castro no había democracia ni reforma agraria; los centenares de miles de cubanos obligados a emigrar durante todos estos años, también han sido disidentes, le dicen no al sistema poniendo aguas por el medio.

El país está desestabilizado debido a la falta de libertades, a la frustración de los jóvenes que no ven un futuro promisorio aunque tengan un título universitario, a la miseria que sufren nuestros ancianos que después de jubilados, deben emplearse como vendedores ambulantes de lo que sea para poder subsistir en la penuria, a los hospitales sucios y sin médicos, a los niños sin leche, a la mala educación rampante que se ha adueñado de las calles, al racismo, y a la presencia eterna de unos ancianos incompetentes en el gobierno.
En cuanto a la legitimidad del régimen, es bastante cuestionable cuando en más de medio siglo no se han realizado elecciones presidenciales, sus resultados económicos son desastrosos, el país navega sin rumbo fijo hacia ninguna parte y cuestionar a los dirigentes y al partido comunista  es considerado un acto de traición.

Los servicios que presta la SINA se ajustan a los que tradicionalmente han prestado las misiones diplomáticas estadounidenses en cualquier época y en cualquier parte del mundo sin que medie retribución monetaria a los beneficiados que a fin de cuentas son los pueblos. El acceso a Internet, por definición, no puede ser ilegal, como no es ilegal oir una emisora de radio española o china. Internet no tiene dueños, y eso molesta a la tiranía que pretende monopolizarlo todo.

Cuba, gracias al gobierno de Venezuela, está conectada al cable submarino que permite el acceso a Internet, sin embargo, aún los cubanos tenemos denegado el derecho a la comunicación por esa vía.
El gobierno cubano; por voz del Ministerio de Relaciones Exteriores, miente cuando sostiene que Cuba no está conectada al cable submarino que le da libre acceso a la red de redes. Ofende la inteligencia cuando pretende que el gobierno de Estados Unidos requiere del consentimiento del Estado cubano y de la aprobación del Ministerio de Educación Superior para poder impartir programas docentes o cursos que curiosamente, han facilitado que un individuo como Carlos Serpa Maceira, preparado en estos cursos, preste servicio como periodista en radioemisoras cubanas, o que necesita autorización y una licencia de operación del Ministerio de Informática y Comunicaciones para ofrecer servicios de Internet, los cuales, al estar facilitados por satélites norteamericanos, no tienen nada que ver con el sistema cubano de comunicaciones.

Cuando el gobierno cubano permita a los ciudadanos el acceso libre a Internet a través del cable ya habilitado, la demanda del servicio en la Oficina de Intereses disminuirá en gran medida.
El gobierno, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, a falta de otro argumento que justifique la intolerancia a la crítica y a la diversidad de ideas, insiste en la vieja política de descalificar a la oposición pacífica, tildándola de “mercenarios”. Sepa el Ministerio de Relaciones Exteriores, que el Código Penal cubano califica el delito de mercenarismo de la siguiente manera: “Artículo 119.1  El que, con el fin de obtener el pago de un sueldo u otro tipo de retribución material, se incorpore a formaciones militares integradas total o parcialmente por individuos que no son ciudadanos del Estado en cuyo territorio se proponen actuar, incurre en sanción de privación de libertad de diez a veinte años o muerte.”

El ejercicio libre de la crítica es un derecho ciudadano que no necesariamente promueve un cambio de régimen, en ocasiones sería  suficiente un cambio en el régimen que se resiste a cambiar nada.
No es necesario el tan ansiado diálogo serio, respetuoso y en condiciones de igualdad con Estados Unidos. Este diálogo debe ser interno, en condiciones de igualdad, con seriedad y respeto hacia el ciudadano sin poder, pero con mucho que decir, ese mismo sin acceso a Internet ni a la carne de res, pero tan cubano como cualquiera de los quinientos mil militantes del partido comunista que se abrogan el derecho de hablar en nombre de once millones que no militan en dicho partido.











martes, 6 de noviembre de 2012

Unidad Real


Presionados por un movimiento social e intelectual que desde las filas de la oposición democrática ha desmontado cada una de las pantomimas y escaramuzas pseudo integracionistas del régimen cubano, sus negritólogos, con el señor Miguel Barnet a la cabeza, claman por la construcción espiritual y unitaria de la nación cubana.
Todo consiste para ellos, en achacar los males del racismo que hoy padecemos; a la esclavitud y sus lacras, la colonización, la república mediatizada con sus generales y doctores, y por qué no, al causante máximo de todos nuestros males, el siempre conveniente enemigo del norte que malévolamente permitió la inscripción del Partido Independientes de Color para contribuir a la desunión de “las fuerzas que en Cuba luchaban por la justicia social” (sic). ¿Qué fuerzas luchaban en aquel momento por la justicia social, como no fuera precisamente este partido?
En el centenario de la masacre de los Independientes de Color. Hubo discursos, y aunque tarde, se ha pretendido reivindicar en público la imagen de una raza que a más de medio siglo de revolución socialista, sigue padeciendo exactamente las mismas carencias, abusos y manipulaciones que un siglo atrás.
Más de la mitad del tiempo transcurrido desde la masacre, entra en el período post revolucionario, y ¿qué se ha logrado?; los negros son el sector de la sociedad más reprimido  por la policía, porque en la escuela de la PNR les enseñan que la mayor parte de los delincuentes son de tez negra, los negros continúan en minoría en los puestos de dirección, en las universidades, y en los puestos de trabajo con acceso a moneda convertible, en cambio, son mayoría en las cárceles, en los solares o cuarterías de La Habana y en los barrios marginales de toda la república.
La dirección blanca del país, heredera de aquellos blancos esclavistas convertidos después en blancos patriotas, blancos republicanos, blancos socialistas, no ha cambiado en nada el estado de cosas. Un poco porque no les interesa, otro poco porque no les conviene y otro no tan poco, porque en su fuero interno son tan racistas como los que les antecedieron.
La actitud paternalista y perdonavidas, el llamado a la unidad que más bien es el llamado al sometimiento de una raza y a la aceptación de una predestinación maldita donde el blanco sigue siendo el amo aunque ahora se le llame compañero dirigente. Estas son premisas que nos permiten identificar la actual sociedad cubana con la de hace cien años, y el ver una vieja foto del cadáver ensangrentado de Evaristo Estenoz rodeado de miembros del ejército de la época, trae a la memoria algunas escenas del sur de los Estados Unidos cuando el Ku Klux Klan campeaba por sus respetos. Solo les faltan las capuchas.
Siempre que las autoridades cubanas persiguen y reprimen por cualquier medio a organizaciones no gubernamentales de carácter antirracista como el Movimiento de Integración Racial “Juan Gualberto Gómez”, el Comité Ciudadano por la Integración Racial y el Observatorio Ciudadano Contra la Discriminación, cometen el mismo crimen que cuando se declaró proscrito al Partido de los Independientes de Color  bajo el gobierno de José Miguel Gómez. Cuando los oficiales del Departamento de Seguridad del Estado, háganse llamar Ignacio, Eric o lo que sea, impiden el acceso a la sede del Comité Ciudadano por la Integración Racial, están copiando a los oficiales y soldados de la república que en 1912 masacraron a los Independientes de Color.
Olvidó Barnet mencionar en su discurso, que como parte de la soldadesca del general José de Jesús Monteagudo estaba el entonces capitán José Francisco Martí y Zayas Bazán, en cuyo honor fue develada una tarja en el Centro de Estudios Martianos este mismo año de aniversario luctuoso. Si se va a hablar de acciones concretas que fortalezcan el principio de unidad de la nación, sería una buena acción dar marcha atrás a la infeliz idea de la tarja y volver a sumir  al hijo indigno del Apóstol, en la oscuridad de la que no debió salir jamás; también sería una buena acción de desagravio, arrancar la estatua del racista y homicida  José Miguel Gómez, del lugar que ocupa en la Avenida de los Presidentes, fundirla, y en su lugar erigir una de Evaristo Estenoz, fundador del proyecto político más avanzado de principios del siglo pasado, como símbolo del aporte de la raza negra a la construcción de la nacionalidad cubana.
No faltarán defensores de mantener en pie la imagen del oprobio, para lo cual alegarán múltiples razones sin confesar su racismo, pero los ciudadanos que aspiramos a una Cuba democrática debemos ser firmes en nuestra demanda, la reivindicación exige reparación histórica, y la estatua es un estorbo, ofende.
Pero el retiro de una tarja y una estatua sería solo una medida contra un escarnio público, que a fin de cuentas se resolvería con un poco de buena voluntad y decencia, lo difícil, es que cien años después, el Estado cubano garantice la igualdad de oportunidades en el cuerpo diplomático pedida por los Independientes de Color en sus bases programáticas. Por lo visto en el acto de juramento de los últimos 32 embajadores de la República de Cuba, ocurrido el martes 17 de julio ante el Monumento a José Martí, el grupo podría pasar por diplomáticos europeos vestidos con guayaberas.
En el año del Centenario, está todo como al principio, aunque el oficialismo se de golpes en el pecho proclamando la victoria sobre el dragón de muchas cabezas que es el racismo; institucional, cultural, económico, étnico, religioso y laboral.
La unidad sin respeto a la diversidad en todos los órdenes, incluso en el orden de las ideas, no es democracia, una pretendida unidad sin libertad es la imposición de una voluntad superior que somete todas las demás voluntades y las asfixia, los últimos en la escala son absorbidos  y dejan de tener voz, de ahí que los blancos hablen por los negros de asuntos de negros, mientras los negros escuchan y asienten.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Los Independientes de Color y la Igualdad de Derechos.


 

Si en lugar de cerrar toda vía democrática con la aprobación de la Enmienda Morúa, el Senado de la República hubiera discutido y elevado al rango de ley tan siquiera algunas de las bases programáticas del Partido Independiente de Color, ¿se habría producido la masacre de 1912?
En realidad, lo del miedo a los negros y al ejemplo de Haití, fue pura justificación. Lo que provocó la Guerra de 1912, que no fue tal guerra sino una masacre, fue el odio visceral a una raza, la soberbia de los blancos que aunque jugaran a la democracia, seguirían sin admitir que los negros fueran libres e iguales en derecho porque veían, ¿ven?, el color de la piel como razón suficiente para considerar a otro ser humano como de inferior categoría.
Entre los reclamos del Partido Independiente de Color, no había uno sólo de carácter racista, sino todo lo contrario; el equilibrio de los intereses de todos los cubanos, el amor a la patria, el desarrollo de las relaciones cordiales entre todos los ciudadanos, la conservación de la nacionalidad y la participación igualitaria de los nacidos en esta tierra en la administración de la cosa pública, educación para todos, justicia, inmigración, derechos laborales, derechos políticos y civiles, derecho a la tierra y al empleo.
Estos temas tenían también un carácter profundamente nacionalista y patriótico. Cien años después, mantienen su vigencia con la adecuación lógica a la época. La situación del negro en Cuba en realidad ha variado muy poco desde principios del siglo veinte para acá.
Todas y cada una de las bases programáticas del Partido fundado por Evaristo Estenoz, constituyen otras tantas reivindicaciones sociales no solo para los ciudadanos de la raza negra, sino para todos los cubanos, sobre todo los más pobres, con independencia del color.
En ninguno de sus párrafos se pretende que una raza esté por encima de otra, sino que a la raza que durante siglos fue vilipendiada se le considere igual a la otra, porque a fin de cuentas, la condición de cubanos la adquirimos juntos en el mismo proceso.
Hoy ocurre lo mismo que en 1912. Por ahí aparecen blancos que niegan la necesidad de resolver el problema racial en Cuba, porque según ellos, este problema no existe. De igual forma, como antaño, entre los mismos negros encontramos quienes niegan ser discriminados porque en su vida han tenido iguales oportunidades que los blancos, pero han sabido aprovecharlas dándose su lugar. Unos y otros dicen que hablar de racismo es ser racista, que la unidad de la patria se pone en peligro y para colmo, hasta la lucha por la democracia en Cuba necesita que los negros se callen la boca.
Por otra parte, no sirve de nada una constitución que reconozca la igualdad de derechos para negros y blancos, cuando en la práctica los políticos, de ayer y de hoy, al verse amenazados por una presunta venganza de los negros en el poder, ponen todo tipo de obstáculos para impedir el acceso del hombre negro a puestos de trabajo mejor remunerados o cargos públicos donde tenga capacidad de decidir sobre asuntos trascendentales para la vida de la sociedad.
El Partido Independiente de Color pedía medidas de acción afirmativa si lo vemos a la luz de los tiempos que vivimos, buscaba equilibrar la balanza de la justicia social con normas que impidieran no solo que el negro se mantuviera en una situación de total subordinación, sino que esta subordinación, entiéndase alienación, no fuera cada vez mayor y aquellos que junto a los blancos habían luchado por la independencia del país, pudieran junto a ellos construir la república de todos y para el bien de todos.
Dado que en esta larga carrera el negro arrancó tarde y descalzo, se hace necesario, hoy como ayer, buscar el equilibrio mediante leyes, y no evitar los antagonismos sociales aplastando al elemento antagónico más débil.
Los derechos ciudadanos de la población negra deben quedar expuestos con claridad mediante leyes, ya que en esta sociedad multirracial, donde se pretende que no haya color, en realidad ocurre que el negro es invisibilizado, nunca igualado. En aras de la unidad, la independencia y la soberanía nacional, los no blancos deben atenerse a lo que determine el blanco hegemónico. El negro queda fuera de la ecuación y por eso fueron asesinados miles de ellos en 1912, en un acto de genocidio racista que unos pocos advirtieron y nadie pudo impedir.
Si el Partido Liberal o el Conservador hubieran tenido en sus programas los temas contenidos en las bases del Partido  Independiente de Color, perfectamente los negros se les habrían sumado gustosos, pero el programa de los Independientes de Color era demasiado democrático para el gusto de los que durante la colonia formaban parte de las clases pudientes, dueños de esclavos todos ellos, y que por necesidades de las contiendas independentistas devinieron compañeros de ocasión.
Los que antes de la guerra eran ricos, ahora querían serlo más y los que antes no tenían poder político ahora lo querían todo para sí. La relación con los que otrora fueron sus esclavos, o los descendientes de sus esclavos, seguiría siendo la misma, una relación de subordinación de carácter esclavista, nunca de fraternal empeño en la construcción de la patria. Todo lo demás que se diga es ingenuo romanticismo u oportunismo feroz.
Así nos sorprende el siglo XXI, enfrascados en la misma lucha contra los demonios de odios y ambiciones disfrazados de unidad y democracia con palmaditas en la espalda incluidas, para que los negros se sigan portando bien,  cooperando con todos para el bien de unos pocos, sin pedir demasiado para no poner en peligro la estabilidad republicana.
Los blancos de la colonia fueron después los blancos de la República y son los mismos blancos de la Revolución del 59 que sin haber tenido antes dinero ni poder político, se sienten herederos de aquellos sólo porque tienen el mismo color de piel.
Procurar equidad en el acceso a  los empleos mejor remunerados, en la distribución de tierras de cultivo y en el acceso a carreras técnicas y de educación superior, tratamiento justo en las unidades de policía, tribunales y cárceles. Como en épocas pasadas, parece demasiado pedir para unos descendientes de esclavos.
No obstante los prejuicios, el Estado debe acometer la formación de verdaderos valores ciudadanos alejados de los dogmas y consignas que propugnan el odio, la intolerancia y el resentimiento, de todos los cuales los negros somos víctimas propiciatorias a casi cien años del estigma dejado en la memoria histórica de una nación que seguirá en su fase embrionaria mientras no se salde la deuda.




martes, 30 de octubre de 2012

TRAUMAS




Que los negros tenemos complejos, según dicen algunos, puede ser verdad. Los complejos son causados por traumas que se quedan en lo más profundo del subconsciente de las personas, y estos traumas pueden ser recientes o muy antiguos; individuales o colectivos.
Los traumas raciales de los negros en Cuba provienen de la forma en que fueron traídos nuestros ancestros; secuestrados, encadenados, hacinados en embarcaciones precarias y almacenados después en infernales barracones, sometidos a vejaciones y golpizas, marcados como animales y obligados a trabajar como bestias para el beneficio de otros.
Nunca se sabrá con exactitud el número de esclavos muertos durante la travesía del Atlántico. El hambre y las enfermedades hicieron mella en gran número de ellos, otros, simplemente eran lanzados al mar cuando los barcos negreros eran perseguidos.
Los hechos narrados afectaron a todos los sobrevivientes, pero también a su descendencia. La marca de los hierros ardientes y los latigazos, no sólo dejaron cicatrices en la piel, sino en lo más profundo de las consciencias de los negros de todas las generaciones posteriores. El chasquido del látigo y los lamentos se pueden oír todavía.
Como si aquello no fuera suficiente, hoy los negros son mirados con desprecio, desconfianza y hasta temor. Ver un negro salir de una casa de blancos puede ser motivo de alarma para algunos vecinos, que se verán obligados a alertar al dueño y este tendrá que explicar que sí, que es el marido de su hija que está loca.
Con la figura del negro se hacen los chistes más ingeniosamente racistas que se puedan imaginar; el protagonista puede ser un vago, un ladrón, un ser torpe e incapaz o cuando mejor sale, un demonio erótico dotado de un falo enorme e insaciable que a unos llena de envidia y a otras hace soñar con persecuciones húmedas.
El esfuerzo que los negros cubanos hacen en la actualidad para imponerse, sobresalir, o simplemente sobrevivir, sólo es comparable con el que se veían obligados a realizar para comprar su libertad y la de sus hijos.
Cada día los negros compramos  nuestra libertad, o nos empalencamos, o cargamos al machete contra una injusticia o un injusto. Como en los viejos tiempos, somos merecedores del reproche de la sociedad blanca por rebeldes, o por hablar demasiado alto, o preferir resolver algunos problemas simplemente de a hombre, o porque nos gusta bailar, o adoramos los elementos de la naturaleza. La cuestión es que estamos sometidos a la constante vigilancia de cada uno de nuestros actos y eso, en realidad incomoda.
Los blancos que nos tildan de acomplejados deberían revisar en sus gavetas si no tienen algún complejo escondido como el de amo, o el de rancheador, o el de capataz de ingenio, porque es hora de que se estudie no sólo el problema negro en Cuba, existe además el problema blanco, que engendró todos los demás y los mantiene.
A estas alturas, deberíamos buscar acomodo y aprender a convivir en este país de todos, porque los negros no vamos a regresar a África, a donde ya no pertenecemos, y  no se les puede pedir a los blancos que regresen a Europa aunque sean minoría étnica.
Las calificaciones, o descalificaciones, como quiera llamárseles, por motivos raciales, denigran tanto al sujeto que las recibe como al que las emite. La discriminación afecta moral y espiritualmente a ambos lados de la ecuación, y cuando la parte dominante es menor en número que los dominados, esto, además de criminal, es estúpido, porque aunque económicamente sean superiores, dependen en buena medida  del  talento y la fuerza de trabajo de aquellos en apariencia inferiores.
Sin la participación de los negros, no hubiera habido guerras independentistas, y la sociedad cubana de los siglos XVIII, XIX y primera mitad del XX, no habría alcanzado la pujanza económica y cultural que la caracterizó. Si algo sirvió de savia al proceso político y social posterior al primero de enero de 1959, fue la incorporación masiva de los negros, esperanzados en los cambios anunciados.
Como quiera que el mencionado proceso se convirtiera en una gran trituradora de sueños, ahí fueron a parar también los de los negros, víctimas dobles por el estigma de la piel y por desposeídos. ¿Podrá entonces culparse a esta raza sufrida por tener recelos, desconfianzas, rencores y en general mantenerse en una actitud defensiva y hasta cierto punto hostil?
Los estudiosos algún día podrán ayudar a rescatar la verdadera identidad del negro y su papel en la sociedad, a realzar la dignidad de su condición humana y liberarlos de la humillación de tener que agradecer eternamente supuestos favores mesiánicos.
La sociedad cubana está en deuda con los negros y lo seguirá  mientras el tratamiento de la discriminación no acabe de salir del plano de alguna que otra expresión dulzona, un discursito contemplativo y la conmemoración casi en secreto de algún hecho memorable.
La historia de los negros en Cuba debe ser una asignatura impartida desde los primeros grados de la enseñanza primaria y no aparecer diluida y minimizada a lo largo del aprendizaje general, donde la ideología devora la esencia del conocimiento y hace aparecer a los negros, salvo excepciones, como entes oscuros, incultos y poco dados a vivir en sociedad, totalmente despersonalizados y sin raíces propias.
Hay mucho mérito en los negros cubanos y podemos sentirnos orgullosos porque somos una raza que ha ayudado con su inteligencia, esfuerzo y valor, a construir una nación que aunque está a medio hacer, nos pertenece y le pertenecemos por derecho propio.


martes, 16 de octubre de 2012

Por La Voluntad Totalitaria.


 

Se van la carta de invitación y el permiso de salida. Con condiciones, claro está. El señor feudal se niega a que sus siervos gocen de total libertad para viajar. Los cubanos son considerados de esta forma, propiedad del gobierno.
Estas disposiciones animadas por el interés en controlarlo todo, a la vez que sacarle el máximo de beneficios para su bolsillo, son dos de las muchas disposiciones absurdas promulgadas por el silencioso en jefe, al decir del propio Raúl Castro, que hacen la vida de los habitantes de esta tierra un infierno.
Los alegatos de que estas normas fueron creadas para defenderse de supuestas agresiones venidas del norte y proteger el país contra la fuga de cerebros, son dos mentiras que por repetidas, no llegan a convertirse en verdades; si los cubanos buscan escapar masivamente del paraíso socialista, no es porque  a los americanos les interese, es porque aquí no ven futuro ni presente; en muchos casos no pueden aplicar lo aprendido y cuando lo hacen, lo que devengan no les alcanza para sufragar las necesidades más elementales. Ver un médico taxista o un ingeniero portero de hotel, es común en Cuba.
La emigración en Cuba fue criminalizada desde el mismo año 1959. Unos por batistianos, otros por burgueses, desafectos o escorias que podían irse por innecesarios y no queridos. Al final, todos enemigos de la revolución. Ahora se les hacen guiños a los emigrantes-exiliados, porque una de las principales fuentes de ingreso a las finanzas del país proviene de los gusanos de ayer, mariposas hoy.
Por otra parte, los profesionales cubanos no le deben nada al gobierno, dado que su educación la sufraga el salario esquilmado de los trabajadores y los dos años de servicio social que cada uno está obligado a realizar ganando una miseria. La educación en Cuba, no es gratuita, eso es otra mentira.
No espere nadie una normalización del sistema migratorio cubano. Lo que puede ser normal para este gobierno, es una aberración en cualquier otra parte del mundo. El gobierno y estado cubanos se sitúan por encima del ciudadano, invierten la relación, y es el ciudadano quien se convierte en un servidor del sistema. En esto consiste el socialismo, la élite gobernante decide por el individuo anulado en sus más elementales derechos, y lo hace pagar.


martes, 9 de octubre de 2012

De la Detención.



 Un ciudadano es detenido por agentes de la Policía Nacional Revolucionaria y conducido a una unidad, donde, sin ser acusado de delito alguno, es mantenido en un calabozo durante tres días.
Ley de Procedimiento Penal.
Artículo 241. Nadie puede ser detenido sino en los casos y con las formalidades que las leyes prescriben.
Artículo 242. Cualquier persona puede detener:
1)      al que intente cometer un delito, en el momento de ir a cometerlo;
2)      al delincuente infraganti;
3)      al que mediante la fuga haya quebrantado una sanción de privación de libertad o una medida de seguridad detentiva, que esté cumpliendo;
4)      al acusado declarado en rebeldía.
Artículo 243. La autoridad o agente de la policía tiene la obligación de detener:
1)      a cualquiera que se halle en alguno de los casos del artículo anterior; se haya fugado encontrándose detenido o en prisión provisional; o exista contra él orden de detención;
2)      al acusado por delito contra la seguridad del Estado;
3)      al acusado por un delito cuya sanción imponible sea superior a seis años de privación de libertad;
4)      al acusado por cualquier delito siempre que concurra alguna de las circunstancias siguientes:
a)      que los hechos hayan producido alarma o sea de los que se cometen con frecuencia en el territorio del municipio,
b)      que existan elementos bastantes para estimar fundadamente que el acusado tratará de evadir la acción de la justicia.

En resumen, para ser detenido debe haberse cometido un delito o estar en vías de cometerlo. Las detenciones a disidentes, aún las que sean por pocas horas, son siempre ilegales.


Cadáveres Amados.



Loable que haya un día para las víctimas del terrorismo de estado. Podrían incluirse con todo derecho a los 41 cubanos, entre ellos 11 niños, que murieron el 13 de julio de 1994 en el hundimiento premeditado del remolcador “13 de Marzo” frente a la bahía de La Habana; a los cuatro pilotos de “Hermanos al Rescate” pulverizados por un Mig de la Fuerza Aérea cubana sobre aguas internacionales; a Laura Pollán, Oswaldo Payá, Harold Cepero, Orlando Zapata Tamayo; las decenas de miles de presos políticos (recordar a los 75 de la Primavera Negra del 2003) que han poblado las más de doscientas cárceles del régimen, los miles de fusilados, entre ellos tres jóvenes de raza negra fusilados por tratar de secuestrar una lancha, y los millones de exiliados que no pueden entrar  a su país sin el permiso del gobierno.
Es bueno recordar a los muertos, pero no disfrutarlo. Es característico de este régimen vampiresco, celebrar los derramamientos de sangre con carnavales, desfiles y concentraciones, cuando se deberían celebrar con respeto y recogimiento.
Pero el respeto es ajeno a la naturaleza del gobierno cubano. Utiliza los muertos propios y ajenos como material de propaganda política; y hasta a los no muertos, como los cinco espías presos en cárceles norteamericanas, víctimas de la arrogancia oficial.
No es sólo  el 6 de octubre un día luctuoso para los cubanos, el almanaque está lleno de fechas aciagas que comenzaron el primero de enero de 1959, y no se sabe hasta dónde llegue. Quizás dependa de la cantidad de testosterona de los cubanos, que han preferido hacerse eunucos a sí mismos como diría el Apóstol.

martes, 25 de septiembre de 2012

En Defensa del Reggaetón.



Se reunió en La Habana el Consejo Nacional de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Lo que vale y brilla en las artes y las letras cubanas debatió, sin miramientos, los problemas que afectan la creación y la promoción de la música cubana.
La víctima propiciatoria fue el reggaetón, los demás tópicos analizados no despertaron el interés que este ritmo marginal y negro, si cabe la redundancia, despertó en los participantes. Resultado, hay que cerrarle las puertas, aún más.
Como es habitual en este tipo de reuniones, no se oyó la voz discrepante de ningún reguetonero, que, o no fueron invitados o prefirieron quedarse callados.
Es cierto que las letras de muchos de los reggaetones dejan bastante que desear en cuanto a los cánones culturales generalmente aceptados en nuestra sociedad, pero, sin embargo, la sinceridad del discurso no puede ponerse en duda. Estos músicos de la marginalidad tienen algo que decir y lo dicen.
La cultura cubana no es solo la de las salas de concierto, también se hace en las calles, en los solares mal olientes, en los barrios no aptos para turistas de Santiago de Cuba y La Habana. Sus creadores son aquellos que no tuvieron oportunidad de asistir a las escuelas de música, o no quisieron hacerlo porque sus inquietudes artísticas y sociales no se avienen a los esquemas culturales preconcebidos.
Las letras son machistas, porque la sociedad es profundamente machista, sin embargo, hacen referencia a valores humanos que ya parecían olvidados, llaman a las cosas por su nombre, aunque lo feo en realidad no sea el nombre, sino lo que este significa. La hipocresía y la doble moral que imperan en la Cuba de hoy, se ofenden con la manera sencilla de decir, con el ritmo contagioso sin complejidades  armónicas; música primitiva para situaciones modernas, como resultado de su propia evolución muy particular.
El producto reggaetón tiene consumidores y, guste o no, ahí está. Unos lo disfrutan, otros lo sufren, pero es evidente que la cultura de la nación no se puede medir sólo por las preferencias de la élite privilegiada, ni siquiera de la mayoría supuestamente culta; también es cultura la que producen las minorías, aunque en ocasiones apenas se distingan las palabras. Los asistentes a la ópera pueden disfrutar de una representación de Madame Butterfly o de Salomé sin entender ni una palabra en italiano o alemán.

Fundamentalismo.


 

El mundo islámico está indignado, lo que no han logrado los aviones teledirigidos con sus daños colaterales, las invasiones de la OTAN y las torturas en Guantánamo, lo ha logrado un oscuro cineasta que nadie sabe a ciencia cierta quién es, ayudado por la magia de Internet. Un video de catorce minutos de duración y dudosa factura según dicen los que lo han visto, ha provocado que los musulmanes en todo el mundo se vean en el deber de quemar, saquear, matar inocentes, y de paso dar la razón a los que los acusan de extremistas, violentos y terroristas dispuestos a cualquier barbaridad amparados en su fe.
Los comunistas y ateos de toda laya se han cansado de decir barbaridades en contra de Jesús, lo han negado, se han burlado de su divinidad, y la Biblia, libro sagrado de los cristianos, lo mismo ha sido quemada que vilipendiada. El pueblo cristiano no se ha lanzado a las calles a apedrear y quemar comunistas o embajadas comunistas.
La Internacional, himno de guerra de los comunistas de todos los países, repudia la creencia en Dios -el mismo Dios de todos-, sin que ninguna autoridad eclesiástica se haya pronunciado en contra de la estrofa ridícula.
Los islamitas, musulmanes, seguidores del Profeta Mahoma o como les guste llamarse a sí mismos, exageran la nota. Culpar al gobierno de los Estados Unidos de la realización y divulgación de una película de factura privada, más bien parece un desvío de la atención a los verdaderos problemas que tienen los países árabes, como el atraso en que están sumidos pueblos que en otras épocas iluminaron a la humanidad con su conocimiento, o el estado de degradación a que están sometidas las mujeres en sus sociedades  machistas, donde lapidarlas públicamente hasta morir, se llama justicia.
Si alguien quería ver un ejemplo de lo que es odio racial desmesurado, ya lo vio en los noticieros y la prensa de todo el mundo.  De esta cultura o subcultura de la violencia, salen los que son capaces de dinamitar aviones cargados de inocentes, incendiar discotecas o derribar edificios repletos de trabajadores.
De los que violan y asesinan a un hombre sea o no embajador, el mundo no puede esperar nada bueno. El valor y la ira que demuestran estos soldados del islam contra personas inocentes, no tiene que ver con el comportamiento que mostraron en la guerra del 67 cuando pretendieron borrar del mapa a Israel y terminaron suplicando la devolución de los territorios ocupados.
Que la película de marras pueda ofender a alguien, puede ser, pero solidarizarse con los que se valen de cualquier pretexto para asesinar, aterrorizar y elevar el odio a la categoría de acto religioso, es participar del crimen.
Los regímenes totalitarios son también fundamentalistas aunque sean ateos; el odio a quien se atreva a pensar diferente, al que se aparte de los códigos establecidos a capricho, al que se atreva a criticar al sacrosanto ayatola-comandante. Este odio puede llevar al hundimiento de barcos cargados de inocentes, al derribo de avionetas, a las golpizas a mujeres, a muertes sospechosamente convenientes y al encarcelamiento injusto.
Las turbas revolucionarias que gritan consignas progubernamentales y dan golpes a los disidentes en La Habana, no tienen nada que envidiar a las turbas musulmanas que queman, apedrean y matan inocentes en las capitales de los países islámicos. En ambos casos, el fanatismo y la cobardía van mano a mano; en ambos casos el modelo social es obsoleto además de injusto.

El Estado Peligroso




Una joven disfruta de un día de playa en compañía de algunas amigas, cuando unos bañistas extranjeros se acercan y las invitan a un restaurante cercano. Conversan, y como es normal entre personas jóvenes, las horas pasan entre tragos y risas. Un agente de la policía se acerca al grupo y muy serio, les pide identificación a las jóvenes. Son los extranjeros los que preguntan el porqué de la intervención del agente y este les responde de mala gana que las jóvenes no pueden asediar a los turistas por lo que van a ser detenidas.
Podrá reírse el que quiera, pero en Cuba es exactamente así. Alguien podrá argüir, siguiendo la misma lógica retorcida del apartheid, que lo mismo podría ser requerido y hasta expulsado del país el extranjero que solicite la compañía de una joven nativa. En realidad todo no es más que parte de la hipocresía del régimen cubano.
En su cruzada moralista de los primeros tiempos de la revolución de los barbudos, Fidel Castro se encaprichó en eliminar de raíz el oficio más antiguo de que se tiene noticia. Fue otro de los tantos fracasos que integran el rosario del proceso revolucionario cubano. Como se supone que en un país donde no hay corrupción, ni analfabetos, ni burgueses, ni drogadicción, por ser lacras del pasado, tampoco puede haber putas, es entonces que entra en juego el llamado “estado peligroso”.
Ley 62, Código Penal.
“Artículo 72. Se considera estado peligroso la especial proclividad en que se halla una persona para cometer delitos, demostrada por la conducta que observa en contradicción manifiesta con las normas de la moral socialista.
“Artículo 73.1. El estado peligroso se aprecia cuando en el sujeto concurre alguno de los índices de peligrosidad siguientes:
a)      la embriaguez habitual y la dipsomanía;
b)      la narcomanía;
c)      la conducta antisocial
2. Se considera en estado peligroso por conducta antisocial al que quebrante habitualmente las reglas de convivencia social mediante actos de violencia, o por otros actos provocadores, viola derechos de los demás o por su comportamiento en general daña las reglas de convivencia o perturba el orden de la comunidad o vive, como un parásito social, del trabajo ajeno o explota o practica vicios socialmente reprobables.
Artículo 74. Se considera también estado peligroso el de los enajenados mentales y de las personas de desarrollo mental retardado, si, por esta causa, no poseen la facultad de comprender el alcance de sus acciones ni de controlar sus conductas, siempre que estas representen una amenaza para la seguridad de las personas o del orden social.”
Las mujeres cubanas, por ser cultas y sanas, como alguien dijo alguna vez en uno de sus tantos discursos, además de hermosas, no tienen necesidad de asediar a nadie; en la puerta de la casa, en la cola del pollo por pescado* o montadas en un ómnibus repleto a la seis de la tarde, son atractivas, para el turista y para el no turista.
La joven que disfruta de la estancia en lugares donde concurren turistas extranjeros no manifiesta una conducta antisocial, solo manifiesta su necesidad de diversión, de compartir con personas interesantes a la que ella misma les es interesante a su vez, sin que por ello quebranten ninguna regla de convivencia social, cometan actos provocadores, perturben el orden de la comunidad o practiquen vicios socialmente reprobables.
Si la prostitución no aparece como delito en el Código Penal, es porque el legislador no lo vio como tal o no consideró políticamente correcta su inclusión. No es así con el proxenetismo, el cual aparece recogido en la ley y es debidamente sancionado.
A pesar de ser el “Estado Peligroso” el gran saco de la legislación penal fascista y comunista, no hay manera de que el intercambio carnal entre personas que se unen por propia voluntad pueda considerarse un vicio o un acto peligroso, es, cuando más, el himeneo elevado a la categoría de atracción turística, la internacionalización de la gozadera, lo que todo el mundo, o el que puede, hace todos los días, o cuando puede, pero más parecido a los Cuerpos de Paz de las Naciones Unidas.
Si pasear, comer, beber, bailar o tener sexo con un extranjero es un delito, entonces debe aparecer como tal en el Código Penal, sin vergüenza, sin sonrojos, sin falsas apariencias. A más de medio siglo de la expulsión del capitalismo y sus lacras de la patria, hoy los policías, como vulgares proxenetas,  extorsionan mujeres sean estas o no prostitutas, abusan de ellas y las humillan en las playas y a la salida de los hoteles y centros nocturnos, ante la mirada atónita de los turistas que no saben, si el uniformado es un agente del orden o un chulo disfrazado.

*11 onzas de pollo vendidas por la libreta de racionamiento en lugar de la misma cantidad de pescado que antiguamente se ofertaba.


martes, 18 de septiembre de 2012

Policía, Policía, ¿Tú Eres Mi Amigo?




Enrique Sánchez, Carlos Alberto González, los hermanos Alejandro y Medardo Meléndez, y otros dos jóvenes, tienen experiencia en eso de intentar salir del país con cualquier cosa que flote, pero la experiencia que sufrieron la noche del 10 de septiembre después del enésimo intento fracasado, es única.
La playa Boca Ciega parecía apacible cuando los frustrados navegantes tocaron tierra. De entre la vegetación salió en zafarrancho de combate medio centenar de soldados y oficiales de Tropas Guardafronteras y de la Policía Nacional Revolucionaria, que  los conminaron a poner las manos en alto mientras les apuntaban con sus armas.
Después de ser esposados sin ofrecer resistencia, uno de los policías manifestó: -“Yo no puedo quedarme así”, y acto seguido  le propina un golpe en el rostro al detenido Enrique Sánchez Masforroll, con lo cual no estuvo de acuerdo uno de los oficiales de Guardafronteras. Otro policía, sugirió que apareciera en el acta que el joven golpeado había atacado al esbirro con un remo, a lo que el responsable de levantar el acta se opuso porque sencillamente, no había remos en la embarcación.
Este policía no solo golpeó a un detenido que se hallaba esposado, sino que se vanaglorió del abuso. Para colmo de ilegalidades,  el número de identificación que portaba el agente no era el suyo, pertenecía a otro miembro del mismo cuerpo que le había prestado la camisa para cometer la fechoría y quedar impune. Sólo al hacer la denuncia al día siguiente se pudo saber que el cobarde se nombra Yariel Rocel Hernández con número de chapa 07290.
De los objetos que quedaron en la embarcación; documentos, dinero, ropa y un reloj, no hay rastro, sin que aparezcan como artículos decomisados oficialmente.



jueves, 13 de septiembre de 2012

El Secuestro de Raudel(Cuento)



Estaba asustado, no veía nada en derredor y esa gente lo había dejado en medio del monte. Salió bien, en algún momento pensó lo peor, cuando vio que el moderno automóvil de fabricación china cogía carretera en vez de dirigirse a la 7ma. Unidad de la P.N.R. Al menos fue lo último que oyó decir a un oficial cuando lo montaban en el carro, esa unidad la conocía bien, en ocasiones la jefatura  de La Lisa no aceptaba que la Seguridad del Estado dejara detenidos allí sin dar explicaciones, las palabras mágicas eran, “interés de la C.I.”.
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Decidió no moverse de ahí hasta que amaneciera y se acurrucó al lado de un árbol. De vez en cuando se escuchaba a cierta distancia una letanía de ladridos nerviosos, siempre empezaba el mismo perro y los demás lo seguían como en un coro. Se quedó dormido.
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Había sido un día difícil, fueron a buscarlo al amanecer y lo soltaron como a las siete de la noche, a las nueve  volvieron a buscarlo, la familia protestó, preguntó para donde lo llevaban, no les dijeron que era  para darle el paseo más largo de su vida. No sabía por dónde iban, pero lo que veía cuando se atrevía a levantar un poco la cabeza era campo. Él mismo se sorprendió cuando se oyó preguntar. -¿Ustedes me van a matar? La respuesta fue tajante y ambigua, –Nosotros no tenemos que matarte.

No se habló más durante todo el viaje, cuando al fin le dijeron que se bajara en aquella oscuridad, por poco se desmaya, ni luna había, pero cuando los vio alejarse se sintió más aliviado, a fin de cuentas no lo mataron.

Ya amanecía y poco a poco distinguió los matorrales que lo rodeaban y el sendero donde lo habían dejado, vio una cerca y oyó voces, gritó, y unos campesinos fueron a su encuentro. -Este no es de por aquí, pensaron.
-¿Qué tú haces por acá muchacho?
- Anoche me trajeron en un carro del G-2 y me dejaron aquí. Como estaba tan oscuro no sabía para donde coger y me quedé dormido ahí mismo.
-Lo mejor que hiciste, los guardias de la vaquería le tiran a todo lo que se mueva de noche.
-¿Cómo voy para  La Habana? Las piernas le temblaban mientras se dirigía a la carretera y en la cabeza le daba vueltas el letrero que iba a pintar en la pared de la bodega en cuanto llegara al reparto. Sus letreros son conocidos en la zona, posiblemente sea el único en Cuba que los firma con su nombre.
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Cualquier cosa sirve para pintar un cartel, una tiza, un pedazo de carbón, un poco de chapapote, cal, y hasta con mierda se pinta si hay algo que decir. En este barrio siempre hay algo que decir; cuando no es un apagón, es un derrame de aguas albañales, o dos semanas sin recoger la basura, o el único carro que tiene la ruta de ómnibus que entra al reparto no pasó, alguien dice que el chofer no fue a trabajar hoy, pero otros dicen que estas guaguas están muy viejas, que cuando llegaron aquí ya estaban descontinuadas en Corea.
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-Le ronca como hay que caminar, deja ver si ese camión me para, porque a muchos choferes no les gusta recoger pasaje en la carretera. Algunos cobran el viaje a peso o a cinco pesos, hacen el día y de paso  le resuelven al que está embarca’o. Estoy de suerte, va a parar.
-Buenos días.
-Buenos días, ¿hasta dónde vas?
-Hasta La Habana.
-Sube, yo llego hasta 100 y Boyeros.
-Coñó, que suerte, voy a llegar más temprano de lo que pensaba.
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-¿Dónde te metiste?
-Tú dirás, dónde me metieron, eso no está en el mapa.
-Aquí dijeron que estabas en La Lisa.
- Que Lisa ni que ocho cuartos, ¿tú no sientes la peste que traigo?
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En este barrio viven unas pocas familias con muchos miembros, a medida que los muchachos crecen y se casan, construyen como pueden habitaciones en los patios o en las azoteas, con el pasar de los años parecen condominios destartalados fabricados con los materiales que aparezcan. Pueden verse paredes de ladrillos y bloques sin repello, otras con mejor suerte ya repelladas, pero sin pintura, y por encima de todo eso, los palomares le disputan el espacio a las tendederas.
El olor a chícharo tostado, cochiqueras y fosa desbordada, hacen que este barrio se parezca a cualquier otro de la periferia de la capital con sus calles sin pavimentar y los niños correteando descalzos, pescando renacuajos,  hembras y varones desnudos de la cintura para arriba y sucios hasta no vérseles las caras.
Aquí nació y se crió Raudel, sus padres le pusieron este nombre por aquello de la idolatría revolucionaria, hoy no hay un día que no repitan como un mantra el nombre de cualquiera de los dos hermanos acompañado de alguna imprecación.
En este ambiente surrealista corrió descalzo, fue pionero, y el mismo día que se le cayó el primer diente dejó de recibir la cuota de leche normada. Esta experiencia de pérdida simultánea lo marcó como un inconforme crónico, quizás no sabría nada de justicia o derechos, pero algo dentro de él le decía cuando mostrar su inconformidad. Nunca se resignó con haber perdido aquel diente, por más que le explicaron que después le saldría otro mejor, más fuerte y duradero (en esta familia no se conoce lo de la almohada y el ratoncito obsequioso). El tiempo le dio la razón, los nuevos dientes salieron algo torcidos y a los veintitantos ya le faltan algunos.
Raudel aprendió rápido en la escuela, la aritmética no era su fuerte, pero a la hora de leer y escribir se lucía, ya desde segundo grado hacía composiciones, si le caía en las manos un creyón de labios había que fregar las paredes por donde pasara. Así conoció de la emoción que brinda el grafiti, no importaba lo que escribiera, siempre provocaba disgustos, desde ese tiempo decidió firmar sus carteles murales como cualquier artista, aunque su fama no pasara de 100 y Aldabó.
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El muro de la escuela amaneció pintado, la pared de la bodega también, al parecer a mitad de la tarea se acabó el mercurocromo y terminó con violeta de genciana. Raudel juega a la pelota con algunos niños de la cuadra, saluda a un vecino, y un carro patrullero pasa lentamente evitando los baches.
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Allá en Pinar los serenos de la vaquería se mantienen atentos, nadie sabe cuándo pueden aparecer  los matarifes.